Una encuesta muestra la consolidación de la intención de voto a la Presidenta y confirma la caída de Alfonsín. La diferencia es muy amplia y sólo un escenario de catástrofe económica podría revertir la tendencia.
Por Raúl Kollmann
A cuatro meses de las elecciones y apenas lanzada su candidatura a la reelección, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se impone ampliamente en la intención de voto y superaría hoy largamente los requisitos para ganar en primera vuelta. La mandataria consigue el 49 por ciento de los votos, quedando todavía un diez por ciento de indecisos, con lo que la proyección lleva a más de 50 puntos. El segundo puesto es ahora disputado por Ricardo Alfonsín, que viene cayendo en forma notoria, y Eduardo Duhalde, que subiendo un par de puntos se puso casi a la misma altura. “Además de que la oposición no logra establecer un plan o ideas alternativas, Alfonsín sufre las consecuencias de que el acuerdo con Francisco de Narváez no está funcionando y Duhalde se benefició de votos que iban a Mauricio Macri y que quedaron en el aire cuando el jefe de Gobierno porteño decidió bajarse de la carrera presidencial”, explicó el consultor Roberto Bacman.
Las conclusiones surgen de una encuesta que se terminó de procesar anoche y que realizó el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce Bacman. En total se entrevistaron 1426 ciudadanos de todo el país, se hizo por el método telefónico, pero respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
Los datos del CEOP coinciden con la mayoría de los sondeos publicados y no publicados. En algunos, la Presidenta aparece con el 42 por ciento, pero todavía con muchos indecisos, en otros sondeos se acerca al cincuenta por ciento proyectando los no sabe/no contesta. El CEOP ya adelanta que si las elecciones fueran hoy, la mandataria conseguiría más de la mitad del voto. Se trata siempre de intenciones de voto hechas a cuatro meses de las elecciones, de manera que hay que ver cómo evolucionan las cosas en todo el período preelectoral. En general, los consultores creen que un vuelco en la situación sólo podría ser producido por un cimbronazo económico, algo que debilite lo que está hoy detrás del voto del Frente para la Victoria: que la gente considera que la Presidenta y su equipo manejan razonablemente bien las cosas y que existe una amplia mayoría que tiene buenas expectativas para el futuro y piensa que el país y ellos personalmente van a seguir mejorando.
“Sin dudas, uno de los elementos que ayudan a la intención de voto de la Presidenta es que la oposición sigue sin arrancar”, analiza Barman. “Es más, el principal opositor, Alfonsín, se encontró con que el acuerdo en la provincia de Buenos Aires con De Narváez no le funciona. Hoy en día Scioli saca arriba del cuarenta por ciento en territorio bonaerense y De Narváez menos del veinte. Y eso hace que el propio Alfonsín no consiga en Buenos Aires más del 14 o 15 por ciento de los votos. Para colmo, también en la Capital Federal el radicalismo tiene graves inconvenientes. Silvana Giúdici, su candidata, no mide más del uno por ciento. El tema de fondo es que la UCR ya hizo la experiencia con un extrapartidario, Roberto Lavagna, en 2007. Les fue mal. Ahora estaba la expectativa de un renacer radical de la mano de un nombre muy propio. Cierta desazón se nota en que parte del electorado se fue con Hermes Binner, que, contrariamente a lo que decían algunos analistas hace dos semanas, no le quitó votos a Cristina sino a Alfonsín.”
Para Bacman, “los dos o tres puntos que creció Duhalde tienen que ver con la decisión de Macri de no competir. En total, el jefe de Gobierno tenía cerca de un 14 por ciento. Algo se fue hacia Rodríguez Saá, que también subió, pero quien más aprovechó esa situación fue Duhalde. El ex presidente tiene dos problemas graves: la destrucción del Peronismo Federal lo dejó sin opciones en el interior del país. Le va muy mal en Santa Fe y mal en otros distritos importantísimos como Córdoba, Mendoza, Entre Ríos, Tucumán. El Peronismo Federal unido hubiera sido segunda fuerza, tal como se ve simplemente sumando las intenciones de voto de Duhalde y Rodríguez Saá. El otro problema, más de fondo, que tiene Duhalde es su altísima imagen negativa: seis de cada diez encuestados tienen de él una opinión mala o muy mala. Semejante imagen negativa sólo es superada por Elisa Carrió actualmente. La candidata de la Coalición Cívica estuvo casi un mes sin hablar. En ese período subió un par de puntos. Ahora volvió con sus declaraciones durísimas, y bajó casi en forma instantánea”.
Buena parte de los consultores aseguran que no hay grandes altibajos en el cuadro de situación electoral. El voto de la Presidenta no tiene grandes variaciones y su imagen ya estaba muy en alza bastante antes de la muerte de Néstor Kirchner. Ya en agosto de 2010 estaba en el 55 por ciento. Trepó después diez puntos tras el fallecimiento de su esposo, y hoy se sigue manteniendo por encima del 60 por ciento. Por ello, los consultores creen que sólo algo muy fuerte, económico, podría torcer la partida. Y nadie tiene ese pronóstico a cuatro meses del 23 de octubre.
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