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jueves, 26 de septiembre de 2013

Insaurralde: "Massa habla del futuro y se rodea de dirigentes de los 90"

El candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires del Frente para la Victoria, Martín Insaurralde, manifestó hoy en diálogo con Radio América: "Sergio Massa sólo quiere debatir en TN", en referencia a la negativa del intendente de Tigre de participar de un encuentro de candidatos en un ámbito más democrático.
En ese sentido, Insaurralde explicó: "El debate está frenado porque el Frente Renovador proponía hacerlo sólo en TN y las demás señales no lo podían transmitir y quería que no hubieran entrecruces, sino sólo una exposición. Para eso están los espacios de campaña. Hasta el momento no hubo acercamiento, sólo silencio".
Sobre la reunión entre Reutemann y Massa, el candidato del FpV advirtió: "Me extraña de un dirigente como Sergio Massa que piensa en el futuro y habla de la nueva Argentina que viene. No le veo nada nuevo a su alrededor, ni con nombre ni metodológicamente. Está rodeado de dirigentes de la década del 90 y ya sabemos cómo le fue a la Argentina en la década del 90".
Por último, sobre la campaña de cara a octubre, Insaurralde indicó: "Antes me faltaba proyección pero estamos haciendo un esfuerzo muy grande para que la gente me siga conociendo. Siempre en la vida he dicho lo que pensaba, es lo que me encanta del Frente para la Victoria, que podemos disentir. Si el oficialismo discute algún proyecto los medios dicen que hay un quiebre, que estamos peleados, pero cuando se juntan distintos partidos en un frente, hablan de pluralidad".

lunes, 23 de septiembre de 2013

Los giros tácticos no son cambios estratégicos


Por Alberto Dearriba

La oposición intenta demostrar que el gobierno cambió por el resultado electoral, por oportunismo.

Quinientos años antes de que naciera Cristo, Heráclito de Efeso andaba por la costa jónica proclamando que "lo único inmutable es el cambio" y que, por lo tanto, "ningún hombre se baña dos veces en el mismo río". 

Lo que ocurre en la política argentina es mucho menos profundo que el postulado del filósofo helénico. En realidad, en las costas del Plata abundan los tránsfugas que borran con el codo lo que escribieron con la mano. No se trata de mutaciones naturales, sino de impúdicos bandazos preñados de pragmatismo. Carlos Menem lideró la más escandalosa operación de travestismo político del siglo XX. Con el regodeo del establishment, estafó a sus votantes descaradamente. Después de llegar a la Rosada prometiendo "salariazo" y "revolución productiva", dijo descarnadamente que si hubiera anunciado lo que iba a ejecutar, no lo hubiera votado nadie. 

En la vereda opuesta, la de la coherencia, se encuentra la última dictadura militar, que impuso el imperio de mercado mediante un baño de sangre. 

Desde que el kirchnerismo comenzó la reposición populista en 2003, sus detractores no cejan de hurgar en supuestas contradicciones entre la gestión y "el relato". 

Los análisis políticos de los últimos días apuntan a subrayar que el gobierno debió modificar sus postulados tras la derrota electoral. 

En verdad, el único desajuste ideológico tras las primarias se produjo en la sensible cuestión de la seguridad, con el inesperado apoyo del candidato bonaerense a diputado nacional Martín Insaurralde a la baja de la edad de la imputabilidad para los menores, seguida de la designación de un cultor de la mano dura, Alejandro Granados, como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. 

Ambas cuestiones resultan obviamente un sapo difícil de tragar para los kirchneristas más puros, a los que se les ponen los pelos de punta cuando surgen señales que sugieren que se pretende acabar a los tiros con el delito. 

Tras las contradicciones iniciales que produjo el planteo de Insaurralde –desautorizado por conspicuos legisladores del Frente para la Victoria (FPV)– la fuerza gobernante intentó homogeneizar su discurso con una salida elegante. El candidato a diputado nacional se entrevistó con la presidenta y comió con sus futuros compañeros de bancada. Para no desautorizarlo, los legisladores concluyeron que Insaurralde había tenido una actitud "valiente" y que, en todo caso, se trataba de un tema a discutir en el marco de un nuevo régimen penal juvenil. 

