Las conclusiones surgen de un estudio realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que conduce Roberto Bacman. En total se encuestaron 1017 personas en todo el territorio bonaerense. Las entrevistas fueron telefónicas, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.
En la elección presidencial de 2007, en la provincia de Buenos Aires votaron 7.300.000 ciudadanos sobre un total nacional de 19.400.000 votantes, es decir que nada menos que el 37 por ciento de los votos de todo el país provinieron del territorio bonaerense. Se sabe que es un distrito decisivo, pero el último censo demostró que la importancia va creciendo porque la población bonaerense aumenta proporcionalmente mucho más que la de otros distritos, como la Capital Federal.
En 2007, Cristina Fernández consiguió el 46 por ciento de los votos de la provincia de Buenos Aires. Por supuesto que todavía faltan siete meses para los comicios presidenciales, pero a esta altura tendría más votos que hace cuatro años y pondría rondar el 50 por ciento. La clave, como señala Bacman, es que “hasta el momento la oposición no ha logrado convencer al electorado de que tiene un proyecto de gobernabilidad alternativo. Eso es lo que explica que haya tanta diferencia en la intención de voto de la Presidenta y el segundo, que por ahora es Mauricio Macri. Eduardo Duhalde, que representa al Peronismo Federal, tampoco consigue en su propio distrito superar el nueve por ciento, mientras que los postulantes radicales siguen muy lejos”.
En la carrera por la gobernación, Daniel Scioli establece una nítida ventaja sobre De Narváez, quien viene de ganar la elección legislativa de 2009 con un 34 por ciento de los votos. Hoy por hoy está muy por debajo de aquella performance, con un 21 por ciento de los votos, algo que se explica, entre otras cosas, porque se trata de una elección ejecutiva y no para diputados. Con asignación de los indecisos, Scioli superaría el 40 por ciento. El tercer lugar sería para el candidato de la alianza entre la UCR, el socialismo y el GEN, posiblemente Margarita Stolbizer. En el trabajo de Bacman ese espacio aparece representado, aun en la categoría de gobernador, por Ricardo Alfonsín, pero el hijo del ex presidente rondaría el 12 por ciento. Más atrás, Martín Sabbatella consigue un siete por ciento, dos puntos más que en 2009.
La encuesta del CEOP, que coincide en este punto con todos los demás trabajos, ratifica que quien mayores riesgos corre es Elisa Carrió. En 2007 obtuvo el 26 por ciento en territorio bonaerense y en 2009 el 21. Si se confirman los pronósticos (seis por ciento de intención de voto) perdería el 70 por ciento de sus adhesiones y con ello casi toda la representación parlamentaria que logró hace cuatro años. Por su parte, Pino Solanas puede estar por encima del cinco por ciento de los votos. Debe tenerse en cuenta que en las elecciones presidenciales –tanto en la Argentina como en el resto del mundo– en la medida que se acerca la fecha de los comicios tienden a bajar los porcentajes de las terceras fuerzas, básicamente por la presión del llamado “voto útil”. Esto haría las cosas todavía más difíciles para Carrió y Solanas.
Página 12
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