Por Esteban Bekerman
Debido a los generosos créditos que su gobierno otorgara a Racing, se dijo siempre que Juan Domingo Perón era hincha de la Academia. Nada más lejos de la realidad: como bien dijera Antonio Cafiero en 2009, el General hinchaba por Boca. Por si ese testimonio pudiera ser puesto en duda, igualmente, existe otro mucho menos conocido que aclara definitivamente la cuestión.
Se trata de las declaraciones que en julio de 1981 hiciera Ramón Cereijo, quien como ministro de Hacienda -nombre que recibía entonces la cartera de Economía- fue el verdadero padrino político de Racing durante el primer gobierno de Perón, como él mismo no tuvo problemas en admitir por aquellos años ’40 y ’50 ni en cada oportunidad posterior en que se lo consultó al respecto.
Al ser entrevistado por el extinto semanario deportivo “Estadio” en épocas de la última dictadura militar, precisamente, Cereijo volvería a vanagloriarse de la decisiva influencia que ejerció para que la Academia construyera el estadio “Presidente Juan Domingo Perón”, así como para -en pleno éxodo de figuras argentinas al fútbol colombiano- mantener un plantel de estrellas con el que el club de Avellaneda obtuvo el primer tricampeonato del profesionalismo entre 1949 y 1951.
Claro que no sólo eso haría Cereijo en aquel revelador reportaje. Además, consultado sobre de qué cuadro era hincha de Perón, diría claramente: “El general era simpatizante de Boca y no de Racing, como suponían muchos. Es más, en 1951, cuando se disputó la famosa final entre Banfield y Racing, Perón hinchaba por el primero. Usted sabe, es común que nos identifiquemos con los equipos más chicos”.
El periodista repregunta: “¿Entonces es falso el supuesto favoritismo de Perón con Racing?”. Cereijo responde tajante: “Totalmente. Fíjese, nosotros salvamos a Independiente y Huracán de que les remataran las sedes. Y también tiene el caso de San Lorenzo, que hoy no tiene un estadio como el de Racing por haber sido demasiado pretencioso en su momento”.
En la nota, Cereijo aclara que el único punto en que Racing salió favorecido gracias a Perón fue por la iniciativa del entonces presidente de hacer una cancha cerrada y no en forma de “herradura” como le habían propuesto en un principio, cuando el fundador del PJ llegó incluso a ofrecerle al club los terrenos en que hoy se encuentra el Hotel Sheraton de Retiro pero “por un problema de sentimentalismo” los dirigentes racinguistas prefirieron quedarse en Avellaneda.
El reportaje en el que Cereijo hace estas declaraciones, que puede leerse entero cliqueando aquí, fue facilitado a 442 por el coleccionista boquense Pablo Batlle, quien en su sitio de Facebook aporta también la foto que ilustra esta nota como prueba irrefutable de la pasión de Perón por Boca. Y es que allí se ve al General gritando desaforado el gol con el que el centrodelantero Roberto Rolando decretó el 3-2 agónico que los xeneizes lograron ante River en el Monumental en 1953.
Batlle menciona también las declaraciones que, según el historiador del peronismo Roberto Baschetti, Perón hiciera en su exilio luego de un amistoso que Boca perdió ante el Betis en 1964 por 2-1: “La derrota de Boca no solo la sentí como simpatizante de ese club del cual soy hincha, sino que me costó pagarle una apuesta a mi jardinero que es rabioso simpatizante del Betis”. Concluyente, ¿no?
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