Esta diferencia fue sin duda la que opositores políticos y mediáticos más explotaron y la que mayores discusiones internas provocó en el kirchnerismo. 

Pero a partir de allí se señalaron también como cambios forzados y oportunistas, una serie de medidas que el gobierno adoptó para atender obviamente el reclamo de las urnas, pero sin traicionar en lo más mínimo su catecismo. 

El mejor ejemplo de ello es el cuestionamiento opositor a la suba del mínimo no imponible de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias. La medida se adoptó en el marco del diálogo iniciado por Cristina Fernández con dirigentes empresarios y sindicales, tras la magra cosecha electoral y luego de años de renuencia oficial a ese ajuste que afectaba a un millón y medio de trabajadores. 

La mejora en los ingresos de los asalariados por la vía de una menor presión fiscal, puede ser interpretada como un logro de los sindicalistas y también como una respuestas al mensaje de las urnas. Pero no se puede reprochar incoherencia con la vocación kirchnerista de estimular la demanda agregada. La decisión de mejorar el salario real no puede ser imputada como una vulgar declinación doctrinaria. Por el contrario, el sostenimiento de una presión fiscal tan alta sobre los trabajadores se había tornado en realidad insostenible desde la ideas kirchneristas y sólo explicada por las vicisitudes de las cuentas públicas. La elevación del mínimo no imponible es más kirchnerista que el sostenimiento anterior.

Con el mismo sentido de mejorar ingresos y echar combustible al mercado interno, debe interpretarse la duplicación de los topes de facturación para los monotributistas.

Igualmente está en línea con los postulados de la fuerza gobernante el hecho de que el costo fiscal de la rebaja en Ganancias sea cubierta parcialmente por la vía de gravar la renta financiera. 

La estatización de líneas ferroviarias tampoco resulta una declinación de los postulados kirchneristas, sino que por el contrario, es coherente con el rol que el gobierno le ha dado al Estado frente a los excesos del mercado.

Del diálogo posterior a las elecciones entre la presidenta, empresarios y sindicalistas, los dirigentes gremiales obtuvieron además una liberación de abundantes fondos para las obras sociales. 

El giro de estos recursos que venían siendo reclamados por Hugo Moyano desde que conducía la CGT unificada, se parece más un premio a la CGT antimoyanista de Antonio Caló, que participó del diálogo con el gobierno, que una respuesta apurada a la derrota en las urnas. 

Si bien es cierto que los sindicatos conservan buena parte de su histórica capacidad de movilización y maniobra –útil para una campaña– es sumamente improbable que esta demora del Estado en saldar esa deuda haya incidido en los votantes de las primarias. 

Se señalan además como una mutación esencial del gobierno el hecho de que candidatos o funcionarios kirchneristas aparezcan en las pantallas de canales del Grupo Clarín, lo cual es obviamente un cambio táctico vinculado con la necesidad de dar visibilidad a los candidatos, pero está muy lejos de una declinación de principios. No es que se haya negociado la Ley de Medios Audiovisuales, o se piense ahora que los monopolios mediáticos son buenos, sino que simplemente aprovechan sus pantallas para llegar con el discurso oficialista al segmento de la sociedad que precisamente se mostró esquiva al gobierno en el cuarto oscuro y que constituye la audiencia de TN y Canal 13. Se puede discutir su conveniencia, pero está lejos de ser una declinación de principios.

El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, advirtió que "el gobierno no ha cambiado un ápice" y dijo que, en realidad, "lo que hemos hecho es seguir profundizando e intentando mejorar todos los días". No hizo más que ratificar lo dicho por la propia presidenta en la amarga noche de las primarias, cuando prometió una profundización del modelo. 

En la vereda de enfrente, en tanto, no hay en verdad coincidencia acerca de si hay o no hay cambio en el gobierno. Tan es así que se puede leer en el mismo medio, un editorial que indica desde el título que "no hay cambio, sólo es un epejismo", y unas páginas más adelante una nota que puntualiza uno a uno los "giros de Cristina desde las PASO". 

