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lunes, 31 de enero de 2011

Conectar Igualdad. Entrega definitiva de netbooks para los egresados.

La presidenta Cristina Fernández dispuso la cesión definitiva de las computadoras provistas por el Programa Conectar Igualdad.com.ar, cuando los alumnos aprueben la educación secundaria. Se les dará un curso sobre el uso de las herramientas informáticas.

La presidenta Cristina Fernández, por Decreto 76/2011 publicado hoy en el Boletín Oficial, dispuso la cesión definitiva de las computadoras provistas por el Programa Conectar Igualdad.com.ar.
Precisa que las computadoras otorgadas a los alumnos y alumnas serán cedidas en forma definitiva a éstos cuando hubieran finalizado y aprobado el nivel de educación secundaria en la modalidad orientada, artística o técnico profesional, de conformidad con lo establecido en la Ley Nacional de Educación, durante el período lectivo en el que hayan cursado el último año o el mes de marzo del año siguiente.
Establece que, con la asistencia del Ministerio de Educación, el Portal Educ.ar y las autoridades educativas jurisdiccionales, el Comité Ejecutivo creado por el Decreto Nº 459 de fecha 6 de abril de 2010 pondrá a disposición de las instituciones educativas un curso de Introducción al Uso de Herramientas Informáticas en la Educación para aquellos alumnos que, siéndoles necesario, se encontraren próximos a egresar y hubieran recibido su laptop educativa dentro de los 60 días corridos previos al final de clases, debiendo desarrollarse el mismo íntegramente dentro de los seis meses posteriores a su egreso.
El decreto lleva la firma de la presidenta Cristina Fernández, el jefe de Gabinete, Aníbal D. Fernández y los ministros de Trabajo, Carlos Tomada y de Educación, Alberto Sileoni.
En los considerandos señala que a través de la implementación del “Programa Conectar Igualdad.com.ar” se produjo un avance significativo en la responsabilidad que tiene el Estado Nacional de proveer una educación integral, permanente y de calidad para todos los habitantes, garantizando la igualdad, gratuidad y equidad en el ejercicio del mencionado derecho.
El Programa –agrega- está cumpliendo el objetivo de promover la inclusión digital incorporando la nueva tecnología para el aprendizaje en línea y en red y recuerda que uno de los objetivos de la política educativa nacional es el de desarrollar las competencias necesarias para el manejo de los nuevos lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación.
El Comité Ejecutivo del Programa –dice además- ha advertido la necesidad que para una adecuada implementación y desarrollo del Programa en ejecución, en orden a cumplir con el objetivo propuesto de acortar la brecha digital existente en nuestra sociedad, sería conveniente que las computadoras entregadas a los alumnos y alumnas de las escuelas de educación secundaria públicas queden en su poder en forma definitiva, una vez que haya culminado y aprobado sus estudios.
Esto implicaría, por un lado, incentivar y fomentar la culminación de los estudios secundarios por parte de los alumnos y alumnas, revalorizando la escuela pública, dotando a los adolescentes de mejores herramientas que favorezcan su inserción laboral y, por el otro, posibilitando la inclusión digital del núcleo familiar de los destinatarios de las computadoras, proveyéndolos de una herramienta informática que posibilite la incorporación de nuevos conocimientos en el seno familiar, más allá de la escuela.
En este sentido, agrega, resulta imprescindible resaltar que deberán arbitrarse todos los medios a fin de que la cesión definitiva que por esta norma se impulsa deba instrumentarse luego del cumplimiento por parte de quienes resulten beneficiarios de todos los requisitos que acrediten la culminación y aprobación de la educación secundaria, para lo cual el Comité Ejecutivo del “Programa Conectar Igualdad.com.ar” deberá dictar toda la normativa que resulte pertinente a los fines de su implementación y control.
Tiene en cuenta que existen alumnos y alumnas que han recibido su computadora dentro de los 60 días previos a la finalización del ciclo educativo correspondiente, por lo cual resulta pertinente que con la asistencia del Ministerio de Educación, el Portal Educ.ar y las autoridades educativas jurisdiccionales, el Comité Ejecutivo relacionado ponga a disposición de las instituciones educativas un curso de Introducción al Uso de Herramientas Informáticas en la Educación, para aquellos alumnos que les sea necesario a los fines de optimizar la utilización de la herramienta en el marco del Programa.
A estos fines el Comité Ejecutivo deberá adecuar, en caso de ser necesario, la capacidad operativa y técnica que torne viable la posibilidad de crear el aula virtual conforme las necesidades pedagógicas y de acuerdo a la capacidad operativa.
Fuente: El Noticialista

Qué tiene de bueno Scioli

Por Eduardo Anguita

En las últimas dos semanas, Daniel Scioli reforzó su instalación como referente para 2011. Lo inquietante no es sólo la ambigüedad respecto de si su ambición es continuar al frente de la gobernación o si, como dicen los voceros del establishment, Scioli se postula como una alternativa para las presidenciales de octubre. Su aparición el jueves en Mar del Plata junto a dirigentes claramente kirchneristas fue parte de un juego pendular. La ratificación de “lealtad a Cristina” es apenas una fórmula más de su armado electoralista.

El tema tiene sumo interés porque el armado político bonaerense sigue siendo, como más de una vez se dijo, la madre de todas las batallas. El gobernador, una vez más, centró su instalación mediática en el retrógrado concepto de inseguridad basado en la versión caníbal a medida de C5N, Clarín y La Nación. Un concepto que se basa en la percepción de que “te pueden matar al salir de tu casa” y que se necesita saturar de policías la provincia para que los ciudadanos estén protegidos. Solidario con este concepto, Scioli volvió a buscar la fórmula mágica de que es preciso imputar penalmente a los adolescentes desde los 14 años y no desde los 16, como rige actualmente.
La pregunta que se hacen muchos dirigentes kirchneristas es si el peso electoral de Scioli es tanto como para no marcar la cancha en la ideología y la práctica del gobernador. Dicho de otro modo, si la conveniencia de mantener a Scioli como un protagonista de peso aliado a la Presidenta implica dejar de lado el debate sobre si la seguridad es un conjunto de derechos sociales o la mera percepción de la sociedad de poder ser víctima de un ataque delictivo. Precisamente, la manipulación de los medios concentrados sobre la inseguridad es directamente proporcional al profundo cambio que se vive en la Argentina respecto del rol de los grupos económicos concentrados. Scioli es funcional a ese discurso de los medios. Sus voceros pretenden que el gobernador no tiene la culpa de ello y niegan que ese discurso sea fruto de la lectura de encuestas. Pretenden que se trata de la visión sincera y descarnada de Scioli. Hay algo más grave todavía: eluden de modo explícito reconocer que esa visión de la seguridad es tributaria del pensamiento duhaldista sobre “la mejor policía del mundo” que justifica el desmantelamiento de las reformas en el Ministerio de Seguridad promovidas y llevadas a cabo durante la gestión de León Arslanian mientras era gobernador Felipe Solá. Y este tema no puede ser eludido en el momento en el que la Presidenta decidió crear el Ministerio de Seguridad y poner al frente a Nilda Garré, quien convocó, entre otros, a Martha Arriola, quien tras ser funcionaria de Arslanian en la estratégica Secretaría de Relaciones con la Comunidad, fue desplazada a la Subsecretaría de Niñez y Adolescencia por orden de Scioli en 2007. Arriola reportaba a Daniel Arroyo, quien era ministro de Desarrollo Humano de Scioli en ese entonces. La realidad fue que Arriola no pudo contar con ningún recurso, que Arroyo le negó todo pero no por su propia decisión sino por una condición expresa de los jefes policiales que contó con el cálido apoyo del ministro de Seguridad de entonces, Carlos Stornelli. Arriola tuvo que renunciar a fines de 2008 por el recrudecimiento de la estigmatización de los menores por parte de Scioli. La reemplazó Cristina Tabolaro, con amplia experiencia en la materia también durante la gestión de Solá. Pero con el tiempo, Arroyo tuvo que renunciar y también Tabolaro siguió el mismo camino. Bien lo sabe el director general de Escuelas, Mario Oporto, que tuvo relación con Tabolaro cuando ejercía el cargo de jefe de Gabinete de Solá. Oporto le hizo un pequeño espacio a Tabolaro en el área de Educación y está completamente desaprovechada. Bien lo sabe Oporto, que justificó la decisión de Scioli de mandar policías a las escuelas bonaerenses el primer día de clases. Según Oporto, se trata de algo tan normal como mandar bomberos o médicos a visitar los establecimientos educativos. Esto lo dijo el jueves en declaraciones radiales. El día anterior, Página/12 había publicado una enrevista a Oporto en la que el ministro de Scioli adhería a la postura de la Presidenta respecto de la edad de imputabilidad en el sentido de que su baja “no resuelve el problema”. Pese a que Oporto no se había opuesto totalmente al discurso troglodita de Scioli, ese mismo miércoles al mediodía recibió en su despacho un llamado del ministro de Justicia y Seguridad, Ricardo Casal. Como Oporto no estaba habló con un allegado suyo a quien le transmitió que “tenemos que alinear el discurso y decir todos lo mismo”.

