Macri fue muy democrático. No castigó a nadie en particular, sino a todos los porteños en general”, afirma Daniel Filmus. El candidato del Frente para la Victoria recibió a Miradas al Sur en su despacho del Senado. Durante la charla, analizó la gestión macrista, detalló las propuestas del espacio que lidera y avanzó en definiciones sobre la campaña que arrancó. “En 2007 había una suposición que hablaba de un Macri que podía no tener sensibilidad social, pero que podía ser eficiente para realizar obras públicas. Quedó demostrado que no sólo carece de sensibilidad, sino que, además, es ineficiente. Encabeza un Estado ausente que no resuelve los problemas”, subraya Filmus. Desde su perspectiva, de 2007 a la fecha hubo otro cambio fundamental: la mirada de los porteños sobre el Gobierno Nacional. “La capacidad y el coraje de Cristina demostraron que quedarse en el mismo lugar era retroceder. Se tomaron medidas muy importantes, como la Asignación Universal por Hijo, la estatización de los fondos de las Afjp y la sanción del matrimonio igualitario. Son medidas que demostraron que se podía avanzar con el acompañamiento popular”, apunta Filmus.
–¿Cómo explica que exista un sector dispuesto a votar una candidatura presidencial de Cristina Kirchner y, al mismo tiempo, a Macri en la ciudad?
–Es un sector que está satisfecho, que defiende el statu quo. Tal vez no tienen en claro que la bonanza que disfrutan es por las políticas nacionales. Es un sector pequeño, pero existe.
–¿Qué le suma Carlos Tomada a la fórmula?
–Una gran capacidad de gestión. Es el hombre que reconstruyó las relaciones laborales y puso nuevamente en marcha las convenciones colectivas. Además, tiene una enorme sensibilidad social. Por eso decidió que coordinará las políticas para recuperar la zona sur, donde se requiere un abordaje transversal que implica acciones en salud, educación, vivienda y seguridad.
–¿Cómo explica que exista un sector dispuesto a votar una candidatura presidencial de Cristina Kirchner y, al mismo tiempo, a Macri en la ciudad?
–Es un sector que está satisfecho, que defiende el statu quo. Tal vez no tienen en claro que la bonanza que disfrutan es por las políticas nacionales. Es un sector pequeño, pero existe.
–¿Qué le suma Carlos Tomada a la fórmula?
–Una gran capacidad de gestión. Es el hombre que reconstruyó las relaciones laborales y puso nuevamente en marcha las convenciones colectivas. Además, tiene una enorme sensibilidad social. Por eso decidió que coordinará las políticas para recuperar la zona sur, donde se requiere un abordaje transversal que implica acciones en salud, educación, vivienda y seguridad.
Voto a voto. Filmus no coincide con la caracterización que lo define como el hombre que aporta transversalidad y que coloca a Tomada en el lugar de quien tracciona el voto peronista. “Los dos tenemos una mirada peronista que trasciende lo sectorial”, dice el candidato.
–Hay un votante peronista que no es kirchnerista. ¿Qué reflexión le merece?
–Es un voto que el macrismo heredó del menemismo. Una suerte de alianza entre los más humildes y la clase alta. Esa gente está desilusionada con Macri y la alianza está en disolución. Confío plenamente en nuestra militancia para convencer a esos votantes que todavía miran con recelo al kirchnerismo.
–Muchos analistas señalan que habrá una competencia entre Proyecto Sur y el Frente para la Victoria por un segmento del electorado.
–Es probable que un sector vea en ambos espacios propuestas progresistas. Respeto muchísimo a Solanas. Habrá que debatir y la gente deberá evaluar propuestas y trayectorias de gestión.
–¿En términos geográficos, cómo dibujaría las fortalezas y debilidades del Frente para la Victoria?
–Estamos muy fuertes en la zona centro y fuertes en el sur, donde competimos con Macri, pero tenemos algunos problemas en los barrios del norte.
–¿Como evalúa las listas de adhesión?
–Son vertientes que suman al mismo proyecto. Expresan una realidad: el Frente para la Victoria es mucho más amplio que el kirchnerismo.
