La Presidenta afirmó que la medida “es un acto de reparación histórica” para los trabajadores afectados por el proceso privatizador. Una parte de la indemnización se entregará en efectivo y el resto en títulos públicos.
En una medida que definió como una “reparación histórica”, la presidenta Cristina Fernández anunció el pago de indemnizaciones para los ex trabajadores de la ex empresa estatal siderúrgica Somisa, privatizada durante la administración de Carlos Menem. El resarcimiento por la venta de la compañía –hoy Siderar, del grupo Techint– supone el pago de 622 millones de pesos y beneficiará a 7200 familias que recibirán el 10% en efectivo y el resto en bocones. “No sólo estamos haciendo una reparación a los titulares de derechos, sino también una reparación histórica. Cuando uno es gobierno tiene que dar respuestas sin echarle la culpa a nadie, aun a los que la hayan tenido”, puntualizó Cristina.
En línea con uno de los ejes argumentales de su mensaje del martes ante la Asamblea Legislativa, la mandataria cuestionó la política de privatizaciones de la década de 1990, y advirtió que las transformaciones de ese período llevaron a la Argentina “para atrás” en el proceso industrial. Por eso, insistió en precisar el significado de una de las comparaciones que utilizó en su discurso en el Congreso Nacional. “Por la venta de sus activos, la Nación recibió 27 mil millones de dólares. Si uno calcula de 2003 a la fecha, el precio diferencial de la soja también alcanza los 27 mil millones de dólares. Esto es para que tomemos magnitud de lo que estamos haciendo los argentinos y lo podamos mensurar”, insistió.
Y, tras enumerar los casos emblemáticos de Aerolíneas Argentinas, Somisa e YPF, entre otras estratégicas empresas del Estado privatizadas, subrayó: “Era una frase común hablar de las ‘joyas de la abuela’. Yo creo que cuando uno vende esas cosas vende algo más que las joyas, vende la casa, el auto, el fondo, todo; porque las joyas pueden ser algo circunstancial pero la casa es imprescindible para que la familia pueda vivir.”
Para realizar el anuncio del pago de las indemnizaciones, contempladas en el Programa de Propiedad Participada (PPP), la presidenta se rodeó de los ministros de Economía, Amado Boudou; de Planificación Federal, Julio De Vido; del Interior, Florencio Randazzo; y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Todos se alinearon frente a un colmado Salón de las Mujeres Argentinas, en el primer piso de la Casa Rosada. También hubo una teleconferencia con la ciudad de San Nicólas, sede de la acería privatizada, donde el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañó a las autoridades locales en un clima festivo de agradecimiento.
“Hoy podemos hacer este acto de reparación, producto de la administración del Estado. Esto se debió hacer hace 21 años y lo estamos haciendo hoy”, subrayó la presidenta. Y no ocultó el deseo fallido de haber contado con la presencia de Néstor Kirchner en el acto ya que, según reveló, “siempre decía que esta era una deuda que había que cumplir”.
E insistió: “Estamos cumpliendo la palabra empeñada. Esto se hace hoy, en un gobierno que pagó todas y cada una de sus deudas, sin echarle la culpa a nadie”, puntualizó.
Cristina también aprovechó la misma convocatoria para anunciar obras de repavimentación de la Ruta 188 y mejoras en el puerto de San Nicólas.
Y utilizó el marco del anuncio para destacar la marcha de la economía que ejemplificó con las cifras récord de patentamiento de automóviles. “Siento, sinceramente, que el país bulle, que bulle su actividad económica. Y que estamos cumpliendo con las promesas, con la palabra”, subrayó.
En línea con uno de los ejes argumentales de su mensaje del martes ante la Asamblea Legislativa, la mandataria cuestionó la política de privatizaciones de la década de 1990, y advirtió que las transformaciones de ese período llevaron a la Argentina “para atrás” en el proceso industrial. Por eso, insistió en precisar el significado de una de las comparaciones que utilizó en su discurso en el Congreso Nacional. “Por la venta de sus activos, la Nación recibió 27 mil millones de dólares. Si uno calcula de 2003 a la fecha, el precio diferencial de la soja también alcanza los 27 mil millones de dólares. Esto es para que tomemos magnitud de lo que estamos haciendo los argentinos y lo podamos mensurar”, insistió.
Y, tras enumerar los casos emblemáticos de Aerolíneas Argentinas, Somisa e YPF, entre otras estratégicas empresas del Estado privatizadas, subrayó: “Era una frase común hablar de las ‘joyas de la abuela’. Yo creo que cuando uno vende esas cosas vende algo más que las joyas, vende la casa, el auto, el fondo, todo; porque las joyas pueden ser algo circunstancial pero la casa es imprescindible para que la familia pueda vivir.”
Para realizar el anuncio del pago de las indemnizaciones, contempladas en el Programa de Propiedad Participada (PPP), la presidenta se rodeó de los ministros de Economía, Amado Boudou; de Planificación Federal, Julio De Vido; del Interior, Florencio Randazzo; y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
Todos se alinearon frente a un colmado Salón de las Mujeres Argentinas, en el primer piso de la Casa Rosada. También hubo una teleconferencia con la ciudad de San Nicólas, sede de la acería privatizada, donde el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, acompañó a las autoridades locales en un clima festivo de agradecimiento.
“Hoy podemos hacer este acto de reparación, producto de la administración del Estado. Esto se debió hacer hace 21 años y lo estamos haciendo hoy”, subrayó la presidenta. Y no ocultó el deseo fallido de haber contado con la presencia de Néstor Kirchner en el acto ya que, según reveló, “siempre decía que esta era una deuda que había que cumplir”.
E insistió: “Estamos cumpliendo la palabra empeñada. Esto se hace hoy, en un gobierno que pagó todas y cada una de sus deudas, sin echarle la culpa a nadie”, puntualizó.
Cristina también aprovechó la misma convocatoria para anunciar obras de repavimentación de la Ruta 188 y mejoras en el puerto de San Nicólas.
Y utilizó el marco del anuncio para destacar la marcha de la economía que ejemplificó con las cifras récord de patentamiento de automóviles. “Siento, sinceramente, que el país bulle, que bulle su actividad económica. Y que estamos cumpliendo con las promesas, con la palabra”, subrayó.
Tiempo Argentino
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