La maldita policía

Cuando Scioli tiene que resolver temas de seguridad habla directamente con el comisario general Juan Carlos Paggi. No es que Casal sea una figura decorativa, pero la realidad es que la conducción de la Policía Bonaerense es algo exclusivo de los jefes uniformados. La semana pasada, la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, tuvo una reunión con las Madres del Paco de Lomas de Zamora, que le transmitieron con crudeza el retroceso del control de los negocios de droga en la zona cercana a La Salada en ese distrito. Los cambios que se habían producido durante la gestión de Arslanian con el control de los negocios que vinculaban a “kiosqueros de paco” con uniformados habían sido una política clara: en los lugares donde había kioscos el gobierno provincial había impulsado microemprendimientos. El desmantelamiento del control civil en la Bonaerense, en el caso relatado por las Madres del Paco a Garré, llevó a que en la actualidad “en cada una de las 132 manzanas (de este barrio) hay un kiosco y la policía en vez de controlar tiene negocios con ellos”, es la dura versión que le transmitieron a Garré.
Este ejemplo es parte de las preocupaciones que el Gobierno Nacional tiene en cuenta para definir la necesidad del Ministerio de Seguridad. La idea que perdura en esta nueva dependencia es que subsiste todavía una trama compleja de negocios regenteados por uniformados en connivencia con civiles. En ese sentido, de la descentralización diseñada por Arslanian en 32 distritos (para evitar los negociados desde la cúpula), la Bonaerense en la actualidad tiene a Paggi como jefe y a cinco comisarios como manera de centralización absoluta de la fuerza.

¿Qué piensan en el Ministerio de Seguridad nacional sobre Scioli? Que su política es evitar –al menos– meterse en un tema que considera difícil de modificar. En consecuencia, Scioli alguna vez admitió “tener las manos atadas”.

La seguridad y la política

Buena parte de los comunicadores y militantes del pensamiento nacional saben lo inconveniente que sería la deserción de Scioli del espacio conducido por Cristina Kirchner. Sin candidatos con chances, la gran construcción mediática opositora es que Scioli puede correr para presidente en 2011. Lo más descarado fue la tapa de Noticias del 22 de enero: sin ninguna sutileza, photoshop mediante, Scioli tiene un serrucho en su mano derecha y el título fue “El plan para desplazar a Cristina”. Ningún jefe de prensa o vocero puede dejar de llamar a otros medios para despegar al gobernador de esa burda operación. Salvo, por supuesto, que resulte útil a los propios proyectos.
¿Piensa realmente Scioli en la candidatura presidencial? Desde ya, nada indica que así sea, y no es conveniente alimentar fantasmas. Pero está claro que eso responde a una lectura básica de quién tracciona votos a quién. Y todas las encuestas indican que hoy la percepción de los bonaerenses es más favorable a Cristina que al gobernador. Es cierto que no se trata de una percepción contrapuesta, pero sí de una diferencia de imagen positiva y de adhesión a Cristina. Hay algo que no está en las encuestas: cada acto público en la provincia de Buenos Aires, especialmente después del 27 de octubre pasado, se convirtió en un aliento emotivo a la Presidenta. Ella concita una adhesión popular explícita –especialmente entre mujeres y jóvenes– que no tiene precedentes en los últimos años. La intención de Scioli es tener un peso decisivo en el armado de los cargos para llenar las boletas de cara a octubre. No sólo para la vicegobernación sino para todos los cargos electivos del primer distrito electoral de la Argentina. Y eso es una ambición lícita en política, máximo para alguien que, como Scioli, fue un fiel aliado a Kirchner desde 2003. Pero esa ambición tiene que conjugarse con la ideología de quienes lideran el proyecto nacional. Tiene que conjugarse con la necesidad de darles a los dirigentes bonaerenses kirchneristas un papel decisivo en ese armado. La ausencia de Alberto Balestrini, quien desde abril de 2010 quedó postrado, dejó vacante la estratégica vicegobernación desde la cual reportaba a Néstor Kirchner como su jefe político. Peor aún fue la muerte de Kirchner seis meses después, dado que el mismo Néstor lo cruzó a Scioli en un acto público y le pidió que explicara quién le ataba las manos al gobernador. No es un secreto para nadie que los recursos de la provincia de Buenos Aires fueron incrementados de modo exponencial por aportes nacionales, tanto para Educación, Vivienda, Seguridad, Saneamiento Ambiental y muchísimos otros rubros en los que las inauguraciones fueron hechas por autoridades bonaerenses y las nacionales siempre junto a las autoridades comunales. La realidad de una provincia inmensa con 127 intendencias lleva a una lógica de armado político muy compleja. El cambio vivido en esa provincia en estos siete años desafía cualquier manual de Ciencia Política: la reversión de la desocupación y las mejoras sociales funcionan con éxito. Pero a pesar de y no gracias a la burocracia provincial y sus lados oscuros. Está claro que la provincia necesita una reforma política. Tan claro como que no será este año electoral el de esa reforma.

Sí puede ser, en cambio, el año en el que el kirchnerismo logre avanzar de modo decisivo en ese distrito. Por eso, la conveniencia de un debate abierto con todos los protagonistas del espacio nacional. Con colectoras para que Martín Sabbatella pueda llevar la boleta de Cristina y ser candidato a gobernador. Para que el vicegobernador sea un hombre o una mujer que pueda acompañar fielmente las transformaciones llevadas por el gobierno de Cristina y también las que vendrán en el próximo mandato, si es que el electorado la reafirma en octubre próximo.

Miradas al Sur

domingo, 30 de enero de 2011

CRISTINA FERNANDEZ SE IMPONE EN CASI TODOS LOS DISTRITOS

El kirchnerismo pica en punta

La Presidenta le ganaría hoy por 16 puntos a Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y por casi 30 a Ricardo Alfonsín en territorio bonaerense. Según el mismo sondeo, también saldría primera en provincias gobernadas por la oposición, como Santa Fe, Catamarca y Chubut.

Por Raúl Kollmann

Cristina Fernández de Kirchner se impondría con amplitud en el voto a presidente en casi todos los distritos, incluyendo la Capital Federal, donde le saca –al menos por ahora– 16 puntos de ventaja al actual jefe de Gobierno, Mauricio Macri. Debe recordarse que en la anterior elección presidencial, Cristina salió segunda, perdiendo por casi 20 puntos con Elisa Carrió; fue 37 a 18. En el distrito clave, la provincia de Buenos Aires, actualmente hay casi 30 puntos de ventaja de la Presidenta sobre quien en ese distrito ocupa el segundo lugar, Ricardo Alfonsín. La mandataria se impone igualmente en distritos cuya gobernación no está en manos del oficialismo, como es el caso de Santa Fe, Catamarca y Chubut.

Las conclusiones surgen de encuestas realizadas por la consultora Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera el sociólogo Roberto Bacman. Los estudios abarcan muestras de más de mil personas en cada uno de los distritos. La consulta a los encuestados se hizo por teléfono, pero respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.

Es cierto que faltan nueve meses para los comicios, pero la realidad es que la Presidenta aparece con ventajas enormes en casi todos los distritos, incluyendo dos de los que le fueron más desfavorables en 2007, en la última elección presidencial: Capital Federal y Santa Fe. También es verdad que en la oposición todavía no decantó un candidato y que en este período previo todavía se dividen mucho los votos entre Macri y Alfonsín. La lógica es que ambos candidatos crezcan en los próximos meses, aunque Macri tiene la enorme dificultad de que su extensión territorial es –por ahora– pobre. Combina estar segundo en Capital Federal con el 18 por ciento de la intención de voto, con la cuarta ubicación en Santa Fe, con la mitad de ese porcentaje. Y lo más serio es que está muy lejos en la provincia de Buenos Aires, aunque habrá que ver si converge –como todo lo indica– en una alianza con el Peronismo Federal.

Cristina ganaría hoy en la Capital Federal, territorio difícil para el peronismo en general y para el oficialismo en particular. La diferencia en 2007 con Carrió fue notoria y uno de los datos más llamativos es que hoy la líder de la Coalición Cívica (CC) conseguiría sólo el seis por ciento de los votos y, lo que es peor, se ubicaría sexta detrás de Cristina, Macri, Alfonsín, Pino Solanas y Eduardo Duhalde. Todos los guarismos indican que la CC está corriendo un enorme riesgo al concurrir a las elecciones en soledad.

En la provincia de Buenos Aires votó en 2007 el 36 por ciento de los ciudadanos de todo el país. De acuerdo con el último censo, esa proporción será todavía más alta en las elecciones de octubre. En ese distrito clave, hoy por hoy Cristina lleva 30 puntos de ventaja, aunque también la lógica es que la oposición se vaya decantando. Se supone que el distrito bonaerense es donde Duhalde juega de local: sin embargo, se ubica tercero. Todo indica que la eventual alianza Macri-Peronismo Federal, por un lado, y el radicalismo por el otro, pueden acercarse al 20 por ciento de los votos, pero la Presidenta, con la asignación proporcional de los indecisos, puede trepar al 45 por ciento o más de los votos. Eso sería decisivo para ganar en primera vuelta.

En el trabajo del CEOP, la primera mandataria aparece duplicando a cualquier otro candidato en Santa Fe, una provincia gobernada por el socialismo. Es más, son las huestes de Hermes Binner las que parten como favoritas en la lucha por la gobernación, pero la elección provincial y la nacional serán en fechas distintas. Aun tratándose de un distrito gobernado por una fuerza opositora, la Presidenta encabeza la intención de voto. En 2007, Cristina se impuso por apenas un punto. Hoy la diferencia es notoria.

Circunstancias parecidas se dan en Chubut y Catamarca, provincias en las que no gobierna el Frente para la Victoria, sino el Peronismo Federal y la Unión Cívica Radical. Aun así, a nueve meses de los comicios, la Presidenta ganaría con amplitud.

