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domingo, 17 de julio de 2011

Instrucciones para pasar la primaria

Se definirá quiénes podrán competir en las presidenciales. Las fórmulas deberán superar el 1,5 por ciento de los votos válidos emitidos para estar en el cuarto oscuro en octubre.
Por Miguel Jorquera
A menos de un mes de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del próximo 14 de agosto, en las que se decidirá qué fórmulas presidenciales podrán competir en octubre, la mayoría de partidos y alianzas ya tienen puesta su atención en cómo sortearlas de la mejor manera posible. Para que sus boletas estén en el cuarto oscuro el día de la elección presidencial, deberán alcanzar al menos el 1,5 por ciento de “los votos válidamente emitidos” a nivel nacional en las primarias. Los partidos y alianzas que no alcancen ese mismo porcentaje en uno o más distritos –de los 25 en los que está dividido el país– no podrán competir por los cargos a diputados y senadores nacionales que se pondrán en juego en cada uno de ellos el 23 de octubre. Los votantes podrán cortar boletas, elegir y completar su voto entre distintos partidos y alianzas para cada uno de los cargos que estarán en disputa.

Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias nacionales –que debutan el 14 de agosto– serán obligatoria para los 28.685.833 electores empadronados en todo el país. La jueza federal María Servini de Cubría dijo que aquellos ciudadanos que no cumplan su deber de sufragar en las elecciones primarias de agosto no podrán votar en las elecciones generales del 23 de octubre de 2011. Aunque el ministro de Interior, Florencio Randazzo, le bajó el tono a la interpretación de la magistrada y afirmó que quienes no sufraguen en esa instancia igual podrán hacerlo en la elección general de octubre. El funcionario remarcó, de todas formas, la importancia de las primarias, que decidirán quiénes podrán ser candidatos a cada uno de los cargos en juego. Por su carácter de obligatoria, la elección abarcará a todos los empadronados y no sólo a aquellos que estén afiliados a algún partido político.

No pocos partidos, especialmente los más chicos, cifran sus esperanzas en una gran participación ciudadana para poder atravesar las primarias. La elección del 14 de agosto será la segunda valla –la primera fue juntar los avales para participar de las primarias– que deberán sortear partidos y alianzas que aspiran a ser una opción en las presidenciales de octubre. Para ello deberán recolectar al menos el 1,5 por ciento de los “votos válidamente emitidos”, que incluye los votos positivos y en blanco, pero no los nulos.

Es decir, que si votara el 75 por ciento de los empadronados (21,513 millones), cada partido o alianza deberá sumar en todo el país 322 mil votos en las primarias para tener su propia fórmula presidencial en la elección del 23 de octubre.

Pero también deberán sortear esa misma dificultad en cada uno de los 25 distritos electorales del país: sacar al menos “el 1,5 por ciento de los votos válidos en el distrito y para la categoría y cargo en la que pretenda competir en los comicios nacionales”. Las primarias también definirán –además de las fórmulas presidenciales– quiénes serán los candidatos a diputados y senadores nacionales, para renovar la mitad de la Cámara baja (130 bancas) –entre las 24 provincias y la Ciudad Autónoma– y un tercio del Senado (24 bancas), en ocho provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz.

Si se tomaran como ejemplo los resultados de la primera vuelta de la elección porteña, sólo podrían presentar candidatos a diputados nacionales: el PRO (47 por ciento de los votos), el Frente para la Victoria (27,8), Proyecto Sur (12,8), la Coalición Cívica (3,3) y la UCR (2). En cambio, no podrían presentar candidatos a diputados, entre otros, Autodeterminación y Libertad (1,47), el partido de Ricardo López Murphy (1,4), el Frente de Izquierda (0,7) y el duhaldismo (0,29).

Puede darse el caso de que en octubre haya partidos o alianzas que tengan fórmula presidencial en octubre, porque lograron sumar el 1,5 por ciento de los votos emitidos a nivel nacional (como distrito único), pero que no cuenten con candidatos a diputados o senadores en aquellas provincias en las que no hayan logrado superar ese mismo piso.

Las primarias, pensadas como internas abiertas, simultáneas y obligatorias, tienen como objetivo que todos los ciudadanos puedan dirimir los candidatos presidenciales de los partidos o alianzas que se presentan a la elección. Pero la primera experiencia no tendrá contiendas internas: cada partido o alianza concurrirá a las urnas con candidatos o fórmulas únicas. Por eso las boletas en el cuarto oscuro tendrán, además de su número de lista, colores para identificar cada alianza o partido y hasta fotografías de sus candidatos. Si hubiera compulsa interna en algunas de ellas, cada una de las boletas que participe se diferenciaría con una letra.

En casi todos los distritos –salvo las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, San Juan y San Luis (ver aparte)–, las boletas tendrán dos cuerpos: uno para la fórmula presidencial y otro para la lista de candidatos a diputados nacionales. En el caso de las ocho provincias que eligen senadores, sumarán un tercer cuerpo.