–Algunos advierten que los porteños suelen definir su voto de espaldas al resto del país.
–No lo creo. Diría que las tradiciones político-partidarias tienen menor peso que en otros distritos. La ciudad tiene una dinámica propia y hay que comprenderla.
–Según las encuestas, la definición llegará con el ballottage entre el Frente para la Victoria y el PRO. ¿Esto abriría la puerta para una negociación con otras fuerzas?
–No lo descartamos, pero la negociación debe darse con quienes compartan nuestro proyecto para que resulte una suma y no una dilución. Debería resultar en una coalición más amplia que se refleje en la Legislatura. Lo fundamental es confluir en iniciativas para transformar la ciudad. Para eso hay que arrebatarle el distrito al sector neoliberal que añora la década menemista. Son los que pensaron la ciudad como cabeza de playa para llegar a la Casa Rosada y que, ahora, como les fue mal, se replegaron al distrito.
–Hay un votante peronista que no es kirchnerista. ¿Qué reflexión le merece?
–Es un voto que el macrismo heredó del menemismo. Una suerte de alianza entre los más humildes y la clase alta. Esa gente está desilusionada con Macri y la alianza está en disolución. Confío plenamente en nuestra militancia para convencer a esos votantes que todavía miran con recelo al kirchnerismo.
–Muchos analistas señalan que habrá una competencia entre Proyecto Sur y el Frente para la Victoria por un segmento del electorado.
–Es probable que un sector vea en ambos espacios propuestas progresistas. Respeto muchísimo a Solanas. Habrá que debatir y la gente deberá evaluar propuestas y trayectorias de gestión.
–¿En términos geográficos, cómo dibujaría las fortalezas y debilidades del Frente para la Victoria?
–Estamos muy fuertes en la zona centro y fuertes en el sur, donde competimos con Macri, pero tenemos algunos problemas en los barrios del norte.
–¿Como evalúa las listas de adhesión?
–Son vertientes que suman al mismo proyecto. Expresan una realidad: el Frente para la Victoria es mucho más amplio que el kirchnerismo.
–Algunos advierten que los porteños suelen definir su voto de espaldas al resto del país.
–No lo creo. Diría que las tradiciones político-partidarias tienen menor peso que en otros distritos. La ciudad tiene una dinámica propia y hay que comprenderla.
–Según las encuestas, la definición llegará con el ballottage entre el Frente para la Victoria y el PRO. ¿Esto abriría la puerta para una negociación con otras fuerzas?
–No lo descartamos, pero la negociación debe darse con quienes compartan nuestro proyecto para que resulte una suma y no una dilución. Debería resultar en una coalición más amplia que se refleje en la Legislatura. Lo fundamental es confluir en iniciativas para transformar la ciudad. Para eso hay que arrebatarle el distrito al sector neoliberal que añora la década menemista. Son los que pensaron la ciudad como cabeza de playa para llegar a la Casa Rosada y que, ahora, como les fue mal, se replegaron al distrito.
Educación, vivienda y salud. Según Filmus, la lógica de la campaña obligará a que Macri a explique “por qué piensa hacer en los próximos cuatro años lo que no hizo con recursos y una recaudación récord”. Según apunta, son muchas las deudas que acumula la gestión del PRO. “¿Ejemplos? Muchos... Prometió una ley de educación digital. No sé bien qué significa o interpreta por eso, pero la realidad es que el distrito no tiene lo más básico y elemental, como una ley de educación a secas. Tampoco dio respuesta a la falta de vacantes en los niveles inicial y primario”, dice Filmus.
–Hace muchos años que en la ciudad no se construyen hospitales.
–Macri no tenía que construir hospitales, tenía que construir uno solo, en Villa Lugano, y no lo hizo. Tampoco pudo resolver el hospital abierto todo el día y la historia clínica unificada, otras dos promesas que incumplió. También hay problemas con los centros de salud. Son temas básicos que se deben acompañar con mejoras edilicias y tecnológicas.
–¿Cuál es la propuesta con relación a las villas?