Por supuesto que hasta el momento Cristina Fernández no confirmó que vaya a ser candidata y la oposición sigue dispersa, sin definir sus postulantes. No obstante, los trabajos del CEOP demuestran que el oficialismo tiene un óptimo punto de partida y la oposición debe remontar una situación más que difícil, tanto porque necesita posicionar sus candidatos como encontrar una propuesta alternativa de gobierno.

sábado, 29 de enero de 2011

Cristina y Scioli lideran la intención de voto en territorio bonaerense

La presidenta cosecha el 48% de respaldo entre los habitantes del primer distrito electoral del país. A su vez, el gobernador conseguiría la reelección con el 36% de los apoyos. La oposición, muy relegada en la disputa nacional.

La presidenta y yo somos una buena dupla.” En los primeros días de 2011, Daniel Scioli alentó con esa frase el escenario de reelección para la presidenta Cristina Fernández tanto como su permanencia al frente de la gobernación bonaerense por un nuevo período. Las voces del oficialismo a favor de ese equipo electoral –la reedición de la fórmula que facilitó el triunfo del kirchnerismo en los comicios nacionales de 2007– no tardaron en multiplicarse.

La opinión de los ciudadanos bonaerenses comenzó a ponerse en línea con ese plan: Cristina y Scioli tienen una intención de voto del 48% y el 36%, respectivamente, en la pelea por la presidencia y la administración de la provincia de Buenos Aires, el primer distrito electoral del país.

La proyección forma parte de los resultados de una encuesta realizada el 12 de enero en territorio bonaerense por la consultora Ibarómetro sobre una muestra de 1000 consultas telefónicas. Se trata de uno de los primeros sondeos de opinión de 2011 sobre la imagen de los potenciales candidatos y la intención de voto que cosechan en un distrito clave: la provincia concentra el 37% del electorado nacional.

La relevancia histórica del distrito está destinada a adquirir un significado especial en los comicios nacionales de octubre ya que otras provincias de peso electoral significativo como Santa Fe, Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires están encaminadas a desmarcar sus elecciones locales de la presidencial, a correrlas del calendario nacional.

La proyección de intención de voto a favor de Cristina y Scioli está apoyada en el crecimiento de la imagen positiva de ambos. Hoy, la presidenta alcanza el 65,4 % de imagen positiva, lo que significa un ascenso de más de 30 puntos porcentuales con respecto a su performance en ese mismo rubro hace un año, en enero de 2010.

Los bonaerenses también optan mayoritariamente por Cristina a la hora de definir a quién votarían el domingo 23 de octubre. La mandataria reúne el 48% de la intención de voto, superando por casi 40 puntos al resto de los candidatos.

La posición de liderazgo de la jefa de Estado para competir por su reelección relega a un lejano segundo puesto al ex presidente interino Eduardo Duhalde (9,5%), seguido por el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, (8,8%), el radical Ricardo Alfonsín (4,9 %) y el líder de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas (4,3%).

El cuadro se completa con las opiniones de los electores que pueden ampliar o disminuir esas diferencias: el 5,6 % se pronunció a favor de otros postulantes, el 8% dijo que no votará por ninguno; mientras que un 10% señaló que aún no sabe por quién terminará por inclinarse en las elecciones de octubre.

Aunque con menos ventaja que Cristina, el gobernador bonaerense cuenta, según los resultados del sondeo, con chances de retener el poder por un nuevo período.

Scioli cosecha el 36% de intención de voto a su favor, seguido por el empresario Francisco de Narváez con el 19,7%. El tercer lugar queda reservado para el ex intendente de Morón Martín Sabbatella (8,3%), seguido por la líder del GEN, Margarita Stolbizer (5,4%). El porcentaje de indecisos en ese rubro es amplio: el 21,3% de los encuestados dijo no saber a quién elegirá para administrar el primer distrito del país.

Esos indicadores quedarán cruzados por la implementación de una herramienta electoral clave que el gobierno parece decidido a repetir en la provincia de Buenos Aires: las listas colectoras.

Es casi seguro, por caso, que Sabbatella competirá por la gobernación del distrito bonaerense llevando a Cristina como postulante a la presidencia. Esa jugada podría restarle votos a Scioli si, como él mismo lo insinuó, el ex motonauta decide buscar la permanencia en la administración provincial por otros cuatro años.

Como la jefa de Estado, Scioli cosecha también una ponderación favorable de su imagen con el 61,1 % de las adhesiones. Su rival inmediato, De Narvaéz, trepa, en el mismo rubro, apenas al 38,4% de los apoyos ciudadanos.

Tiempo Argentino



viernes, 28 de enero de 2011

"Romper monopolios”. La consigna se repite entre los funcionarios de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual.

El Estado comprará 2000 aparatos para medir la audiencia de radio y TV en tiempo real.
"Romper monopolios”. La consigna se repite entre los funcionarios de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. Hoy, la AFSCA convocó a licitación pública internacional para la compra de unos 2000 people-meters para el nuevo sistema de medición de audiencia anunciado por el titular del organismo, Gabriel Mariotto, a principios de diciembre del año pasado. La idea impulsada desde el edificio de la calle Suipacha al 700 es despejar las dudas sobre los números que todos los días difunde la empresa brasileña IBOPE sobre el rating de radio y televisión. Esos datos no sólo sirven a productores y programadores para decidir “con qué ir”, sino que “inflan” los valores de los minutos de publicidad.
“Las ecuaciones financieras van a cambiar y la torta publicitaria va a estar más repartida, y no entre muy pocos como se hace ahora”, anticipó Mariotto, al anunciar el sistema público de medición de audiencia. Es que las sospechas sobre la discrecionalidad de los índices de audiencia para beneficiar a determinados canales y perjudicar a otros nunca se lograron disipar.
Desde 1999, la empresa brasileña es la única que ofrece mediciones en tiempo real luego de absorber a Mercados y Tendencias, la otra firma que ofrecía el servicio. La compañía opera en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Además de la AFSCA, en el diseño del plan trabajan las universidades de San Martín y de Lomas de Zamora. El primer paso será repartir en Capital Federal y el Conurbano unos 2000 aparatos que registran qué canal está sintonizado en el televisor y envía esa información en tiempo real a una base de datos centralizada. Los resultados serán gratuitos y de acceso público. La segunda etapa será incorporar a los principales distritos de las provincias. En concreto, la muestra crecerá no sólo en cantidad sino en cobertura. IBOPE mide la zona metropolitana de Buenos Aires con 810 people-meters.
El año pasado, la consultora ARESCO del sociólogo Julio Aurelio puso en funcionamiento un sistema de medición de audiencia basado en encuestas telefónicas. Canal 7 y América contrataron el servicio y comprobaron sus sospechas: respecto de los números de IBOPE, había diferencias llamativas que en algunos casos duplicaban la cantidad de público de un canal sobre otro.

Buzzi acusó a Llambías y Biolcati de proteger a las multinacionales

“En este clima cuesta tener acciones conjuntas”, admitió el presidente de la Federación Agraria. Desde el Ministerio de Agricultura alertaron que los jefes de CRA y Sociedad Rural pretenden definir “la política agropecuaria”.

El largo y sinuoso sainete de los ruralistas sumó ayer un nuevo capítulo. Eduardo Buzzi, presidente de Federación Agraria, contestó las críticas que recibió de Mario Llambías y Hugo Luis Biolcati. “¿Por qué se hacen problema mis colegas cuando durante años no dijeron nada de los beneficios de Cargill, Bunge y Dreyfus?”, se quejó. El gobierno nacional también salió al ruedo: el subsecretario de Agricultura, Oscar Solís le apuntó a CRA y a la Sociedad Rural: “Quieren definir la política agropecuaria. Y eso lo define el gobierno”, le dijo el funcionario a Tiempo Argentino. El jefe de Coninagro Carlos Garetto, entre tanto, hizo lo imposible porque la cúpula de la Mesa de Enlace emitiera ayer un comunicado conjunto que pusiera paños fríos a la crisis, pero la mediación fracasó.

El cortocircuito entre las entidades surgió tras una gestión del Ministerio de Agricultura para que los molinos le compren al precio máximo (FAS teórico: precio internacional menos retenciones y fletes) 500 mil toneladas a la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), hermanada con la Federación Agraria Argentina. Alberto España, el presidente de la industria molinera, le explicó a este diario, en detalle, cómo fue la operación (ver aparte).

REACCIONES POR ESCRITO.
La noticia provocó una reacción, en forma de comunicados de prensa, por parte de las entidades que encabezan Llambías y Biolcati. El jefe de la Rural advirtió que se trataba de “una nueva demostración de amiguismo en el comercio de granos”. El líder de CRA, que este año debe poner en juego su puesto y enfrenta una dura interna en la entidad, opinó que la intervención del gobierno “ha generado la total dispersión del mercado triguero”.

Llambías y Biolcati impulsan la libre competencia y el libre mercado, que durante los ’90 sacó del tablero productivo a miles de familias. Algunas de esas políticas todavía no fueron subsanadas. Eduardo Buzzi recordó ayer, en una entrevista con LU2 de Bahía Blanca, que fue Enrique Crotto (ex presidente de la Rural) uno de los que apañó desde el gobierno la disolución de la Junta de Granos.

En el Ministerio de Agricultura recordaban, en la tarde de ayer, un episodio más reciente, de apenas unos meses atrás, que sirve para explicar la posición de Mario Llambías. El jefe de CRA no quiso dar su aval para que productores frutícolas de se entidad reciban subsidios. “Prefiero que no los reciban”, dijo Llambías.

MODELO Y PROGRESO.

El subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, sintetizó el problema al que se enfrentan a la hora de dialogar con CRA y Sociedad Rural: “Quieren un modelo comercial que no es el que definió este gobierno. Y en estos años, este modelo puede mostrar progreso.”


