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Gabriel Mariotto |
Entrevista: Gabriel Mariotto. El vicegobernador de
la Provincia de Buenos Aires repasa el día a día de uno de los
territorios más complejos de la Argentina y aborda los temas
problemáticos de la gestión: la economía, la seguridad y los medios de
comunicación.
- Hay una cosa que tengo fija, y vos te la vas a acordar seguro.
Yo salía del Banco Central, hacía calor, venía de tener un off, como se
dice habitualmente, con Mercedes Marcó del Pont. Salía de verla y me
encontré con vos. Me dijiste “bueno, confirmado”. Confirmado que eras
candidato.
–Yo iba caminando a verlo al gobernador Scioli en las oficinas del Banco
Provincia, y ahí en la puerta nos encontramos nosotros. Así que tuve la
oportunidad de decirte la primicia.
–De acuerdo con tu cara, por un lado estabas honrado, y por otro sabías que venía un desafío.
–Y sí. El desafío es permanente. Por supuesto, no es “llegué a tal
lugar”, sino que hay que honrar ese lugar y hay que ponerle mucha
militancia, mucho estudio, mucha capacitación, mucho compromiso y son 24
por 24 de laburo.
–¿Cómo fue esa primera reunión?
–Fue una buena reunión. Scioli me estaba esperando para comunicarme
seguramente lo que ya había hablado con la Presidenta de la Nación. Ahí
yo me sentí realmente muy comprometido. Y arrancamos a plantear ejes,
sabiendo que íbamos a tener la posibilidad de complementarnos mucho, que
no teníamos las mismas visiones sino que formamos parte del Proyecto
Nacional, pero cada uno con sus matices, con sus diferencias. Más que
entenderlo como una confrontación, eran aportes que cuando se presentan
honestamente, intelectualmente honestos, van a servir mucho a la
construcción de la gestión. Y así arrancamos. Después tuvimos idas,
vueltas, altas, bajas, operaciones mediáticas, títulos estridentes. Pero
en términos del General, los melones se acomodan con el andar del
carro. Y a la revisión del año, el gobernador ha tenido palabras muy
elogiosas a nuestra tarea en la Legislatura. Todo lo que el Ejecutivo
pidió pudo verse en Ley. Como nunca, tuvo presupuesto el 1º de
noviembre.
–Vamos a aclarar que la función del vicegobernador es la de presidir
el Senado, es decir, la Cámara alta, y todas las funciones que conlleva.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires, convertir en ley los
proyectos del Ejecutivo provincial, que, ¿pueden ingresar por cualquiera
de las dos cámaras?
–Sí. Por cualquiera de las dos cámaras. En algunos aspectos, lo que
tiene que ver con lo impositivo, ingresa por el Senado. Pero pueden
ingresar por ambas cámaras. Lo cierto es que todos los proyectos que
fueron enviados por el Ejecutivo fueron tratados en tiempo y forma. Lo
que pasa es que, claro... el cambio de formato fue tan grande que generó
muchas dudas, muchas especulaciones. Y yo sabía que iba a generar
ruido, pero tampoco salí al cruce en el momento en que ese ruido se
producía, confiando en que la mirada del período, de acción y de
gestión, se iba a entender una vez terminado, porque... Llega un
proyecto, y nosotros lo hacemos pasar por las comisiones. Antes, los
proyectos, en su mayoría, se trataban sobre tablas, y no había discusión
política. No había aportes de ninguno de los partidos de oposición.
–Esto es una tradición del peronismo bonaerense, que prefiere
discutir más a puertas cerradas y en todo caso después no dar un debate
en público...
–Es posible. Había una práctica: se presentaba una ley desde el
Ejecutivo, se resolvía en una discusión o en una conversación de un
despacho, y se votaba la ley. Aquí fue todo lo contrario. Llegaba la
ley, por ejemplo, de Policía Judicial...
–Te iba a preguntar por eso, porque es uno de los temas importantes.
–Importantísimo. Es uno de los aspectos que hablamos con el gobernador
durante los primeros días de la campaña. Era un viejo dictamen
constitucional del año ’94, que jamás se había presentado en la
Legislatura. Y el gobernador lo presentó en la apertura de sesiones del
1º de marzo del 2011. Cuando llega el proyecto del Ejecutivo, que ya
había trabajado la Comisión por la Memoria, tenía algunas
modificaciones...