En suma, salvo la cuestión vinculada con la seguridad, en la que se agitan cuestiones ideológicas, el resto de los retoques producidos por el gobierno tras las elecciones primarias, no implican en realidad un retroceso. No se asumió la agenda del adversario como propia. Los retoques apuntan por el contrario a fortalecer el rol del Estado y a mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores. No es novedad en el kirchnerismo. Por otra parte, si no se produjeran, la oposición diría que el gobierno sigue sin escuchar el mensaje de las urnas.

Infonews

domingo, 22 de septiembre de 2013

TODO MAL, CHÉ…

Débora Giorgi, Hugo Cantero, Daniel Scioli, Collia y Alicia Kirchner

¿Sabías que la economía creció 8,3% en el segundo trimestre con respecto a igual período de 2012 y que en lo que va del año la actividad acumula un crecimiento del 5,8%?
¿Sabías que la Cepal ya había previsto que la Argentina crecería este año un 3,5%?
¿Sabías que las empresas exportadoras prevén ventas al exterior por US$ 85 mil millones para este año?
¿Sabías que hubo un crecimiento récord de plazos fijos en el mes de julio, con más de $10.000 millones depositados en bancos nacionales y que el Banco Central informó que esto representa una expansión interanual del 44%, la más alta para ese mes en los últimos ocho años?
¿Sabías que el superávit comercial creció el 27% al terminar el primer semestre del año con un saldo positivo en junio de US$ 1.155 millones y un acumulado en el primer semestre de US$ 4.954 millones?
¿Sabías que se pagaron los bonos de deuda con reservas y pese a ello las reservas siguen siendo más que suficientes para las metas de crecimiento de la economía y que el superávit fiscal se expandió 36,2% en abril y que el gasto primario en inversión social creció 37,2% en lo que va del año?
¿Sabías que la inversión interna bruta creció en mayo 13,6% y que el crecimiento del PBI no para de crecer desde el mes de abril?
¿Sabías que el salario argentino en dólares es el más alto de la región?
¿Sabías que somos el país que más inversiones extranjeras recibe en la región y que la compañía española BBVA invertirá durante cuatro años US$ 700 millones en Argentina y que Cor-Vial prepara una planta para la producción local de equipos para obras públicas y que BGH comenzó la producción de memorias RAM en Tierra del Fuego y que los tractores Massey Ferguson comienzan a fabricarse en Argentina?
¿Sabías que la empresa de pinturas más grande del mundo invertirá US$ 40 millones en el país y que la marca italiana Kappa comienza a fabricar en la Argentina y que la industria de la construcción y las grandes automotrices como VW, Toyota, Citroën y Peugeot y las fábricas de electrodomésticos siguen invirtiendo y ampliando sus plantas fabriles?
¿Sabías que el turismo generó más de un millón de empleos en ocho años en los rubros transporte, gastronómico y hotelero y que Mar del Plata fue distinguida en el ranking mundial como el principal destino de playa de Sudamérica y que Argentina está entre los primeros países del mundo en turismo de congresos internacionales y que el turismo local superó todos los récords de la historia del turismo nacional?
Dejame respirar y sigo…

(Del editorial de Jorge Giles en ‘Miradas al Sur’)

LORENZETTI, EL CIJ Y GRUPO CLARÍN



El próximo 25 de septiembre, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación encabezará la Jornada sobre Justicia, Comunicación y Medios en la emblemática Universidad asociada a Grupo Clarín en esta materia. ¿Coincidencia o premonición?


El miércoles 25 de septiembre de 2013, el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti abrirá la Jornada sobre Justicia, Comunicación y Medios organizada por la Universidad de San Andrés y el Centro de Información Judicial (CIJ), dependiente del tribunal supremo.

