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El platense Pablo Bruera y Luis Acuña, de Hurlingham, se alinearon con Scioli. Fue un día después del apoyo de Viviani a la eventual precandidatura del alcalde de Tigre.
El platense Pablo Bruera y Luis Acuña, de Hurlingham, se alinearon con Scioli. Fue un día después del apoyo de Viviani a la eventual precandidatura del alcalde de Tigre.
En medio de las agitadas aguas bonaerenses, los reacomodamientos sorprenden a propios y ajenos. Los intendentes Pablo Bruera, de La Plata, y Luis Acuña, de Hurlingham, quienes hasta ayer acompañaban a Sergio Massa en el llamado Grupo de los Ocho, salieron ayer a hacer explícito su apoyo al gobernador Daniel Scioli ante una eventual interna partidaria. En tanto, desde la gobernación opinan que mientras otros se pelean, la relación entre la presidenta Cristina Fernández y el gobernador está pasando por “su mejor momento”.
La primera piedra la había tirado el jefe de los taxistas porteños, Omar Viviani, y ladero del líder de la CGT Hugo Moyano, quien el miércoles afirmó que apoyaría a Massa en una interna partidaria contra Scioli. Si bien sectores de la central obrera se habían despegado de esas declaraciones, la relación que mantiene Moyano –quien a su vez es presidente del PJ bonaerense– con Scioli quedó sospechada. Desde las oficinas de la gobernación cuentan que el jefe de Gabinete provincial Alberto Pérez habló con Moyano, y que el líder sindical perjuró que las declaraciones de Viviani fueron producto de una iniciativa individual y no orgánica. A su vez, desde la gobernación destacan que el vínculo con Moyano siempre fue bueno, “pero la alianza política es con Cristina”.
Después del alineamiento de Viviani, los posicionamientos de Bruera y Acuña no se hicieron esperar. “La jugada de mandar a un dirigente porteño (por Viviani) a apretar a Scioli les salió mal”, especularon fuentes bonaerenses.
El jefe de Gabinete de Bruera, Santiago Martorelli, salió ayer a marcar la cancha. “En momentos en que comienzan a definirse quiénes van a ser los que sostengan la continuidad del modelo en los próximos años, creemos que Daniel Scioli es la mejor expresión política del peronismo bonaerense, y es por eso que apoyamos su reelección en la provincia”, aseguró Martorelli, mano derecha del intendente platense.
“Bruera formó parte del Grupo de los Ocho a partir de la relación que se fue estableciendo con otros intendentes. El agrupamiento tuvo como objetivo poder intercambiar experiencias vinculadas con la gestión municipal. Si bien el grupo no estuvo ajeno al debate político, nunca se pretendió que se constituya un frente para ir a elecciones internas”, explicó Martorelli a Tiempo Argentino.
El posicionamiento de Bruera se sumó al que más temprano había dado a conocer Acuña. “La candidatura de Daniel Scioli en la provincia es inamovible”, dijo sin ambigüedades, y criticó a su par de Tigre, Sergio Massa, de esa misma agrupación, porque en caso de postularse a la gobernación lo hará en forma “inconsulta”.
“El oficialismo está en el camino correcto y trabajando en ese sentido, no veo por qué se tienen que plantear tantas internas. Por el contrario, habría que buscar consensos para resolver las dificultades que tiene la gente”, manifestó. Acuña ensayó una justificación similar a la de Bruera para dar cuenta de su apoyo a Scioli en detrimento de Massa, al asegurar que el llamado Grupo de los Ocho “no se constituyó como opositor al gobernador Daniel Scioli, sino para trabajar y discutir políticas públicas para nuestros distritos”.
También comparten esa postura los intendentes Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, Joaquín de la Torre, de San Miguel, y Sandro Guzmán, de Escobar, a quienes no les cayó bien que la candidatura de Massa fuera impulsada por Viviani. “Ni siquiera nos consultaron”, se quejaron.
Ninguno de los dos posibles contendientes asegura temer la interna que se desarrollaría el 14 de agosto en la provincia. Mientras que los massistas creen que su jefe tiene la posiblidad de ganar y de posicionarse en la provincia, desde el sciolismo también quieren medir fuerzas porque creen que están seguros del triunfo.