–Urbanizarlas. Algunas, muy pocas, habrá que trasladarlas. En forma paralela, apuntamos a construir en seis años cuarenta mil viviendas sociales. Al mismo tiempo vamos a implementar desde el Banco Ciudad créditos para los jóvenes que quieran acceder a su primera vivienda. Además, está el tema de los alquileres. Hay 120 mil unidades ociosas. Nuestra idea es incentivar la oferta mediante una rebaja impositiva.
–Hace muchos años que en la ciudad no se construyen hospitales.
–Macri no tenía que construir hospitales, tenía que construir uno solo, en Villa Lugano, y no lo hizo. Tampoco pudo resolver el hospital abierto todo el día y la historia clínica unificada, otras dos promesas que incumplió. También hay problemas con los centros de salud. Son temas básicos que se deben acompañar con mejoras edilicias y tecnológicas.
–¿Cuál es la propuesta con relación a las villas?
–Urbanizarlas. Algunas, muy pocas, habrá que trasladarlas. En forma paralela, apuntamos a construir en seis años cuarenta mil viviendas sociales. Al mismo tiempo vamos a implementar desde el Banco Ciudad créditos para los jóvenes que quieran acceder a su primera vivienda. Además, está el tema de los alquileres. Hay 120 mil unidades ociosas. Nuestra idea es incentivar la oferta mediante una rebaja impositiva.
Basura, transporte y seguridad. Desde 2006, la cantidad de basura que produce la ciudad no para de crecer. La llamada “Ley de Basura Cero” no se cumple. La clasificación de residuos –que debería hacer cada porteño en su hogar– la realizan quienes trabajan en las calles en condiciones precarias. “La basura no puede ser un negocio. Es un problema social y ambiental Si pagamos por cantidad recolectada estamos en problemas. La aplicación de la norma es urgente”, señala Filmus.
–¿Cuál es la propuesta en materia de transporte público?
–Construir centros de transferencia en los límites de la ciudad para que la gente deje el auto y llegue al centro en transportes públicos de calidad. Obviamente, vamos a trabajar para ampliar la red de subtes.
–Eso requiere de grandes inversiones. ¿Se pueden realizar con la actual estructura de ingresos y egresos?
–Primero hay que terminar con las obras superfluas. Además, hay que aprovechar los planes del Gobierno Nacional. Si la ciudad no se incorporó es porque no presentó los proyectos.
–¿El endeudamiento público es una alternativa?
–Sólo para las grandes obras. Son inversiones que amortizan a largo plazo. El problema con Macri es que incrementó en un 250 por ciento la deuda pública y no hizo obras.
–Se coincida o no con el enfoque mediático, el tema de la seguridad es clave.
–Acompañamos la modificación de la Ley Cafiero para permitir el traspaso de la Policía Federal y vamos a trabajar para fortalecer la Policía Metropolitana. Si somos gobierno, la conducción estará en manos de un civil. El objetivo es articular las tareas de ambas en la misma dirección que lo hace Nilda Garré: más presencia en la calle y foros de participación ciudadana. Además, impulsaremos la designación de comisionados civiles en las comisarías.
–¿Un alineamiento político del distrito con la Nación favorecería el traspaso?
–No necesariamente. El tema es competencia del Congreso. Hace falta el consenso de los diputados y senadores del interior. Hoy, la oposición tiene mayoría en Diputados y nada hizo al respecto. Ni siquiera votaron mi proyecto para el traspaso de la Justicia, que tiene media sanción del Senado y duerme en Diputados desde el año pasado.
–¿Cuánto cuesta el traspaso?
–En principio, unos dos mil millones de pesos anuales.
–¿Cuál es la propuesta en materia de transporte público?
–Construir centros de transferencia en los límites de la ciudad para que la gente deje el auto y llegue al centro en transportes públicos de calidad. Obviamente, vamos a trabajar para ampliar la red de subtes.
–Eso requiere de grandes inversiones. ¿Se pueden realizar con la actual estructura de ingresos y egresos?
–Primero hay que terminar con las obras superfluas. Además, hay que aprovechar los planes del Gobierno Nacional. Si la ciudad no se incorporó es porque no presentó los proyectos.
–¿El endeudamiento público es una alternativa?