El evento, en el que también participará la Directora de Comunicación Pública de la Corte, María Bourdin; María Magdalena Ruiz Guiñazú, Eduardo Zimmenmann y Luis Novaresio, se realizará a las 18 horas en la sede del British Arts Centre, ubicada en Suipacha 1333, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Según informa la nota que publicita la jornada en la página principal del CIJ, el presidente de la Corte reflexionará acerca del modo en que los miembros de la Justicia dan a conocer sus fallos [ver programa].

Resulta por lo menos suspicaz el desarrollo de este particular evento a partir de la comunión de la Universidad de San Andrés, cuya especialización en Comunicación y Periodismo lleva el sello de Grupo Clarín [ver página web Universidad], justo en el momento en el que los ministros del tribunal están elaborando su decisión en el caso de Clarín contra la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La organización del evento daría cuenta, mínimamente, que hay conversaciones en la antesala.

La entrada es libre y gratuita, aunque con cupos son limitados. Para inscribirse hay que comunicarse con Hector Magnetto o Pablo Casey. Ah, no, perdón. Al parecer los canales formales definidos son por vía telefónica al 15.4494.7833 o por mail a extuniversitaria@udesa.edu.ar. 
Fuente: mercadoytransparencia.org

sábado, 21 de septiembre de 2013

GANAR, GOBERNAR Y GUSTAR

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En el fútbol hay un deseo en forma de consigna, que propone "ganar, golear y gustar". Aun para los hinchas que venimos de una tradición de fútbol exquisito –como los riverplatenses, modestia aparte– el orden de estos factores altera el producto.

Tal vez algunos que jamás han estado en medio de la popular y de la barra o que no han pisado estadios adversarios objeten este orden de prelación. "Primero la obligación y luego la diversión" nos han dicho a los de mi generación cuando volvíamos de la escuela y pretendíamos jugar antes de terminar la tarea.

Y no es exitismo o resultadismo. Es entender que a partir de ganar y consolidarse, un equipo, un proyecto, puede darse por añadidura la belleza anhelada.

Y que los tiempos, los desarrollos, los cambios y las tácticas no las deciden los espectadores ni los comentaristas. Que es el que conduce, el director técnico, el que conoce a sus dirigidos, la relación de fuerzas, el estado del terreno y las fortalezas y debilidades propias y ajenas.

Y si uno es observador comprobará que en la mayoría de los casos, los desequilibrados, los que pierden la cordura son los propios periodistas o los críticos especializados o los que ven los temas desde la mesa de un bar o desde un cenáculo privilegiado o comprometido a medias.

Y el mismo orden se asocia con la acción política: es imposible gobernar y hacer justicia si no se gana.
En una columna anterior propuse que en estos momentos la autocrítica debía hacerse puertas adentro y en los ámbitos orgánicos para no "dar pasto a las fieras". El devenir de los acontecimientos refuerzan la idea. Aunque el colega Hugo Presman desde su blog polemice conmigo y me ubique en el "núcleo duro" del kirchnerismo (sic).

Es que en medio de tempestades con vientos cruzados de izquierda y derecha, navegando entre tiburones que cuando fueron gobierno resultaron mojarritas desorientadas y huidizas y esquivando a los cuervos carroñeros de siempre disfrazados de blancas e inofensivas gaviotas, la unidad y la verticalidad son indispensables.

Lo que no excluye ni los aportes constructivos, las discusiones y las propuestas superadoras, siempre con un ojo en la etapa y otro en el proyecto estratégico y las contradicciones principales.

Y se insiste: puertas adentro, sin dar elementos, argumentos o excusas para que se nos siga atacando. Hay tiempos y tiempos.

El sublime poeta y sacerdote nicaragüense Ernesto Cardenal durante la guerra antiimperialista y antidictatorial del Frente Sandinista de Liberación, escribió: "No es tiempo ahora de poesía surrealista."

Y no estaba arriando las banderas de la belleza literaria, ni traicionando la memoria de su coterráneo Rubén Darío ni la herencia de José Martí. Supo con claridad evangélica cuál era el nuevo mensaje que había que anunciar, la epifanía de un pueblo en armas en busca de su propia justicia poética.