–Disculpame que te interrumpa, pero es un tema muy importante. Me
acuerdo que Hugo Cañón, que está, no enfrentado a Scioli, pero sí con
denuncias muy fuertes sobre las acciones de la Bonaerense, junto a todos
los integrantes de la Comisión Provincial por la Memoria estaban
encantados porque Scioli los había llamado. Habían charlado, y él optó,
de los proyectos que tenía, por el de la Comisión Provincial por la
Memoria.
–Ésa fue la matriz. Después, el Ejecutivo hizo algunas consideraciones,
algunas modificaciones y lo envió al Legislativo. Cuando nosotros lo
tomamos, diseñamos la estrategia de los foros.
–¿Por qué tomaste este proyecto?
–Me gustaban los dos proyectos. El de la Comisión Provincial por la
Memoria tenía algunos aspectos más elaborados que el presentado por el
Ejecutivo y, de todas formas, estábamos muy satisfechos de que en este
período podamos abordar ese tema tan importante. Rápidamente construimos
8 foros para escuchar a todos los sectores de la sociedad: volver a
escuchar a los organismos de derechos humanos, pero también escuchar a
jueces, fiscales, defensores, víctimas de la violencia institucional, ex
detenidos, madres, padres de víctimas, policías... Todo el mundo aportó
en esos foros.
–Entiendo que te sirvió la experiencia del proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
–Sí, claro. Repetimos el mismo esquema.
–Yo no se si te acordás, seguramente que sí. Pero hace muchos años,
vos remabas en el desierto con los foros. Vos estabas ahí, con
entusiasmo. Por eso, los foros son un lugar de militancia, pero de
agricultor...
–Total. Lo que pasa es que, en este tiempo de construcción política,
donde Néstor y Cristina han diseñado ejes de gestión para ampliar
derechos y ampliar ciudadanía, no alcanza solamente con la decisión de
nuestra conducción, hace falta que la sociedad acompañe. Y pare eso hay
que discutir mucho y predicar mucho y escuchar mucho, porque el pueblo
sabio puede expresarse con datos que son certeros. Entonces, lo que la
Presidenta eligió como el camino más difícil, que el texto de la ley de
Servicios de Comunicación Audiovisual, en vez de ir directamente al
Congreso, empiece a tomar cuerpo en la sociedad a partir de los foros,
nosotros lo tomamos para llevar adelante la consolidación del proyecto
de Policía judicial. Ahora, qué nos dijo el Ejecutivo, y algunos
operadores y algunos agentes de prensa: “Ah, no, mandan a los foros
porque no lo quieren tratar nunca más, van a licuarlo, van a patearlo
para adelante”. Nosotros, en 45 días hicimos ocho foros y consolidamos
el texto, que sufrió muchos aportes y muchas modificaciones, que fueron
después muy consideradas y aceptadas por el Ejecutivo, y por eso votamos
Policía Judicial de consenso. Todas las voces que se expresaron en esos
foros estuvieron después en el texto final. Y tomamos otras
recomendaciones. Por ejemplo, nos decían “está perfecto policía
judicial, está perfecto que esté en el marco de la Procuración... ahora,
la Procuración es una institución que atrasa 200 años, por qué no está
la autonomía de la defensa”, y tomamos esa voz, y también presentamos,
por iniciativa de la Legislatura y con origen en el Senado, el proyecto
de autonomía de la defensa, el cambio, el desdoblamiento del Ministerio
Público Fiscal, y ya la tenemos en Ley.
–Te quiero preguntar, primero, en qué instancia quedó este proyecto
de policía judicial, y también el de policía municipal, y cuáles son las
garantías que va a tener la ciudadanía para que esas normas, esos
institutos, después sean aplicados y sean controlados por gente idónea.
Porque justamente son leyes que surgen por las deficiencias
institucionales en el ámbito fiscal, judicial y policial.
–Policía judicial ya es ley, por unanimidad, y este año va a empezar a
implementarse en el departamento judicial de Mar del Plata, que es un
departamento judicial muy importante de la provincia de Buenos Aires.
También digo que con Policía judicial surgieron cuatro leyes más que
fueron de agenda propia, y que el Ejecutivo no las impulsaba porque
estaba en muchos temas de coyuntura.