–Sólo para las grandes obras. Son inversiones que amortizan a largo plazo. El problema con Macri es que incrementó en un 250 por ciento la deuda pública y no hizo obras.
–Se coincida o no con el enfoque mediático, el tema de la seguridad es clave.
–Acompañamos la modificación de la Ley Cafiero para permitir el traspaso de la Policía Federal y vamos a trabajar para fortalecer la Policía Metropolitana. Si somos gobierno, la conducción estará en manos de un civil. El objetivo es articular las tareas de ambas en la misma dirección que lo hace Nilda Garré: más presencia en la calle y foros de participación ciudadana. Además, impulsaremos la designación de comisionados civiles en las comisarías.
–¿Un alineamiento político del distrito con la Nación favorecería el traspaso?
–No necesariamente. El tema es competencia del Congreso. Hace falta el consenso de los diputados y senadores del interior. Hoy, la oposición tiene mayoría en Diputados y nada hizo al respecto. Ni siquiera votaron mi proyecto para el traspaso de la Justicia, que tiene media sanción del Senado y duerme en Diputados desde el año pasado.
–¿Cuánto cuesta el traspaso?
–En principio, unos dos mil millones de pesos anuales.
“Pies de barro”. Filmus destaca que Macri buscó, durante y después de la campaña que lo ubicó en la Jefatura de Gobierno, posicionarse como el líder de la oposición. “De hecho, intentó antagonizar con los funcionarios nacionales. Por eso se colocó en los antípodas y le echó a la Casa Rosada la culpa de todos los problemas que no supo resolver”, agrega el candidato.
–Tampoco pudo ser candidato presidencial...
–No pudo por el consenso que tiene la Presidenta. Es más, ni siquiera pudo posicionarse como jefe de la oposición porque tiene pies de barro a raíz de su pésima gestión.
–Tampoco pudo ser candidato presidencial...
–No pudo por el consenso que tiene la Presidenta. Es más, ni siquiera pudo posicionarse como jefe de la oposición porque tiene pies de barro a raíz de su pésima gestión.
COMUNICACIÓN. La Ciudad y los medios
Una buena forma de comparar las gestiones de Mauricio Macri y del Gobierno Nacional es evaluar qué hicimos nosotros con Radio Nacional y el Canal Encuentro, y que hizo el PRO con Radio de la Ciudad y la señal Ciudad Abierta”, propone Daniel Filmus. El candidato asegura que de ser electo jefe de Gobierno “potenciará” con un alto contenido educativo ambos canales de comunicación que dependen de la administración porteña. “Ciudad Abierta quedó reducido a poco menos que nada. Lo mismo pasó con la emisora. Se trata de dos herramientas extraordinarias que deberían defender la identidad de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, nadie sabe que existen. Y nadie sabe que existen porque a Macri no le interesa la cuestión, una actitud que también se refleja en la programación teatral. Los barrios tienen mucho para decir y mostrar. Lo mismo pasará con las comunas. ¿Cuántas universidades, tanto públicas como privadas, podrían difundir el fruto de sus investigaciones? Vamos a poner ambos medios al servio de la cultura y la educación”, asegura Filmus.
Una buena forma de comparar las gestiones de Mauricio Macri y del Gobierno Nacional es evaluar qué hicimos nosotros con Radio Nacional y el Canal Encuentro, y que hizo el PRO con Radio de la Ciudad y la señal Ciudad Abierta”, propone Daniel Filmus. El candidato asegura que de ser electo jefe de Gobierno “potenciará” con un alto contenido educativo ambos canales de comunicación que dependen de la administración porteña. “Ciudad Abierta quedó reducido a poco menos que nada. Lo mismo pasó con la emisora. Se trata de dos herramientas extraordinarias que deberían defender la identidad de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, nadie sabe que existen. Y nadie sabe que existen porque a Macri no le interesa la cuestión, una actitud que también se refleja en la programación teatral. Los barrios tienen mucho para decir y mostrar. Lo mismo pasará con las comunas. ¿Cuántas universidades, tanto públicas como privadas, podrían difundir el fruto de sus investigaciones? Vamos a poner ambos medios al servio de la cultura y la educación”, asegura Filmus.
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