Los que tal vez mejor entendieron cuál es el proyecto estratégico, hacia dónde marcha y qué objetivos busca el movimiento político, económico, social y cultural iniciado en mayo de 2003, son los propios enemigos de lo conseguido en esta década ganada. Esa es la razón de tanta saña, tanto odio y tamañas desvergüenzas y calumnias.

Es la reiteración del resentimiento gorila que se solaza con el recuerdo fusilador y autoritario de septiembre de 1955. Porque el límite máximo que puede soportar el "círculo rojo" que como explica la majadera Gabriela Michetti: "Es lo que en mi época llamábamos el establishment" (¡gracias Gaby por iluminarnos!), es discutir sobre los pobres y no sobre la pobreza. Sobre la beneficencia y no sobre la justicia. Sobre las dádivas y no sobre la igualdad.

No podemos dejar de ver que la consolidación definitiva del modelo necesita por lo menos de una década más. Que 2015 es un objetivo irrenunciable y que este octubre es un paso en ese camino hacia la victoria definitiva.

Que sacarle el cuerpo al compromiso es cobardía y que existe una conductora y que se necesitan apóstoles (como decía el General). Que la unidad de concepción es el deber de la hora y que como decía Napoleón Bonaparte: "La conducción es un arte todo de ejecución", y por ende tarea de quien o quienes conducen.

Desde nuestra relativa comodidad de personas curtidas en diversas batallas, subidas y bajadas, esperanzas e incertidumbres, pero con las necesidades básicas y no tan básicas harto satisfechas, podemos darnos el lujo o el tiempo de esperar llegado el caso que hubiese un gobierno de Massa, Macri o Cobos en 2015.

Pero si somos verdaderamente solidarios, si cuando le decimos "compañero" a un semejante lo sentimos profundamente, si proclamamos la equidad, tenemos que saber que millones de nuestros compatriotas volverían a la noche oscura de la desesperanza, el ajuste, la desocupación, el hambre, las privatizaciones y la destrucción de todo lo ganado, aunque cualquiera de esos terroríficos personajes lo oculten o disimulen.

¿O es que se acabó mágicamente la lucha de clases?

Es tiempo de poner todos nuestros esfuerzos en ganar elecciones y ser leales a la conducción de la presidenta y jefa del movimiento nacional.

Y volviendo a las metáforas futboleras, no hacerlo –con todo respeto– es de "pechos fríos".

Por Enrique Masllorens*

domingo, 1 de septiembre de 2013

“Antes se discutía reducir salarios, hoy el mínimo no imponible”



