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viernes, 14 de febrero de 2014

14 DE FEBRERO DE 1898 NACIMIENTO DE RAÚL SCALABRINI ORTÍZ

14 DE FEBRERO DE 1898

NACIMIENTO DE RAÚL SCALABRINI ORTÍZ

 En el día de hoy, don Raúl cumple 116 años de vida, y decimos vida porque aquellos hombres que dedican su vida a una obra, a una causa, siguen vivos en ella, trascendiendo así los limites de su propio cuerpo y existencia temporal.

 Este es, sin dudas, el caso de Raúl Scalabrini Ortíz, quien allá por los años 30, indignado ante la injusticia y el sometimiento imperialista comenzara el largo camino de  su lucha, que resultó fundamental para lo que hoy conocemos como Pensamiento Nacional.

 Escritor consagrado, habiendo trabajado en el diario de los Mitre, Scalabrini Ortíz decide "suicidarse" en el año 1933, utilizando esta palabra al estar en conocimiento de los grandes intereses a los que se enfrentaría de ahí en mas.

 Para graficar esto, transcribimos a continuación un texto del mismo Raúl, consultando el caso a su amigo Macedonio Fernández:

 ""Fue entonces que consulté el caso con el mas lúcido espíritu que he conocido en mi vida en que tantos grandes hombres he tratado. Macedonio me escuchó en silencio, tocó un rato la guitarra y después me dijo: "hay un punto en que siempre hemos sentido de manera distinta. Yo no creo mas que en la pasión entre iguales. Es el único milagro del ser. Usted siempre afirma que la pasión puede depositarse en cualquier cosa, hasta en una abstracción. Quizás esta sea su vida. Solo usted puede resolverlo..."

 "He allí -pensaba yo, después- el consejo de Macedonio. "Quizás sea esa su vida". Pero esa vida constituye despojar a la vida de todo lo que burguesamente constituye la vida. Una vida con un solo objetivo en que todo lo demás esta muerto, es casi una muerte. Pensaba yo: por lo tanto, para vivir esa vida es indispensable matar todo lo que constituye para los hombres normales una manifestación de vida: la lucha de posiciones, la conquista del éxito y su mantenimiento, la pequeña vanidad, la pequeña codicia, el pequeño engreimiento... Matar todo eso... es como suicidarse. Y una noche, en el pequeño escritorio que yo tenia en la casa de madre, donde había escrito "El hombre que esta solo y espera", tome la decisión y me suicidé. Me suicidé para mi mismo y quede convertido en puro espíritu. Las demoníacas potencias del imperio británico serian inermes para mi. Ellas tienen validez solamente sobre lo temporal, pero no sobre el espíritu y yo era solo espíritu. Mis debilidades corporales habían sido abatidas para siempre. Ese es el secreto de mi constancia. Por eso no hay derrota que pueda desalentarme. ¡Y ahora voy tras esa idea!..."

 Y a esa profunda entrega a la causa nacional es a la que debemos no solo el desarrollo de esta corriente de pensamiento, sino el descubrimiento de la realidad argentina y, posteriormente, la adopción de políticas por parte del gobierno del Gral. Perón basadas en ese diagnostico, alcanzándose como uno de los mayores logros la nacionalización de los Ferrocarriles británicos y franceses.

 Tratar de abarcar toda su obra excedería al volumen de un simple artículo, por lo que transcribiremos un fragmento de una carta que el Gral. Perón le enviara desde Caracas en 1957:

 "Su prestigio, volcado valientemente en trabajos serios, ininterrumpidos y oportunos, le ponderan hoy  -una vez mas- ante la argentinidad.

 Los que como usted no saben pedir, pero son conscientes de sus responsabilidades, no podían dejar de contribuir con su capacidad autorizada y orientadora frente a las nuevas fuerzas de ocupación.

 Usted conoce el pesado trabajo de la prédica anticolonialista. Durante muchos años -lo recuerdo bien- se encontró casi solo en el combate. La conspiración del silencio, cuando no la persecución abierta, era problema permanente que le enfrentó con la miseria -sobrellevada dignamente- mientras quebraba las energías de numerosas inteligencias argentinas. No podía exigirse un país de apóstoles "elegidos" y se presenciaba con descorazonamiento que ante la chatura del ambiente, la crueldad de la realidad ahogaba los esfuerzos por las banderas nacionales.
 
 En fin, entre nosotros no podemos contarnos historias tan recientes. Pero hay cosas innegables de las cuales no se puede prescindir en cualquier planteo presente o futuro. A usted le cabe el honor del precursor, el formador de una promoción que alimento a la revolución nacional. Por otra parte, el merito de la popularización y realización de los principios de independencia económica y soberanía política es obra exclusivamente del justicialismo, que las vinculo estrechamente con el problema social.

 Hoy, mi amigo, comprobamos con alegría que su popularidad es inmensa, porque su lenguaje y conceptos están en el pueblo y usted pude dialogar cómodamente con el. Su actitud ha sido invariable en muchos años pero, ¡que hermoso es sentirse interpretado!. Esta lejos el tiempo aquel en que clamaba, prácticamente en el desierto, ante la incomprensión de la masa y la indiferencia oligárquica. En un lapso maravillosamente corto se ha operado el cambio politizador y usted ya podrá continuar ininterrumpidamente ese dialogo, porque los pueblos nunca abandonan a sus verdaderos amigos"

 De esta manera, queremos rendirle nuevamente homenaje a este gran luchador argentino, latinoamericano y antiimperialista, redirigiendo el pedido que el mismo Don Raúl le hiciera al entonces Coronel en 1944:

Cra Cristina, ¡LE VAMOS A PEDIR LOS TRENCITOS! ¡ADQUIRIR LOS FERROCARRILES PARA EL ESTADO ES ADQUIRIR SOBERANÍA!
En el día de hoy, don Raúl cumple 116 años de vida, y decimos vida porque aquellos hombres que dedican su vida a una obra, a una causa, siguen vivos en ella, trascendiendo así los limites de su propio cuerpo y existencia temporal.