En la Federación Agraria la reacción de Llambías y Biolcati generó bronca. Y le dio argumentos al sector que impulsa, desde mediados del año pasado ante el fracaso de la estrategia parlamentaria del sector, la disolución de la comisión que agrupa a las cuatro entidades agropecuarias. Hasta Buzzi, que suele estar entre los moderados, que reconoce que no quiere ser él quien abandone la Mesa de Enlace, dijo: “Nosotros hemos sido muy severos con el gobierno. De lo que menos nos pueden acusar es que seamos ventajeros u oficialistas. Pero también tratamos de ser objetivos: no hacemos ni seguidismo idiota ni oposición cerrada. Por eso no estoy de acuerdo con que algunos de mis colegas hayan pedido la renuncia de Julián Domínguez. Cuando toman una medida que va en la dirección correcta hay que decir lo que es: es una buena noticia.”

Y volvió, como hace poco más de un mes, a poner en duda el futuro de la Mesa. “En este clima cuesta tener acciones conjuntas. En 2008 nos unió el espanto. Cuando llega el momento de un tiempo político más complejo aparecen las diferencias cada vez más marcadas”, reconoció.

En ese clima pesado, el que trató de mediar fue Carlos Garetto, el jefe de Coninagro. No fue una novedad: a menudo, cuando Buzzi y sus socios se critican a través de los medios, es el encargado de poner los paños fríos. Garetto llamó ayer a sus tres socios. Les propuso hacer un comunicado conjunto. A Buzzi intentó convencerlo con su talón de Aquiles: “Así vos no quedás pegado con el gobierno.” Pero desde la Federación Agraria le contestaron que lo iban a discutir hoy mismo cuando se reúnan los 54 directores (entre titulares y suplentes) en Rosario.

Tal vez por eso, la Sociedad Rural insistió con su denuncia. Y le reclamó a las Bolsa de Cereales porteña y a la de Rosario investigar la compra de 500 mil toneladas de trigo de la industria molinera a cooperativas asociadas a la Federación Agraria. De paso, Biolcati acusó a Julián Domínguez de formalizar el descuento que sufren los productores –a manos de las exportadoras, los acopiadores y los molinos– con una nueva categoría de FAS teórico llamado “trigo pan baja proteína”.

La nueva polémica ruralista tendrá, coinciden todos, sus secuelas. Los pronosticadores de turno dan más precisiones: dicen que la próxima batalla tendrá lugar cuando se inicie el próximo período legislativo y el gobierno, finalmente, envíe al Congreso un paquete de leyes para proteger a los pequeños arrendatarios y no permitir la compra de tierra a extranjeros.

Tiempo Argentino

jueves, 27 de enero de 2011

Nuevo revés para Clarín: la presidenta respaldó a Mariotto y a la Ley de Medios

Cristina calificó el pedido del grupo monopólico de “malicioso” y afirmó que las pruebas eran insuficientes. Habían acusado a los funcionarios de formar parte de un “plan contra la prensa libre”.

La presidenta Cristina Fernández rechazó ayer un pedido de recusación presentado por Cablevisión contra todos los integrantes del Directorio de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA), incluido el presidente del organismo, Gabriel Mariotto. La empresa del Grupo Clarín había argumentado que los funcionarios manifestaron “enemistad, odio o resentimiento” contra la prestadora de televisión paga. El decreto 72/2011 afirma que “la vaguedad hace maliciosa” a la acusación.

Todo comenzó luego de un sumario iniciado por la AFSCA por el incumplimiento del reordenamiento de la grilla de canales de la televisión por cable ordenado el año pasado. Luego de idas y vueltas judiciales, la resolución 296/2010 quedó firme pero Cablevisión se negó a cumplirla. Entonces, los funcionarios del organismo sancionaron a la empresa. En su descargo, la compañía de Clarín intentó desacreditar a Mariotto, Jorge Capitanich y otros integrantes del Directorio con el argumento de que son “amigos” del Poder Ejecutivo. Además, afirmaron que forman parte de un “plan deliberado para afectar a la prensa libre” y utilizaron como pruebas las resoluciones dictadas por la AFSCA contra el grupo monopólico por el incumplimiento de la Ley de Medios de la Democracia.

El decreto firmado por la presidenta consideró como “generalidades” los argumentos presentados por los abogados del Grupo Clarín y aclara que en los escritos no se aportaron pruebas para demostrar que Mariotto y los demás integrantes del Directorio de la AFSCA actuaron con parcialidad. Además, el texto publicado en el Boletín Oficial explica que la recusación debe ser individual y sobre la base de hechos que puedan ser demostrados en cada caso. En la denuncia inicial, Cablevisión no había nombrado a todos los integrantes del Directorio de la AFSCA

El artículo 17 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación establece una serie de causas que autorizan la recusación. En el caso de que un juez o un funcionario mantengan vínculos de sangre, relaciones comerciales, de amistad; algún pleito legal pendiente o que se demuestre “enemistad, odio o resentimiento”, una de las partes podrá pedir la exclusión. Sin embargo, los abogados de Cablevisión intentaron recusar al organismo en su conjunto.

Cablevisión es el único prestador de televisión paga que aún no reordenó sus señales de manera temática y correlativa. La resolución adoptada el 8 de septiembre de 2009 por el Directorio de la AFSCA establece una serie de criterios para la confección de la grilla y así evitar las “avivadas” de los cableoperadores para beneficiar o perjudicar a un canal según su ubicación en el servicio. Entre otras, deben incluir señales como Telesur y CN23.

El 26 de enero de 1977 es secuestrada en la vía pública Alicia Graciana Eguren Vivas, viuda de Cooke

El 26 de enero de 1977 es secuestrada en la vía pública Alicia Graciana Eguren Vivas, viuda de Cooke, en la Capital Federal. Fue conducida a la ESMA, donde se la sometió a condiciones inhumanas de vida. Se la atormentó para obligarla a proporcionar información. Finalmente fue arrojada al Río de la Plata con el método favorito de los genocidas del Proceso: los vuelos de la muerte. Era escritora, poetisa y dirigente peronista. Licenciada en Filosofía y Letras, docente, periodista. Colaboró en el periódico Con Todo, dirigió la revista Nuevo Hombre y editó la revista cultural Sexto Continente.


Notas para una biografía de Alicia Eguren


Por Miguel Mazzeo

"Porque lo del hombre nuevo no es una imagen en los altares, es una vivisección permanente"
ALICIA EGUREN. De "Pulgarcito" (selección de sus papeles) en Nuevo hombre, 1971

Alicia Eguren jamás pasó inadvertida. Ese fue su signo distintivo, junto con el inconformismo y la vocación de caminar por grandes realidades. Inteligente y apasionada, plena de seducción, era alta, muy alta, de ojos negros, inmensos e indiscretos. Como precursora de lo que para muchos constituye un oxímoron (la izquierda peronista), como casi profeta de una generación que se planteó en concreto el problema del poder, y como mujer (en ese, su tiempo), se vio obligada a romper con un conjunto de convenciones, y a radicalizar el giro inquisitivo en diferentes planos. Alicia Eguren se entregó de cuerpo entero a la desobediencia. Nunca se le perdonaría tanta transgresión.

A partir de 1955 fue la compañera de John William Cooke, incluso se casaron en 1957, en Montevideo, Uruguay. Por eso le decían, despectivamente, con mucho de macartismo y muy poco de ironía, «la Cookskaya», en alusión a la compañera de V. I. Lenin, Nadiesha Krupskaia.

Alicia y John no respetaron los modos maritales de la época. ¿Simone y Jean-Paul? La analogía corresponde. Y nos complace. Mabel Bellucci señaló que Eguren-Cooke prefiguran «un modelo de pareja activista, propio del consenso de la década del 70, momento en el cual se fue diluyendo la impronta machista del varón luchador y la mujer ajena al mundo público de su compañero». Sin duda,ese había sido modelo disruptivo en las décadas del 50 y 60. Pero todavía en los 70, los catálogos de moral de la izquierda seguían siendo lapidarios en ciertos aspectos. Y si bien Alicia prefiguró el perfil revolucionario femenino de esos años, su personalidad fue mucho menos ascética y más «sensual». Por lo tanto, seguía siendo intolerable. Por ello debió asumir costos muy altos y vivir expuesta a la imputación de «libertina». Aún carga con ese estigma.

Alicia contrastaba política, cultural y estéticamente, con las mujeres militantes de la política burguesa del peronismo, por lo común convencionales y condenadas al segundo plano. También era distinta de las militantes de izquierda de los 70, quienes, en muchos casos, ganaron espacios «performando» una estética masculina. Veo a Alicia más como profeta (o anticipadora de hechos políticos) que como sacerdotisa, y creo que aquella cualidad, inconcebible aún hoy para una mujer, le exigía una gestualidad severa y arrebatada y un carácter inflexible, que suelen estar asociados a lo masculino.

En lo político e ideológico, es imposible separar a Alicia de John, por su trayecto compartido en una relación jamás subalterna. Se conocieron en una conferencia que él dictó en el 46, en el Centro de Estudios Argentinos. El naciente peronismo los convocaba. Volvieron a coincidir en casa del historiador nacionalista Ernesto Palacio, citados por la corriente del revisionismo histórico. Pero su proyecto en común comienza en 1955, y termina con la muerte de Cooke en 1968. Significativa transición que va de un nacionalismo populista, cada vez menos productivo, al socialismo revolucionario. De Juan Domingo Perón a Ernesto Che Guevara. Ello es inmanente a esta relación.