Por Nicolás Lantos
“El Frente para la Victoria llevó adelante el gobierno más peronista que tuvo la historia de la Argentina”, define Martín Insaurralde, cuando se lo consulta por la relación entre peronismo y kirchnerismo que volvió a salir a la superficie después de las PASO. El intendente de Lomas de Zamora, cabeza de la boleta oficialista de diputados en la provincia de Buenos Aires, hace una evaluación “más bien positiva” de los resultados de las primarias aunque reconoce que “hay cosas que corregir” en la campaña de cara a octubre. Durante la larga entrevista con Página/12, Insaurralde defiende las últimas medidas tomadas por el gobierno nacional y deja a un lado los proyectos de reforma constitucional. También recuerda sus primeros pasos como militante, su relación con Eduardo Duhalde (“lo conozco más de la cancha de Banfield que de la política”), adhiere al pedido de internas en el peronismo de cara a 2015 y asegura que el kirchnerismo va a subsistir más allá del final del mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
–A veinte días de las PASO, ya en frío, ¿qué balance hace de los resultados?
–La evaluación es más bien positiva. Seguramente uno siempre espera más, por lo hecho, por las expectativas que uno tiene como dirigente político y como parte de este proyecto. Pero nosotros comenzamos con un desconocimiento muy grande, los atributos por los que me eligió Cristina, los valores, el trabajo, la forma de gestionar, había que ir transformándolos en realidad día a día. Fue una campaña corta, era la primera vez que se usaban las PASO en una elección legislativa, había que hacer llegar el mensaje a cada rincón de una provincia muy grande... seguramente esperábamos hacer una mejor elección, pero no estoy disconforme con lo que hicimos. Seguramente hay cosas que corregir en la campaña, las estuvimos analizando este tiempo, y el futuro y las expectativas, con cambios y correcciones, son interesantes.
–¿Qué hay que corregir para la campaña por delante?
–Principalmente la forma de comunicar. Puede ser que a mí me haya faltado comunicar las cosas de forma mucho más simple para la gente. También contarles a los bonaerenses cuál es la provincia que queremos, no solamente recordar los grandes logros. Porque hablar de futuro es hablar con la memoria de lo que pasó: no solamente lo hecho sino dónde estábamos, a dónde vinimos y hacia dónde estamos yendo. Mostrar lo que nosotros queremos para esta Argentina dentro de 20 años. Y por supuesto también cambiar y corregir cosas del día a día, porque siempre se cambia. En la gestión cambian las prioridades con el tiempo. No es que cambiamos porque todo lo anterior está mal sino que nosotros mismos hemos sido motor de las expectativas y eso nos obliga: hace diez años en la Argentina no podíamos discutir la movilidad jubilatoria porque había dos millones y medio de jubilados; hoy tenemos seis millones, discutimos otras cosas. Hoy hay cinco millones de nuevos puestos de trabajo; antes discutíamos cómo generar empleo, ahora discutimos ganancias, discutimos cómo sostenerlo, cómo mejorar el trabajo registrado...
–¿Los últimos anuncios son parte de esos cambios? Algunos candidatos opositores los calificaron como “retrocesos del gobierno”...
–Al contrario, se reafirman las políticas de este gobierno. Este gobierno siempre se hizo cargo de su pasado, de su historia, de sus archivos, de lo que endeudaron otros gobiernos, y se tomó la decisión de desendeudar la Argentina y hacer un Estado presente y fuerte. Teníamos que decirle al mundo que no se podía pagar esa deuda inflada, ficticia, mal lograda, que se había quedado con los depósitos de la gente y se había quedado con los sueños de miles y miles de argentinos. En el 2005 se reestructuró la primera parte, después llegamos al 93 por ciento en la segunda parte y abrir esta tercera etapa para el 7 por ciento restante tiene que ver con seguir con esas políticas: a la Argentina le fue muy bien con el desendeudamiento.
–También se dijo que se trataba de medidas electoralistas...