Los votantes podrán votar una lista completa o cortar boleta y completar su sufragio con dos o tres partidos o alianzas, siempre que haya un solo voto para cada uno de los cargos que se dirimen. Por ejemplo, en Santa Fe, donde la boleta tendrá sólo dos cuerpos, la de candidatos presidenciales y a diputados nacionales, se podrá votar lista completa o también dividir el voto entre dos alianzas diferentes, indistintamente de los cargos. O en Jujuy, donde las boletas tendrán tres cuerpos, se podrá votar la lista completa o elegir un partido o alianza diferente para cargo en juego: para candidato presidencial, para senadores nacionales y para diputados nacionales.


Con más cosas en juego

Allí también se votará fórmula a gobernador, legisladores provinciales, intendentes y concejales. Sólo la legislación bonaerense es como la nacional. Las otras son más permisivas.

Las primarias serán más complejas para los votantes de la provincia de Buenos Aires, que el 14 de agosto no sólo dirimirán las candidaturas nacionales sino también la fórmula a gobernador, legisladores provinciales, intendentes y concejales. La legislación bonaerense plantea las mismas exigencias que la nacional: los partidos y alianzas electorales deberán superar en territorio bonaerense el piso del 1,5 por ciento de los votos válidamente emitidos para cada uno de los cargos en disputa y poder así presentar candidatos provinciales en la elección del 23 de octubre. En Entre Ríos, San Juan y San Luis también se vota para definir candidaturas distritales, pero allí las leyes son más laxas y menos restrictivas.

En el caso de las primarias bonaerenses (el principal distrito electoral del país con más de 10 millones de empadronados), las boletas tendrán como máximo seis cuerpos: además de los cargos nacionales –presidente y vice; senadores nacionales; diputados nacionales–, sumarán la de gobernador y vice; diputados o senadores provinciales (según la sección electoral); e intendente y concejales. En algunos casos, como el de los partidos provinciales o municipales, tendrán menos cuerpos, ya que muchos de ellos no colgarán sus candidaturas de ninguna fórmula nacional o provincial.

A diferencia de la primarias nacionales, en las bonaerenses sí habrá disputas internas. La más notoria será la del Frente para la Victoria, donde el gobernador Daniel Scioli –que va por su reelección– tendrá competencia por la candidatura a la gobernación: el intendente peronista de José C. Paz, Mario

Ishii. En cambio, todavía falta resolver en la Justicia Electoral provincial si el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella podrá participar de la interna como adherente a la candidatura presidencial de CFK o deberá competir por separado con su boleta a cargos provinciales. La pelea también promete ser fuerte en la mayoría de los municipios bonaerenses, especialmente en el conurbano, donde distintas vertientes del PJ disputarán los cargos comunales.

También habrá confrontaciones intestinas en la Unión por el Desarrollo Social, que comparten la UCR con el peronista Francisco de Narváez, en al menos 40 municipios de la provincia donde no lograron cerrar acuerdos ni listas de candidatos, como La Plata o Azul. En algunas comunas será entre peronistas y radicales, y en otros entre distintas listas de boinas blancas. Algo parecido sucederá en algunas comunas donde el Frente Amplio Progresista tampoco logró acuerdos entre sus integrantes.

Los votantes deberán estar atentos en aquellos municipios donde haya compulsas internas. En algunos casos las boletas de quienes compiten dentro de un mismo partido o alianza tendrán el mismo número y color que las nacionales y provinciales, pero se diferenciarán con letras en las candidaturas municipales. En otros habrá “boleta corta”; es decir, una boleta única para todos los otros cargos, a los que habrá que sumar la municipal, que estará por separado porque quienes compiten lo hacen como partidos vecinales.

Igual que en las primarias nacionales, los bonaerenses podrán votar lista completa o cortar boleta y completar su voto (de seis cuerpos) con diferentes opciones partidarias o de alianzas para cada uno de los seis tipos de cargos electivos diferentes que se dirimen en su provincia.

El padrón bonaerense es de 10.698.384 electores (que representa el 37 por ciento del nacional); o sea, si votan casi todos los empadronados, cada partido o alianza deberá sumar al menos 150.000 votos para poder presentar una fórmula propia a la gobernación. De todos modos, se descuenta que la cifra de votantes será menor, dado que los porcentajes históricos de asistentes a cada elección es mucho más bajo. El ausentismo no tendrá incidencia porque los partidos deberán obtener el 1,5 por ciento de los “votos válidamente emitidos” para participar en octubre.

La situación se hace más compleja para las candidaturas a legisladores provinciales. El padrón bonaerense está dividido en ocho grandes secciones electorales, que a su vez aglutinan a decenas de municipios. En cada una de las secciones, y cada dos años, se eligen legisladores provinciales: senadores y diputados en forma alternativa. Allí, cada partido o alianza deberá también recolectar el 1,5 de los votos emitidos en la primaria para poder tener lista de legisladores en cada sección electoral. Igual que en cada uno de los 135 municipios de la provincia para poder llevar candidatos a intendentes y concejales.

17/07/11 Página|12

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