Nació Alicia Graciana Eguren Vivas en una ciudad de la provincia de Buenos Aires, en 1924, en el seno de una familia que cultivaba un nacionalismo de raigambre rosista y católico. Lo cierto es que Alicia, hacia los años 40 y 50, comulgaba con este tipo de nacionalismo, y sus intereses giraban en torno a lo estrictamente literario. Se sostiene que se adhirió al yrigoyenismo, pero esto es, por lo menos, dudoso. El peronismo favoreció la identificación retrospectiva. Si muchos recorrieron el trayecto que iba de Hipólito Yrigoyen a Juan Domingo Perón, otros optaron por el camino inverso, incurriendo en la tergiversación de la propia historia militante.

Alicia Eguren egresó de la Facultad de Filosofía y Letras como profesora de Literatura, ejerció la docencia y, entre 1946 y 1951, publicó cinco libros de poemas: Dios y el mundo, El canto de la tierra inicial, Poemas del siglo XX, Aquí, entre magias y espigas, El talud descuajado. Algunas de sus composiciones estaban un tanto estremecidas de idealismo evangélico. También editó Eguren la revista Nombre y publicó algunos ensayos. Entre 1948 y 1949, con el escritor Armando Cascella, editó la revista Sexto Continente, un sitio de expresión del nacionalismo en sus diferentes versiones, desde el más retrógrado de Carlos Ibarguren, Alberto Ezcurra Medrano y monseñor Derisi, hasta el más avanzado de Raúl Scalabrini Ortiz y Vasconcelos. Este tipo de adhesiones garantizó a Alicia cierta presencia en distintos espacios oficiales, académicos y no académicos.

En 1953 ingresa en el Ministerio de Relaciones Exteriores y se casa con el diplomático Pedro Catella, a quien acompañará a Londres. Poco tiempo después del nacimiento del único hijo se separan.

El rencuentro con Cooke se produce en 1955, en un escenario de derrumbe. Poco antes del golpe de septiembre y del derrocamiento del gobierno de Perón, Cooke es designado interventor del Partido Justicialista de la Capital Federal. En un momento político que no habilitaba ninguna forma de oportunismo, Alicia establece contacto con Cooke y «se pone a su disposición». Cooke, talentoso y desmedido, contrastaba con el resto de la dirigencia política y sindical peronista, conformada por burócratas y por los que medran con el Estado: melindrosos, acomodaticios, eremoniosos, estrechadores de manos. Perón, que había relegado a Cooke por autónomo y perturbador, lo convoca en el momento infausto.

La relación entre Alicia y Cooke, una relación de herejes, de «excéntricos», se consolida en la clandestinidad. Cooke es detenido en octubre de 1955. Hasta fines de 1957 deambulará por distintas cárceles del país, cuando se produce la espectacular fuga a Chile desde Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. En aquel tiempo también Alicia conoció la cárcel. En noviembre de 1956, Perón designó a Cooke como su delegado y «heredero». Alicia y John William comparten la resistencia y todos los avatares vinculados a la firma del pacto entre Perón y Arturo Frondizi, para pasar, poco después, a organizar la «insurrección» que hiciera posible el retorno del primero, y para dirigir la oposición «dura» al gobierno del segundo. Alicia participa activamente en la coordinación estratégica de la resistencia peronista.

Padece, junto con John, la imposibilidad de ejercer la delegación y de ser la palabra de Perón.

El año 1959 es un punto de inflexión para Eguren, Cooke y muchos más. Después de la toma del frigorífico Lisandro de La Torre, a principios de año, Cooke pierde gravitación en el peronismo. Es desplazado definitivamente. Poco antes de la toma del frigorífico municipal, Perón había creado el organismo destinado a desautorizar a Cooke: el Consejo Superior (coordinador y supervisor). Después de la heroica huelga de los trabajadores, el Consejo Superior tilda a Cooke de loquito, terrorista y «comunista». En paralelo, en Cuba triunfa la Revolución.

Cuba revolucionaria, más que un descubrimiento, es una confirmación: la revolución como uno de los destinos posibles para el peronismo. En efecto, eran tiempos en que se podía pensar una dimensión trascendente para el peronismo y sus capacidades de recreación. La época dorada de la ontología de lo posible y del «poder ser» del peronismo. Aunque en el «movimiento», predominaba la mueca servil y conciliatoria, por abajo corría, purificador, el Jordán de las bases. El peronismo todavía aparecía como un universo lleno de desiertos y zonas inexploradas.

El impacto de la Revolución Cubana es descomunal, pero pesa más, mucho más, el lugar hermenéutico de Alicia y Cooke. Cuba se decodifica desde la reciprocidad dialéctica y no desde el determinismo unilateral. Entonces, gravitan en nuestro país la condición de revancha clasista sobre la Revolución Fusiladora (autodenominada «Libertadora» en 1955), la heroica resistencia peronista, los cambios en el modelo de acumulación de capital, la imposibilidad de remozar el frente de clases de 1945 y la inviabilidad de las tácticas puestas en práctica por el peronismo para recuperar el poder. Afloran prístinas las contradicciones insalvables al interior del peronismo: la clase obrera peronista se presenta como espacio de construcción de una universalidad emancipadora, pero también como lugar donde encuentra arraigo un particularismo burgués y reaccionario.

La confrontación, la lucha: he aquí el marco de la radicalización política de Alicia, Cooke y de toda una generación de militantes y activistas, entre los que cabe mencionar a Raimundo Villaflor, Gustavo Rearte, Bernardo Alberte y otros. No se trató de imitación de un modelo, o de un simple estado de espíritu desproporcionado. «Antes de la Revolución Cubana nosotros ya estábamos radicalizados», me dijo una vez Gerardo Bavio, viejo militante y compañero de Alicia. Unos años después del asesinato del Che, Alicia sostuvo que lo había conocido a último momento, pero que en realidad lo conocía de memoria porque lo tenía asimilado antes de cruzarse con él, «yo comprendía su pedagogía en carne viva», dijo ella.

Nuevos horizontes e interlocutores se imponen. Alicia participa en el congreso de Palabra Obrera, de filiación trotskista. Se vincula al Movimiento de Liberación Nacional (MLN) de Ismael Viñas, al Partido Comunista (PC) y al Partido Socialista Argentino de Vanguardia (PSAV). El marxismo comienza a valorizarse como herramienta, e impregna sus ideas. Un marxismo praxeocéntrico, no concebido como determinismo limitado. Abraham Guillén, veterano de la Guerra Civil Española, les habla de alienación, del Marx de los Manuscritos económicos y filósoficos de 1844 y de la guerra popular. La opción por la lucha armada comienza a dividir aguas. Alicia reparte su militancia en tareas de difusión, de organización y apoyo logístico a distintas experiencias. Colabora con la temprana guerrilla de los Uturuncos en el noroeste del país, reúne a militantes de pequeñas organizaciones y núcleos de izquierda (por lo general, escindidos de partidos que adoptaron una línea reformista, que Alicia no ha vacilado en criticar), y organiza grupos para su entrenamiento en Cuba. Inicialmente, tiene menos éxito a la hora de convocar peronistas. En paralelo, apoya el intento del Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), en Salta, en 1963-1964. En este último año es cofundadora de Acción Revolucionaria Peronista (ARP), concebida como grupo de acción y concientización en el marco del movimiento peronista, pero independiente de sus estructuras «oficiales».

En 1967, junto con el mayor Alberte, participa de la revista Con Todo. Ese mismo año regresa con Cooke a Cuba; él encabeza la delegación argentina que participa de la Conferencia Tricontinental, de allí surgirá la Organización Latinoamericana de Solidaridad (OLAS).

Cooke muere el 19 de septiembre de 1968, a los cuarenta y ocho años. Alicia no jugará el papel de viuda de una celebridad, ni de su albacea político-literario. Es cierto que, entre 1971 y 1972, publica los trabajos de su compañero, incluyendo la Correspondencia Perón-Cooke (principalmente, porque adquieren una vigencia inaudita), pero ella continúa trabajando en delinear la Tendencia Revolucionaria.

En 1969 participa de su Congreso Fundacional, realizado en Córdoba y colabora en la elaboración del documento Estrategia y táctica revolucionaria . Se identificará con las Fuerzas Armadas Peronistas el Peronismo de Base (P.B.), con el Movimiento Revolucionario 17 de Octubre (MR17) y el Frente Revolucionario Peronista (FRP), grupos que, a diferencia de Montoneros, estaban asumiendo definiciones marxistas.

El 4 de octubre de 1971 publica su «Carta Abierta a Perón», e inicia su participación en el semanario Nuevo Hombre, publicación dirigida por Enrique Walker y en la que escribían Pablo Damiani, Antonio Caparrós, Nicolás Casullo, Eduardo Luis Duhalde, Rodolfo Ortega Peña, Vicente Zito Lema y varios militantes presos en la cárcel de Villa Devoto, Armando Jaime y Mario Franco, por ejemplo. En Nuevo Hombre Alicia publica, entre otros trabajos: las «Notas para una biografía de John» y «Pulgarcito (selección de sus papeles)». La publicación se identificará en 1973 con el Frente Antimperialista por el Socialismo (FAS), impulsado por el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo (PRT-ERP). En noviembre de 1973, la revista reprodujo el discurso que Alicia pronunció en el Primer Congreso del FAS. Su adhesión a la lucha armada no debe confundirnos. Para ella, la base de una revolución se forjaba en la lucha de masas. Fue una crítica implacable de toda forma de elitismo.

Propició, además, formas frentistas.

