Entrevista: Francisco Barba Gutiérrez, intendente de Quilmes
–¿La candidatura a gobernador de Martín Sabbatella, llevando a la Presidenta en la boleta, complica al Frente para la Victoria a nivel provincial?
–Yo creo que no, ni al peronismo ni al Frente para la Victoria. Sabbatella apuesta a representar un electorado independiente, que no se siente identificado con el peronismo pero sí con el proyecto de Gobierno Nacional. Son sectores de al sociedad que en otros momentos votaron al ARI, puede haber algún desprendimiento de partidos de izquierda, que se sientan más cómodos acompañando a Cristina a través de un candidato a gobernador como Sabbatella.
–Además, el kirchnerismo tiene una tradición frentista.
–Sí. No es nuevo en el peronismo ni en la política argentina. En el 1973, el general Perón permitió que en el Frente Justicialista de Liberación se incorporara el FIP y Jorge Bernardo Ramos. Eso le sumó un millón de votos, que vinieron de sectores más claramente de izquierda. No se los sacó al peronismo, los sumó.
Cristina va a ser la candidata a la presidencia y Daniel Scioli a gobernador. Hay, ya, una porción muy importante del electorado bonaerense convencida de votar por la reelección de la Presidenta y también por la de Scioli. Pero no hay que cerrarle la puerta a otro sector de la sociedad que se sienta identificado con el proyecto nacional pero quiera sumarse desde otra vertiente.
–Estas dos vertientes del kirchnerismo (la peronista y la progre) existen desde 2003. ¿Podrán confluir en una sola estructura partidaria con el tiempo?
–Es posible, más adelante. La elección de este año es un primer paso. Cada coyuntura, cada etapa política es distinta. Este paso es importante.
–¿Por qué cree que algunos intendentes miran con tanto recelo que Sabbatella lleve a Cristina en su boleta?
–Algunos piensan que pueden perder las elecciones en su distrito. Otros –también los hay– creían que Néstor perdía en 2011 y trataron de diferenciarse y ahora se aferran a la candidatura de Cristina y demandan lealtad. Pero no creo esto pase a mayores. No puede terminar en una fractura, ni nada parecido. La Presidenta tiene mucho consenso en la provincia y este modelo también.
–Yo creo que no, ni al peronismo ni al Frente para la Victoria. Sabbatella apuesta a representar un electorado independiente, que no se siente identificado con el peronismo pero sí con el proyecto de Gobierno Nacional. Son sectores de al sociedad que en otros momentos votaron al ARI, puede haber algún desprendimiento de partidos de izquierda, que se sientan más cómodos acompañando a Cristina a través de un candidato a gobernador como Sabbatella.
–Además, el kirchnerismo tiene una tradición frentista.
–Sí. No es nuevo en el peronismo ni en la política argentina. En el 1973, el general Perón permitió que en el Frente Justicialista de Liberación se incorporara el FIP y Jorge Bernardo Ramos. Eso le sumó un millón de votos, que vinieron de sectores más claramente de izquierda. No se los sacó al peronismo, los sumó.
Cristina va a ser la candidata a la presidencia y Daniel Scioli a gobernador. Hay, ya, una porción muy importante del electorado bonaerense convencida de votar por la reelección de la Presidenta y también por la de Scioli. Pero no hay que cerrarle la puerta a otro sector de la sociedad que se sienta identificado con el proyecto nacional pero quiera sumarse desde otra vertiente.
–Estas dos vertientes del kirchnerismo (la peronista y la progre) existen desde 2003. ¿Podrán confluir en una sola estructura partidaria con el tiempo?
–Es posible, más adelante. La elección de este año es un primer paso. Cada coyuntura, cada etapa política es distinta. Este paso es importante.
–¿Por qué cree que algunos intendentes miran con tanto recelo que Sabbatella lleve a Cristina en su boleta?
–Algunos piensan que pueden perder las elecciones en su distrito. Otros –también los hay– creían que Néstor perdía en 2011 y trataron de diferenciarse y ahora se aferran a la candidatura de Cristina y demandan lealtad. Pero no creo esto pase a mayores. No puede terminar en una fractura, ni nada parecido. La Presidenta tiene mucho consenso en la provincia y este modelo también.
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