Este es, sin dudas, el caso de Raúl Scalabrini Ortíz, quien allá por los años 30, indignado ante la injusticia y el sometimiento imperialista comenzara el largo camino de su lucha, que resultó fundamental para lo que hoy conocemos como Pensamiento Nacional.

Escritor consagrado, habiendo trabajado en el diario de los Mitre, Scalabrini Ortíz decide "suicidarse" en el año 1933, utilizando esta palabra al estar en conocimiento de los grandes intereses a los que se enfrentaría de ahí en mas.

Para graficar esto, transcribimos a continuación un texto del mismo Raúl, consultando el caso a su amigo Macedonio Fernández:

""Fue entonces que consulté el caso con el mas lúcido espíritu que he conocido en mi vida en que tantos grandes hombres he tratado. Macedonio me escuchó en silencio, tocó un rato la guitarra y después me dijo: "hay un punto en que siempre hemos sentido de manera distinta. Yo no creo mas que en la pasión entre iguales. Es el único milagro del ser. Usted siempre afirma que la pasión puede depositarse en cualquier cosa, hasta en una abstracción. Quizás esta sea su vida. Solo usted puede resolverlo..."

"He allí -pensaba yo, después- el consejo de Macedonio. "Quizás sea esa su vida". Pero esa vida constituye despojar a la vida de todo lo que burguesamente constituye la vida. Una vida con un solo objetivo en que todo lo demás esta muerto, es casi una muerte. Pensaba yo: por lo tanto, para vivir esa vida es indispensable matar todo lo que constituye para los hombres normales una manifestación de vida: la lucha de posiciones, la conquista del éxito y su mantenimiento, la pequeña vanidad, la pequeña codicia, el pequeño engreimiento... Matar todo eso... es como suicidarse. Y una noche, en el pequeño escritorio que yo tenia en la casa de madre, donde había escrito "El hombre que esta solo y espera", tome la decisión y me suicidé. Me suicidé para mi mismo y quede convertido en puro espíritu. Las demoníacas potencias del imperio británico serian inermes para mi. Ellas tienen validez solamente sobre lo temporal, pero no sobre el espíritu y yo era solo espíritu. Mis debilidades corporales habían sido abatidas para siempre. Ese es el secreto de mi constancia. Por eso no hay derrota que pueda desalentarme. ¡Y ahora voy tras esa idea!..."

Y a esa profunda entrega a la causa nacional es a la que debemos no solo el desarrollo de esta corriente de pensamiento, sino el descubrimiento de la realidad argentina y, posteriormente, la adopción de políticas por parte del gobierno del Gral. Perón basadas en ese diagnostico, alcanzándose como uno de los mayores logros la nacionalización de los Ferrocarriles británicos y franceses.

Tratar de abarcar toda su obra excedería al volumen de un simple artículo, por lo que transcribiremos un fragmento de una carta que el Gral. Perón le enviara desde Caracas en 1957:

"Su prestigio, volcado valientemente en trabajos serios, ininterrumpidos y oportunos, le ponderan hoy -una vez mas- ante la argentinidad.

Los que como usted no saben pedir, pero son conscientes de sus responsabilidades, no podían dejar de contribuir con su capacidad autorizada y orientadora frente a las nuevas fuerzas de ocupación.

Usted conoce el pesado trabajo de la prédica anticolonialista. Durante muchos años -lo recuerdo bien- se encontró casi solo en el combate. La conspiración del silencio, cuando no la persecución abierta, era problema permanente que le enfrentó con la miseria -sobrellevada dignamente- mientras quebraba las energías de numerosas inteligencias argentinas. No podía exigirse un país de apóstoles "elegidos" y se presenciaba con descorazonamiento que ante la chatura del ambiente, la crueldad de la realidad ahogaba los esfuerzos por las banderas nacionales.

En fin, entre nosotros no podemos contarnos historias tan recientes. Pero hay cosas innegables de las cuales no se puede prescindir en cualquier planteo presente o futuro. A usted le cabe el honor del precursor, el formador de una promoción que alimento a la revolución nacional. Por otra parte, el merito de la popularización y realización de los principios de independencia económica y soberanía política es obra exclusivamente del justicialismo, que las vinculo estrechamente con el problema social.

Hoy, mi amigo, comprobamos con alegría que su popularidad es inmensa, porque su lenguaje y conceptos están en el pueblo y usted pude dialogar cómodamente con el. Su actitud ha sido invariable en muchos años pero, ¡que hermoso es sentirse interpretado!. Esta lejos el tiempo aquel en que clamaba, prácticamente en el desierto, ante la incomprensión de la masa y la indiferencia oligárquica. En un lapso maravillosamente corto se ha operado el cambio politizador y usted ya podrá continuar ininterrumpidamente ese dialogo, porque los pueblos nunca abandonan a sus verdaderos amigos"

De esta manera, queremos rendirle nuevamente homenaje a este gran luchador argentino, latinoamericano y antiimperialista, redirigiendo el pedido que el mismo Don Raúl le hiciera al entonces Coronel en 1944:

Cra Cristina, ¡LE VAMOS A PEDIR LOS TRENCITOS! ¡ADQUIRIR LOS FERROCARRILES PARA EL ESTADO ES ADQUIRIR SOBERANÍA!

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