Alicia, con lucidez preclara, tomó conciencia de una situación complicada: la mayor parte de la izquierda peronista revolucionaria estaba compuesta por jóvenes, y su pertenencia al peronismo era muy nueva. Consideraba que si el choque con la realidad del peronismo posterior a Ezeiza (que apestaba a razzia) resultaba duro para los viejos militantes, para los jóvenes la contradicción era indigerible, se prestaba a la confusión y sembraba dudas en cuanto al futuro. Alicia alertó a los jóvenes respecto de Perón. Ella sabía bien que el peronismo era un «río difícil» y muchas veces «descorazonante» y que la idealización de Perón conducía al abismo. La brecha generacional no suturó. Las precauciones de «los viejos» no se tuvieron en cuenta. En 1973 formó parte del Consejo editorial del diario El Mundo, orientado por el PRT-ERP, clausurado en 1974, al igual que Nuevo Hombre. Aunque estrechó sólidos vínculos con el PRT-ERP, en 1975 apoyó la iniciativa que dio forma al Partido Auténtico. Con la intención de alimentar esa nueva experiencia participó, junto con Alberte y Mabel di Leo, en la fundación de la Agrupación 26 de Julio.

Como decíamos al comienzo, Alicia nunca logró pasar inadvertida. Fiel a su rebeldía ante las llamadas «condiciones femeninas»: pragmatismo, cautela e «instinto» de conservación, es recordada por sus compañeros siempre muy «expuesta», sobre todo después del golpe de marzo de 1976. En abril de 1977 [NE: la fecha correcta es 26 de enero], la secuestró un «grupo de tareas» de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Fue torturada y arrojada al Río de la Plata en uno de los vuelos de la muerte.

Sería injusto decir que Alicia ha sido derrotada. El triunfo es el criterio de verdad de los burócratas.

Por otra parte, estas no son notas para un epitafio póstumo. Reivindicar el itinerario de Alicia Eguren, recuperar y revalorizar sus huellas, puede servirnos para conjurar su desaparición. Pero, ante todo, para rehabilitar un país y un tiempo con posibilidades vitales.

+info: http://www.elortiba.org/cooke.html

martes, 25 de enero de 2011

Durán Barba: la voz de Macri para que los primates puedan entender

El ecuatoriano entiende que apenas si somos “simios” movidos por emociones atávicas. Sus recetas

Hiera su honor con el ataque, incítelo a gastar todo su dinero amplificando el tema y gánele la elección. Lo grave para él es que, cuando usted triunfe, la gente creerá que la acusación fue cierta. Los que ganan tienen la razón y escriben la historia.”

Jaime Durán Barba y su colega Santiago Nieto sostienen que a “la gente” no le gustan los traidores ni los enjuagues políticos. Cuando se trata de atacar adversarios en las campañas políticas, sin embargo, prescriben captar espías y “disidentes al adversario para saber de sus debilidades, su psicología, de manera de hacerlos engranar o perder aunque sea mediante acusaciones que no sean ciertas”.
En El arte de ganar. Cómo usar el ataque en campañas exitosas (Debate), los autores dicen que nuestras sociedades son maduras y mucho más autónomas del poder político que en el pasado. Lo reiteran en las primeras páginas del libro para exigirles respeto a los políticos cuando piensen en cómo ganar votantes. Pero a medida que se avanza en la lectura, la tesis que prevalece, y que literalmente se repite unas treintena de veces como sustrato seudohistórico, es que nuestra sociedad es aún básicamente una aglomeración de simios que someten a otros simios, sólo que no por la fuerza, sino por el cálculo. De esa tesis rudimentaria sólo escapan los buenos consultores políticos: ellos son sofisticados, los políticos son más bien brutitos que se mueven como machos alfa recién salidos de la horda. El resto –nosotros– nos movemos según impulsos irracionales, más necesidades hedonistas y de consumo. A la hora de las elecciones, priman entre los primates imágenes y pulsiones atávicas.
Este es el núcleo duro del pensamiento de Jaime Durán Barba, a quien Macri, cuando tuvo que explicar por qué no es no xenófobo, definió como “ecuatoriano y el principal de mis asesores”. Puede colegirse que Durán Barba es Macri, su pensamiento íntimo, su modo de ver el mundo. De ahí el interés de leer a Durán Barba, quien es a la vez lo único, lo mejor y lo peor que tiene Macri, y lo que por ahora lo sostiene en un relativo grado de incombustibilidad: su comunicación.

Léase con cuidado en la playa.

No está mal el libro para llevarlo a la playa. Como lo prescribe la época, es de lectura amena, ligerito y con unas cuantas astucias no demasiado complejas de entender. Claro que debería ser algo tonto o ciego (sucede) el político que no conozca esas astucias. En conjunto, el trabajo no hace más que reproducir la vulgata más elemental del discurso de nuestras derechas. Apenas se da vuelta la primera página, psicoanálisis berreta: toda la vida y obra de Néstor Kirchner en la política argentina se resuelve en el recuerdo presunto de un “peleador” que salió así de “terco” y “agresivo” porque “de niño (un niño que no vio suficiente televisión) tuvo que enfrentarse a sus compañeros de escuela que se burlaban por su ceceo y su mirada estrábica”. Cinco líneas más abajo se inscribe al ex Presidente en una línea de “grandes caudillos del siglo pasado” que va de Lázaro Cárdenas a Perón, Castro, Duvalier” y… Hitler.
Como es habitual entre quienes dicen estar de vuelta de las ideologías, a DB y su socio de escritura se les escapan de modo permanente sus derechosidades: el ataque irónico contra las izquierdas por melancólicas, la ley de medios entendida como un instrumento “para controlar los medios de comunicación”, el rebrote de “totalitarismos plebiscitarios” en Latinoamérica, un nuevo indigenismo al que textualmente ubican entre lo nazi y lo new age. Más este párrafo de la página 235: “Aquellos que expresan interés por los hijos de los desaparecidos no vacilan en atropellar los derechos y humillar a los huérfanos que fueron adoptados (por el caso Noble) cuando eso conviene a sus intereses”.
Demagogo hasta el asombro por su nivel de desprecio a la política y la sociedad, DB escribe como si lo hiciera para la peor platea de La Nación, de modo de recibir sus aplausos. A su entender, los actos populares son sólo “una forma de pasear, divertirse y conseguir unos pesos… Luego van a otro mitin y aplauden a quien paga, diga lo que diga (…) Esas manifestaciones son reminiscencias de una época que murió”. El que muere en ese punto es el libro mismo, que queda súbitamente viejo y pobre si se atiende a lo sucedido durante el último año desde los festejos del Bicentenario a la recuperación del kirchnerismo por la vía de sus acciones políticas, más la movilización sucedida tras la muerte de Kirchner. Acontecimientos que por otro lado desmienten la existencia de un único sentido común dominante en una sociedad mucho más compleja y rica que lo que trivialmente describe DB.
No hay nada más aburrido que asistir a una marcha, sostiene el hedonista DB, para afirmar algo tan livianito como que “nuestros países (por Latinoamérica) eran hasta hace poco enormemente aburridos”. Se viene entonces el panegírico de rutina acerca del divertidísimo estallido de la era de la imagen y las nuevas tecnologías, que no aporta una sola idea al acumulado en 25 a 50 años de literatura sobre el tema. Excepto por afirmaciones según las cuales en aquella sociedad del pasado “muchos creían que quien se bañaba en Viernes Santo podía convertirse en pescado”, que los peluqueros extraían las muelas y que dado que eso no es más así los políticos deberían entender que las elecciones no se ganan “llenando la Plaza de Mayo con cabecitas negras como lo hacía Perón”.
En graciosa contraposición a la idea de una política añeja, La Voz de Macri festeja en la página 72 el Alica, alicate televisivo de Francisco de Narváez: “A partir de ese día su popularidad creció de manera vertical”. No se pregunta qué tipo de gobierno pueda devenir del Alica, alicate, si bien, perdidísima en la página 111, una línea de texto recuerda que “ser buen candidato no significa ser un buen estadista”.

Atento boxes.

De todo hay que leer en este mundo de dolor y hay algunas anotaciones de DB acerca de la derrota de Kirchner en la provincia de Buenos Aires que conviene tener en cuenta. Aún cuando hace un recorte feroz en la noción de lo que pueda haber perdido Kirchner por “peleador”, es verosímil lo que sostiene cuando dice que los ataques contra De Narváez fortalecieron al colombiano. O que se hizo un excesivo énfasis en la defensa del “modelo” siendo que el “modelo”, en la particular escala del 2009, no era tan visible como para ser percibido o apreciado como tal, fuera de los sectores cuyo voto duro estaba asegurado para el oficialismo. De cara a lo que viene, no está mal calibrar la afirmación elemental de DB cuando afirma que las campañas (o la comunicación) que sólo apuntan al voto fiel no son buenas campañas.
Aún en contradicción con la visión según la cual seguimos siendo monos incorregibles, también es para tener en cuenta lo que sostiene DB en esta frase: “Hacer una obra no compra la voluntad de los electores… Los ciudadanos, cuanto más tienen, más demandan. Si tienen alcantarillado, quieren luz. Si tienen ambas cosas, quieren parques. Si tienen las tres cosas, quieren una universidad en el barrio… Es impensable que llegue un momento en el que le digan al gobernador, intendente o al presidente ‘tenemos suficiente, preocúpese por otros’”. El párrafo alerta contra la peligrosa idea de que una elección esté ganada por lo hecho de bueno en el gobierno y sintetiza la lógica de las aspiraciones que reemplazan otras satisfechas.

La cápsula.