–Si fuera una cuestión electoral la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias se habría anunciado quince días antes de las PASO. Tuvimos tres anuncios sobre ese tema este año, está en la agenda del Gobierno. No olvidemos que en la Argentina antes se discutía cómo reducir o congelar salarios, hoy discutimos cuál es el mínimo no imponible. Por esas cosas yo participo de este proyecto. Porque a veces se dicen cosas desde una visión electoralista y proponen que no hay que cobrar impuestos y a la vez hay que brindar mejores servicios. Eso es una utopía. Me parece que hay que tener criterios claros y actuar con responsabilidad. En la Argentina tenemos por primera vez una Presidenta convencida de que hay que actuar con responsabilidad y apostando al futuro de la Argentina, haciéndola previsible. Sería muy fácil seguir pateando la deuda como ya se hizo y los grandes grupos económicos estarían más contentos con este gobierno. Pero la Presidenta se comprometió a no ajustar ni a endeudarse sino a resolver los problemas industrializando el país. El motor de esta Argentina es la industrialización, el empleo, el estudio. Esa es la Argentina que queremos. Hemos apostado a que cada uno de los argentinos tenga trabajo y decida por sí solo su destino y el de su familia.
–¿Y qué opina de otros candidatos que buscan atribuirse la “autoría intelectual” de estas medidas tomadas por el Gobierno?
–Yo no recuerdo el número, pero en la Cámara de Diputados había cerca de 45 proyectos sobre el tema del mínimo no imponible y ninguno era del Frente Renovador. Esa chicana forma parte de la especulación electoralista. Este gobierno escucha y sabe resolver cada uno de los problemas. Lo demás es picardía. Esta es la agenda que tiene el Gobierno hoy, seguir mejorando el salario de la gente. ¿Cuándo no la tuvo? El tema es ser responsable e ir haciéndolo con criterio.
–El Frente Renovador se nutre principalmente de intendentes del conurbano que hasta hace poco revistaban en el Frente para la Victoria, como usted. ¿A qué atribuye que se hayan “abierto” para competir por afuera?
–Creo que a veces se cree que se puede mejorar desde otro lugar. Yo soy muy respetuoso de lo que hacen otros dirigentes políticos pero yo sé qué concepción tengo y por qué me dediqué a la política. En la política, como en la vida, existen la traición, la mentira, la falta de lealtad. Pero yo vine a la política a hacer lo mismo que hacía en mi vida. Como intendente de Lomas de Zamora tuve éxito, al igual que la mayoría de los intendentes. Y yo creo que en todo caso este proceso exitoso se modifica, se mejora, se cambia, desde adentro. Yo formo parte de esa generación de dirigentes agradecidos que tienen los valores y la concepción de que las cosas se pelean desde adentro para mejorar la calidad de vida de los bonaerenses.
–¿Hubo errores por parte del oficialismo?
–Seguramente siempre hay cosas para rever y analizar. Ahora, cuando uno quiere tomar caminos individuales, cualquier excusa es buena.
–¿Teme que, de repetirse los números de las PASO después de octubre, haya dirigentes que intenten pegar el salto?
–¿Sabés por qué me apasiona a mí la política y por qué estoy acá? Para que eso no pase. Para que haya más dirigentes como yo, que hay muchísimos, que saben que las cosas deben hacerse de determinada manera. Si a mí el voto popular me puso como intendente de Lomas de Zamora representando a un partido, a determinadas ideas, la gente me votó para eso. No puedo decir “yo ahora pienso diferente, no quiero ocuparme de eso”.
–El trabajo legislativo es muy distinto a la gestión de un municipio, ¿cómo se imagina su labor en el Congreso?
–Yo soy un trabajador incansable. Desde el rol que me toque y que me dé la Presidenta, no voy a hacer otra cosa que no sea trabajar, trabajar y trabajar. Me encanta y me apasiona hacerlo, tengo ganas. Y en la Cámara de Diputados, espero que se sigan dando grandes debates y que siga creciendo esta democracia joven que tenemos. Los grandes debates que se dieron en estos diez años en la Argentina, las grandes transformaciones, fueron producto siempre de iniciativas del Frente para la Victoria. Todos los cambios estructurales que se hicieron en la Argentina, la estructuración de la deuda, la estatización de las AFJP, la recuperación de YPF, las leyes de igualdad y equidad, surgieron del Frente para la Victoria. Yo voy a representar ese sector político, voy a formar parte de ese bloque para acompañar políticas que sigan integrando a los argentinos. Ojalá haya buenos debates y las propuestas de los otros partidos no sean solamente electoralistas. Ya nos ha pasado en 2009 que nos llenaron de propuestas de campaña que nunca después llegaron a la Cámara.
–¿Ya tiene algunos proyectos, algunos temas en los que querría trabajar?
–Vamos a trabajar en todas las leyes necesarias para que la provincia de Buenos Aires y el país sigan creciendo. Esta provincia es la más importante y para que el país siga creciendo hay que mejorar la logística, ése es un tema central en el que hay que avanzar. Tenemos seis puertos, los más importantes de la Argentina; hay que mejorar la competitividad para que aumenten las inversiones; hay que seguir fortaleciendo el segundo y tercer cordón del conurbano para darle mayor rentabilidad. Pero ¿en qué forma se trabaja esto? En conjunto con un modelo de país. Si no trabajamos en políticas de proyecto en conjunto en todo el país, es muy difícil que a la provincia le vaya bien también.