Por lo pronto, en medio de la tensión entre la presidenta y Moyano, sectores del gobierno provincial volvieron a poner sobre la mesa la carta que Scioli tiene para mostrar a propios y ajenos: “la fortaleza de Daniel es su lealtad”, aseguraron, y destacaron que “el acuerdo entre la presidenta y el gobernador es muy fuerte”.
La primera piedra la había tirado el jefe de los taxistas porteños, Omar Viviani, y ladero del líder de la CGT Hugo Moyano, quien el miércoles afirmó que apoyaría a Massa en una interna partidaria contra Scioli. Si bien sectores de la central obrera se habían despegado de esas declaraciones, la relación que mantiene Moyano –quien a su vez es presidente del PJ bonaerense– con Scioli quedó sospechada. Desde las oficinas de la gobernación cuentan que el jefe de Gabinete provincial Alberto Pérez habló con Moyano, y que el líder sindical perjuró que las declaraciones de Viviani fueron producto de una iniciativa individual y no orgánica. A su vez, desde la gobernación destacan que el vínculo con Moyano siempre fue bueno, “pero la alianza política es con Cristina”.
Después del alineamiento de Viviani, los posicionamientos de Bruera y Acuña no se hicieron esperar. “La jugada de mandar a un dirigente porteño (por Viviani) a apretar a Scioli les salió mal”, especularon fuentes bonaerenses.
El jefe de Gabinete de Bruera, Santiago Martorelli, salió ayer a marcar la cancha. “En momentos en que comienzan a definirse quiénes van a ser los que sostengan la continuidad del modelo en los próximos años, creemos que Daniel Scioli es la mejor expresión política del peronismo bonaerense, y es por eso que apoyamos su reelección en la provincia”, aseguró Martorelli, mano derecha del intendente platense.
“Bruera formó parte del Grupo de los Ocho a partir de la relación que se fue estableciendo con otros intendentes. El agrupamiento tuvo como objetivo poder intercambiar experiencias vinculadas con la gestión municipal. Si bien el grupo no estuvo ajeno al debate político, nunca se pretendió que se constituya un frente para ir a elecciones internas”, explicó Martorelli a Tiempo Argentino.
El posicionamiento de Bruera se sumó al que más temprano había dado a conocer Acuña. “La candidatura de Daniel Scioli en la provincia es inamovible”, dijo sin ambigüedades, y criticó a su par de Tigre, Sergio Massa, de esa misma agrupación, porque en caso de postularse a la gobernación lo hará en forma “inconsulta”.
“El oficialismo está en el camino correcto y trabajando en ese sentido, no veo por qué se tienen que plantear tantas internas. Por el contrario, habría que buscar consensos para resolver las dificultades que tiene la gente”, manifestó. Acuña ensayó una justificación similar a la de Bruera para dar cuenta de su apoyo a Scioli en detrimento de Massa, al asegurar que el llamado Grupo de los Ocho “no se constituyó como opositor al gobernador Daniel Scioli, sino para trabajar y discutir políticas públicas para nuestros distritos”.
También comparten esa postura los intendentes Jesús Cariglino, de Malvinas Argentinas, Joaquín de la Torre, de San Miguel, y Sandro Guzmán, de Escobar, a quienes no les cayó bien que la candidatura de Massa fuera impulsada por Viviani. “Ni siquiera nos consultaron”, se quejaron.
Ninguno de los dos posibles contendientes asegura temer la interna que se desarrollaría el 14 de agosto en la provincia. Mientras que los massistas creen que su jefe tiene la posiblidad de ganar y de posicionarse en la provincia, desde el sciolismo también quieren medir fuerzas porque creen que están seguros del triunfo.
Por lo pronto, en medio de la tensión entre la presidenta y Moyano, sectores del gobierno provincial volvieron a poner sobre la mesa la carta que Scioli tiene para mostrar a propios y ajenos: “la fortaleza de Daniel es su lealtad”, aseguraron, y destacaron que “el acuerdo entre la presidenta y el gobernador es muy fuerte”.
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