El gran macanazo en la visión de Durán Barba/Nieto, más allá de lo ideológico, tiene que ver con una lógica de encapsulamiento, como si las campañas electorales se libraran fuera de todo espacio e historia posible. Es entendible el procedimiento argumental siendo que una operación básica del libro es compre campañas Durán Barba. Sin la menor modestia, los autores se la pasan vendiendo sus destrezas, un tipo de saber situado muy por encima de la ignorancia media de los políticos (“nuestros clientes”). Cada quince páginas, una frase del tipo “para hacer estas cosas se necesita de profesionales con experiencia”. A cambio, brillan por su ausencia los contextos históricos, las identidades culturales por complejas o elusivas que puedan ser, los procesos políticos y las alianzas, las marcas dejadas por las gestiones de gobierno o las de época. Todo es sanata y culto a la era de la imagen y del celular en una sociedad plana y vacía. Si todo se jugara en una campaña y nada más que una campaña, hasta se podría apostar a que Durán Barba podría hacer ganar a De la Rúa un año después de su renuncia.
Asombra la ausencia casi total de referencias sobre el rol de los medios de comunicación y la capacidad de acceder al dinero, los medios o los factores de poder a la hora de hacer campañas. Recién sobre el final del libro menciona DB un viejísimo best seller (1971) de David Cooper, La muerte de la familia, para sostener la tesis de que el avance central de nuestras sociedades se debe al ascenso de los medios. Página 406, tras un largo divague acerca de cómo pasamos de la horda a la ciudad-Estado y de allí a la democracia liberal: “La televisión hizo desfilar a los líderes despojados de sus ropajes y la gente se percató de que no eran divinos”. Una pelotudez notoria que revela lecturas ausentes en la formación de DB, siendo que se pueden rastrear extensísimas genealogías culturales (desde Aristófanes a la salida de la Edad Media y de allí a la revista inglesa Punch, nacida en 1841 o la argentina El Mosquito) generosas en sospechas, menosprecios y sátiras de élite o populares sobre la política.
Acaso no se le pueda pedir mucho más a La Voz de Macri, así como a Macri no se le puede pedir más que (lo peor de) Queen. Como toda escritura, el libro espeja a sus autores. Y si el favorito de Macri es La virtud del egoísmo (Ayn Rand), no puede sorprender que Durán Barba ancle la lógica esencial de sus recetas en la idea, un tanto compartible pero más bien tosca, de que sólo “somos simios con sueños racionales”.

EL GOBIERNO AFINA EL DISCURSO
El que habla es una de los mejores cabezas que trabajan en la Secretaría de Comunicación del Gobierno Nacional: “Todos los trabajos de Durán Barba tienen un eje estructurador que es el de cómo escucha el candidato o la política en general a determinado sentido común de una sociedad. Él intenta ajustar al candidato como a un surfeador en ese esquema. Por eso siempre trabaja con los candidatos de las derechas latinoamericanas, porque se trata de un modelo de conservación de lo dominante. Y por eso mismo no sirve para un gobierno como el nuestro. Él no podría trabajar con este gobierno por su matriz conceptual. Acá nuestro desafío es cómo generar un sentido común alternativo que sostenga las políticas que se llevan adelante. Para eso no alcanza un programa de tele o un medio oficialista”.
Con la llegada de Juan Manuel Abal Medina a la Secretaría, se vienen días de novedades y búsqueda de estrategias más integradas en la comunicación oficial. Con dos planteos básicos: mejorar en la construcción de los relatos que deben hacerse acerca del por qué de las políticas oficiales y hacerlo mediante el empleo en simultáneo “de todos los canales de comunicación, ya sean publicitarios, periodísticos, de comunicación directa, u otros”. El desafío que se plantean los viejos y nuevos cuadros de la Secretaría es “superar cierta fragmentación de la actual comunicación”, algo que podría llamarse dispersión o suma de tácticas sin estrategia. El segundo objetivo de la Secretaría es reunir en un único ámbito a los distintos organismos –que también viven su propia dispersión– que intervienen en el proceso comunicacional: Afsca, CNC, RTA, Télam, las señales de la TV Digital, de modo de centralizar y darle mayor velocidad tanto al surgimiento de los nuevos medios como a la producción de contenidos.
A diferencia crucial con la gestión de Mauricio Macri en la ciudad, la mejor comunicación del Gobierno Nacional suele tener relación no con fuegos de artificio sino con lo esencial y lo mejor de las políticas oficiales y sus resultados concretos. El déficit asumido, sin embargo, tiene que ver con lo simbólico, con la necesidad de construir esos relatos en los que cada acción de gobierno y cada conflicto que se afronte aparezcan vinculados en una cadena de sentido que permee en la sociedad. Buena parte de la acción permanente del kirchnerismo antes del 2009 adoleció de mejor comunicación on line. Para cuando llegó la campaña 2009 el slogan “Nosotros Hacemos” llegaba algo tarde o fuera de sincro. Estos son algunos de los problemas que el nuevo equipo comandado por Abal Medina busca revertir.

El kirchnerismo confirma que habrá colectoras en las próximas elecciones

Fuentes del Partido Justicialista confirmaron a LPO que la utilización de colectoras quedará a criterio de la justicia electoral partidaria, es decir que cada partido definirá si las utiliza o no. Los intendentes no las prefieren, pero tendrán que aceptarlas. Algunos piden reglas claras.

El director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, tomó distancia de la utilización de colectoras. En diálogo con LPO aseguró que “depende exclusivamente de las leyes que impulsa cada provincia”.

Sin embargo apuntó lo que ahora empiezan a reconocer intendentes y referentes del PJ bonaerense. Tullio sostuvo que “en materia electoral hay muchas cosas que quedan a criterio de cada partido”.

Fuentes del Partido Justicialista son más claras y explican que, en el territorio bonaerense, la implementación de colectoras queda librada a la justicia electoral partidaria. Esto es que cada partido al momento de realizar su interna deberá conformar una junta partidaria y será esa junta la que defina cómo irán pegadas las boletas.

En rigor, la ley nacional de reforma electoral no prohíbe en ninguno de sus artículos la posibilidad de presentar listas colectoras en las primarias. Mientras tanto, en el caso de la ley provincial (14.086) es el artículo 8 el que deja la puerta abierta a las colectoras.

La norma establece que “la Junta Electoral de la Provincia oficializará las boletas de sufragio de acuerdo a los requisitos que establezca. Las mismas contendrán líneas negras o perforaciones de manera que permita la separación inmediata por parte del elector de las diferentes categorías. Los órganos electorales partidarios son los que autorizan cómo se adhieren las boletas en caso de que hubiere listas única para una categoría de candidatos y pluralidad en otras”.

De este modo, la boleta del Frente para la Victoria podrá llevar como candidata a Cristina Kirchner (todo indica que sería ella la candidata) con más de un candidato a gobernador. En el caso del oficialismo, además de Daniel Scioli que buscaría su reelección, también se sumaría a la contienda el ex intendente de Morón y actual diputado de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella que aspira a gobernar la Provincia y que ya cuenta con el apoyo del gobierno nacional.

Pero este formato de boleta también se trasladará a los distritos. En el caso de La Plata, por ejemplo, se impulsarían varias colectoras oficialistas. El intendente Pablo Bruera podría ir con la boleta del Frente para la Victoria y también, otros candidatos como Guido Carlotto, Gustavo Oliva y por Nuevo Encuentro, Carlos Raimundi.

La provincia de Buenos Aires es el distrito con mayor peso electoral y la utilización o no de colectoras podría definir una elección nacional.

Si alguien rechaza las colectoras son los intendentes, toda vez que ese es el cuerpo de la boleta que más se reitera en las listas. La utilización de estas listas destronó en 2007 a varios intendentes históricos. Los que logran mantener su mandato aseguran que pierden la mayoría en el Concejo Deliberante.

El intendente de Olavarría, José Eseverri, se quejó ante el uso de las colectoras. “Si bien perdemos los intendentes el gobierno nacional se ha beneficiado. Para arriba suma”, dijo a LPO.

Eseverri, uno de los jefes comunales del Grupo de los Ocho, aseguró que tuvo colectoras en las últimas tres elecciones (2005, 2007 y 2009) y consideró que “afectan la gobernabilidad de los intendentes, divide el electorado y afecta la mayoría en el Concejo Deliberante”

Por su parte, el jefe comunal de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, sostuvo que “la ley no lo permite abiertamente las colectoras y lo deja facultado al consenso político”.

“No me preocupa que existan o no las colectoras, pero me gustaría que queden claras las reglas de juego”, dijo Gutiérrez a LPO y agregó que espera que “no se vacíe de contenido una propuesta que tuvo como objetivo fortalecer el sistema político”.