–Ahora que la Presidenta dio señales claras de que no irá por un tercer mandato, ¿cree que es momento de discutir una reforma constitucional que abarque otros temas?
–La Constitución tiene muchas asignaciones pendientes y reformas para mejorarla. Hoy, no me parece que la prioridad pase por una reforma. No significa que no haga falta pero hay momentos para cada cosa. Hoy creo que los dirigentes políticos tienen que aportar a la resolución de los problemas cotidianos e inmediatos. En Lomas de Zamora la gente me pide seguir defendiendo lo que hemos conseguido, pero también me pide una agenda hacia el futuro que tiene que ver con que se viaje mejor, que tengamos más seguridad, que se siga apostando por la educación, y ese tiene que ser el desafío. Seguramente habrá momentos en la Argentina que se viene donde tengamos que promover cambios estructurales. Hoy creo que tenemos que trabajar en una agenda cotidiana y en mantener el rumbo económico, ser un país predecible, que discuta con los grandes grupos concentrados de poder para defender al trabajo, promoviendo la industrialización, porque ése es el camino para la Argentina. Cuando se derrumba el mundo, en Latinoamérica los países no crecen más que al 3 por ciento; Perú, Chile, Brasil, con los problemas que lamentablemente está teniendo, cualquier índice te da hoy que acá se está creciendo 4,5. Esto es producto de defender lo nuestro, de no cambiar el rumbo aunque intenten forzar ese cambio. Hoy es mucho más fácil ganar plata en el mundo especulando que fundando una empresa. Bueno, en Argentina se ha ganado muchísima plata en estos diez años abriendo industrias.
–¿Se define como peronista o como kirchnerista?
–Yo soy peronista y me enamoré de ese modelo kirchnerista. Ese 25 de mayo de 2003 que Néstor Kirchner asumió con más desocupados que votos era muy difícil creerle, había nada más que un sueño. Y todos los días fue mostrando que había que creerle un poquito más. Y uno como dirigente político se enamora de los tipos que son firmes, que se la juegan por el país, que se la juegan por un proyecto colectivo, que piensan en el bien común, que trabajan para una enorme mayoría y no para un sector. Eso es lo que hacemos los peronistas.
–¿Con Néstor Kirchner llegó a trabajar?
–Con Néstor tuve mucha relación directa cuando asumí como intendente. Fue un año solamente, pero fue muy intenso. Muchos viernes, mucho teléfono, estaba muy encima... sin compararme, yo laburo parecido y por eso nos entendíamos bien. Néstor era pura convicción, ir para adelante, resolver las cosas...
–¿Y cómo es la relación cotidiana con la Presidenta?
–La cotidiana con Cristina para mí es extraordinaria. Yo hace treinta días conocí a una mujer totalmente generosa conmigo, que escucha, que dice lo que cree, que piensa que a la Argentina le va a ir bien con dirigentes que no tengamos miedo. Que nos podemos equivocar, que todos tenemos virtudes y defectos, pero que cuando un dirigente político tiene miedo es mucho más fácil equivocarse.
–¿Cree que el kirchnerismo podrá proyectarse más allá de 2015?
–Vos recién me preguntabas si yo era peronista, y el apellido Perón ya no aparece más en la boleta hace rato. El kirchnerismo deja un sello muy grande en la Argentina, que tiene que ver con la recuperación de la política como ordenador social, como motor de la producción, de la industria, de la inclusión. Es muy difícil, cuando hay valores y logros, hacer que eso muera.
–¿Coincide con Daniel Scioli en que el peronismo deberá dirimir su liderazgo en internas?
–El peronismo debe darse un gran debate, hay muchos desafíos por delante y muchas conquistas por seguir logrando, así que me parece que el ordenamiento del PJ es necesario y calculo que se va a dar hacia fin de año o el año que viene, siempre a través de internas. Pero me parece que la agenda de la gente hoy pasa por otro lado, así que hay que seguir gobernando.
–¿Sergio Massa debería ser parte de esa interna?
–Eso hay que preguntárselo a él. Yo estoy siempre en el mismo lugar desde el año, ’87 que entré en el centro de estudiantes peronista de Lomas de Zamora y sigo estando en el año 2013 dentro del Frente para la Victoria, que llevó adelante el gobierno más peronista que tuvo la historia de la Argentina.