La Política On Line

La Tablada: más silencios que certezas

Por Eduardo Anguita
eanguita@miradasalsur.com

Pasados 22 años, poco se sabe sobre el copamiento al Regimiento III de La Tablada y la brutal represión que se desató sobre sus atacantes. Un par de días antes de ese fatídico lunes 23 de enero de 1989, Enrique Gorriarán Merlo habló ante unos 50 militantes en un sitio que se convirtió en el lugar de concentración principal de salida. La mayoría iba a participar del copamiento del cuartel mientras que otros debían repartir panfletos en la zona destinados a alertar sobre un levantamiento carapintada. Lo que en la jerga se conoce como una maniobra de diversión. Entre los asistentes había viejos militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo, algunos de ellos curtidos en las luchas sandinistas y otros que no tenían la más mínima preparación militar. El cuartel había sido estudiado durante meses por parte de los atacantes. Gorriarán habló de las circunstancias políticas que atravesaba el mundo, Centroamérica y también sobre su caballito de batalla: la democracia estaba amenazada por los carapintadas y era preciso tomar la iniciativa para generar una suerte de insurrección popular para frenar en seco a los enemigos de la convivencia dentro de la vida constitucional. Gorriarán llevaba más de veinte años en la lucha revolucionaria, había escapado de la cárcel de Rawson, había sobrevivido a la dictadura, había formado parte de la revolución sandinista. Era una figura con un predicamento en algunos sectores de la militancia latinoamericana y, sin embargo, ese fin de semana previo al copamiento de La Tablada, estaba en la antesala de un desastre que costó muchísimas vidas humanas. Hasta el día de hoy, hay una serie de misterios que Gorriarán se llevó a la tumba y que probablemente no sepan siquiera algunos de quienes pasaron más de diez años en la cárcel por esa acción.
¿Qué sentido tiene indagar sobre los hilos secretos que llevaron a ese episodio que no dejó ningún saldo positivo ni para la democracia ni para quienes quieren ideales y militancia por un cambio profundo? Nelson Mandela escribió en prisión una serie de cuadernos que vieron la luz hace poco en un libro llamado Conversaciones conmigo mismo. Allí dice: “Sólo los políticos de sofá son inmunes a cometer errores. Las equivocaciones son intrínsecas a la actividad política. A aquellos que están en medio de la lucha política, que tienen que afrontar problemas prácticos y apremiantes, se les deja poco tiempo de reflexión, crecen de precedentes que los guíen y están destinados a equivocarse muchas veces. Pero, con el tiempo, y siempre que sean flexibles y estén dispuestos a analizar su labor de un modo autocrítico, adquirirán la experiencia y la previsión necesarias para ser capaces de evitar los peligros habituales e identificar su camino en medio del bullicio de los acontecimientos”.

Gorriarán fue un misterio en muchos aspectos pese a haber sido, de modo indudable, un exponente sobresaliente del intento revolucionario de los años setenta en la Argentina. En sus memorias relata algunos pasajes del ataque del 23 de enero que remiten más a la valentía de quienes quedaron encerrados durante 36 horas y muchos de los cuales murieron. No aclara dónde estaba él. Se da por supuesto que dirigía el operativo desde afuera. Algunos de los atacantes suponen que la inteligencia del Ejército –o del Estado– podría haber tenido información previa. Pero tampoco lo pueden certificar porque los primeros movimientos contaron con la sorpresa suficiente como para tomar las posiciones principales. Una resistencia muy intensa surgió desde donde estaban los carriers artillados, con los cuales tenían previsto salir si la acción salía bien. Esa resistencia no habría sido de grupos especiales que estaban escondidos sino de efectivos de la propia guarnición, muchos de ellos soldados conscriptos.

Algunos de los que cayeron presos y tenían casi nula experiencia militar, durante las primeras horas, y ante la imposibilidad de concretar los objetivos, no entendían por qué no llegaba la orden de retirada. La lista de interrogantes operativos, después del fracaso y la cantidad de víctimas, resultó demasiado amarga. El Movimiento Todos por la Patria, el último año, había sufrido la deserción de muchísimos cuadros políticos que habían formado parte del PRT-ERP. Algunos sabían que Gorriarán tenía previsto tomar las armas bajo la explicación del peligro carapintada. Otros viejos militantes no se fueron de ese movimiento, pero mantenían diferencias con Gorriarán. Tal fue el caso, por ejemplo, de Floreal Canalis, quien había formado parte del Comité Central del PRT y había caído preso en 1974 en la provincia de Buenos Aires.
Apenas unas horas después del shock que vivía la Argentina por el ataque, Gorriarán hizo llegar a algunos diarios una versión venenosa: que Canalis era, en realidad, un agente encubierto de la Policía Bonaerense, a la que se había rendido en la tortura 15 años atrás. Era una fabulación de Gorriarán, destinada a dar una pista falsa sobre los motivos por los cuales la acción había fracasado.

La Penca y La Tablada. Roberto Vital Gaguine murió en La Tablada. Tal como lo cuenta Gorriarán en sus memorias, había sido un joven militante de la Juventud Guevarista que se exilió en 1977 y luego se sumó al grupo de argentinos que Gorriarán comandó en Nicaragua, muchos de los cuales tenían una bravura tan grande como su disciplina al jefe. En 1993, cuando Gaguine había muerto, surgió la primera pista que vinculaba a Gorriarán con el atentado de La Penca, ocurrido en 1984, donde el contra nicaragüense Edén Pastora salvó su vida de una bomba colocada durante una conferencia de prensa en plena selva (ver notas de R. Ragendorfer y de W. Goobar). Hasta ese momento, 1993, las hipótesis se orientaban a que la autoría debía ser de la CIA. Pero en ese momento, surgió otra línea investigativa que señalaba a Gorriarán y al entonces ministro del Interior de Nicaragua, Tomás Borge, vinculados al atentado a Pastora. Decían, tal como se señala en el informe, que Roberto Gaguine había sido el autor material del atentado. Cuando esto tomó estado público, los que habían sido detenidos en el cuartel y las inmediaciones estaban presos, mientras que Gorriarán estaba en libertad. En Buenos Aires, quienes todavía reportaban al MTP ofrecieron una conferencia de prensa para refutar esa versión. Tres años después, Gorriarán era detenido en México y luego trasladado a Buenos Aires, donde estuvo preso hasta que, a principios de 2003, y tras una interminable huelga de hambre, el entonces presidente Eduardo Duhalde lo indultó. En 2006, apenas después de lanzar un partido político (Partido para el Trabajo y el Desarrollo), Gorriarán murió de un paro cardíaco. Nunca explicó lo que pasó en La Penca y mucho menos cómo había sido la trama que lo llevó a planear y comandar el ataque a La Tablada, entre otras cosas.

Pasados 22 años de La Tablada y 28 de La Penca, hay que ceder a la tentación de mirar con los ojos de hoy aquellos dos hechos. Hay contextos distintos y horizontes distintos. Quizá, como le dijeron a Andrés Campos, Roberto Gaguine no contaba con que una colaboradora de Edén Pastora corriera de lugar el maletín que tenía la bomba (ver nota de R. Ragendorfer) y que en vez de orientar las esquirlas al enemigo de la revolución sandinista lo hizo contra los periodistas que estaban en esa conferencia de prensa. Pero lo que está en tela de juicio va mucho más allá de la participación individual de quien, se supone, llevó el explosivo y años después murió en La Tablada.

Los procesos de lucha popular muchas veces se forjan en la clandestinidad. Sus dirigentes y militantes son objeto no sólo de persecución y sus organizaciones son infiltradas. Hay otros aspectos muy complejos que tienen que ver con los contactos y maniobras que los propios jefes pueden hacer por iniciativa propia y que quedan en secreto. Así queda vedado el acceso a la autocrítica de la que habla Mandela. Así, la interpretación de los hechos queda limitada a valoraciones subjetivas, a justificaciones emocionales y no a los datos fríos de los hechos, sobre los cuales sí es posible construir ideas y convicciones firmes.

Hay dos cosas que los procesos revolucionarios no deben permitirse si quieren dejar una huella positiva en la historia. La primera es que el relato de esos hechos quede en manos de los agentes de la reacción que sí tienen acceso a los archivos de los servicios secretos y agencias de inteligencia. La segunda es, precisamente, desestimar el papel que juegan los espías profesionales (profesionales de Estados poderosos que custodian el orden establecido más allá de los gobiernos de turno). Los grupos y organizaciones revolucionarias suelen crear sus propios equipos de inteligencia y contrainteligencia. Algunos hacen del secreto o de las maniobras distractivas una forma de hacer política. Quizás en algunos momentos haya motivos para que esos comportamientos sean aceptables y hasta imprescindibles. No parece justificable el silencio sobre los hechos mencionados. Finalmente, el testimonio de Peter Torbiornsson puede ser tomado con pinzas por alguien. No faltará quien ponga la hipótesis de que lo suyo también puede ser manipulado. Bienvenidos sean los descargos y las réplicas si es que las merece. De lo que se trata es de desentrañar la verdad de la historia.

23/01/11 Miradas al Sur

jueves, 20 de enero de 2011

El asesinato de Paco Urondo

En el primer juicio oral y público que se realiza en la capital de Mendoza por delitos de lesa humanidad, ayer declaró un testigo del operativo en el que murió Francisco “Paco” Urondo. Se trata de Horacio Canela, quien en 1976, junto a su hermano Miguel, presenció lo sucedido desde su negocio de corralón en Guaymallén. El testigo declaró que mientras Urondo era fuertemente golpeado, su mujer, Alicia Raboy, ingresó corriendo al corralón y les entregó la beba (Angela, luego recuperada por sus familiares). El abogado de la querella, Pablo Salinas, recordó que respecto de la versión de que Urondo se suicidó allí con una pastilla de cianuro, “consta en la causa que según la necropsia realizada por el doctor Pinga las causas de la muerte fueron las graves contusiones craneanas”. El testigo brindó una declaración domiciliaria debido a su edad avanzada. Durante la jornada, los integrantes del Tribunal Oral Federal 1 se trasladaron a la casa de un segundo testigo, Hugo Enrique Talquenca, padre de dos desaparecidos. Los jóvenes Hugo Alfredo y Julio Félix, de 21 y 24 años, fueron secuestrados en mayo de 1976 en la casa familiar. Por la causa Urondo están imputados los ex policías Juan Agustín Oyarzábal, Eduardo Smaha, Luis Rodríguez y Celustiano Lucero, acusado de haber sido quien golpeó a Urondo en la cabeza. Por la desaparición de los hermanos Talquenca el único imputado es el ex coronel Tames Yapur, de 87 años, internado en el Hospital Español.
Fuente: Página 12