–Cuando decís de agenda propia, son iniciativas que surgieron de tu parte.
–De nuestra parte y escuchando a los ciudadanos en los foros. Autonomía
de la Defensa, o sea, desdoblamiento de la Procuración, que va a
fortalecer la institución. También vimos que la secretaría de Jury de
Enjuiciamiento era otra de las deficiencias institucionales que tenía la
provincia, porque llegan las denuncias de los malos funcionarios
judiciales y se guardan en los cajones. Entonces, el mal funcionario
judicial jamás tiene la posibilidad de ser sancionado, porque ese tema
no se aborda nunca. Cambiamos la ley para darle un procedimiento
administrativo transparentado, de cara a la sociedad. Agregamos la
autonomía de la Defensa en el cambio de la Procuración, Secretaría de
Jury de Enjuiciamiento, y ya tiene media sanción el nuevo Consejo de la
Magistratura. Porque nos tiramos de los pelos con algunos fallos
judiciales y no sabemos quién elige a los agentes judiciales de la
provincia. No sabemos que las corporaciones se votan entre sí, que hay
un cargo en un departamento judicial X de la provincia, y que el Colegio
de Abogados de esa ciudad propone a un representante, y que
sistemáticamente los otros Colegios de Abogados lo votan a pie
juntillas, y junto a los Colegios de Magistrados, y se reproduce la
familia judicial. Entonces, le pusimos luz al consejo de la
Magistratura, porque las corporaciones son un problema para la
democratización de las instituciones. Ya no es sólo una ley de policía
judicial, es una matriz de justicia que empezó a democratizarse. Y
también el mecanismo de prevención de la tortura, que fue una de las
cosas que recibimos también en los foros: no podía ser que la Provincia
de Buenos Aires no tuviera el mecanismo. Y ya lo hemos también
sancionado por unanimidad. Lo mismo pasó en otros aspectos, como la ley
de hábitat. Todas estas leyes son iniciativa de la legislatura.
Entonces, la mirada tradicional, la de la política conservadora de la
provincia, las operaciones de prensa, nos acusaban que éramos cualquier
cosa, que queríamos destituir al gobernador, que queríamos cargos.
Nosotros dejamos que esa descalificación circulara, porque lo único que
pretendíamos era instalar un agenda de discusión de gestión: ayudar al
Ejecutivo en todo lo que pedía, pero también hacer los aportes. Y hoy,
al año, el gobernador está muy contento, porque ve que el Ejecutivo tuvo
todo lo que necesitó. Hubo un grupo de legisladores que laburaron todo
el año y le hicieron aportes que engrandecen la gestión.
–Me interesa auscultar cuáles son las preocupaciones de la sociedad. Y
es cierto que en todo el país, pero particularmente en la provincia de
Buenos Aires, y especialmente en la parte urbana, los problemas tienen
que ver con la seguridad o inseguridad. Y esto que vos decís es la nueva
estructura, es el nuevo andamiaje.
–Sí. Yo lo entendí así desde el primer momento. Y por supuesto recibí
instrucciones, a partir de escuchar a la Presidenta. Ella
permanentemente va a la búsqueda de la transparencia, y sobre todo de la
democratización, y que no haya corporaciones que connivan con el
delito. Y nosotros en la Provincia de Buenos Aires vimos que esa
connivencia estaba reproduciéndose sistemáticamente. No de ahora, no es
culpa de un dirigente, es parte de una práctica. Nosotros vimos malos
funcionarios policiales. También vimos buenos funcionarios policiales.
Pero también vimos como que la Justicia estaba siempre por fuera, y que
no aparecía iluminada. Entonces, le quisimos aportar mucha reflexión en
materia de la matriz judicial de la provincia de Buenos Aires. Para que,
si hay vocación institucional, los cambios puedan llevarse adelante, y
que no haya una corporación que le ate las manos a nadie a la hora de la
transformación. Y que todo el mundo sepa cómo se llevan adelante esos
procedimientos. Muchas veces los ciudadanos no sabemos qué puerta
tenemos que golpear para hacer una denuncia, no sabemos que existen las
fiscalías, y cuando tenemos que denunciar vamos a las comisarías, y
muchas veces los fiscales tampoco están las 24 horas del día trabajando.
Yo conozco fiscales, producto de estas experiencias, que cuando
recibían un ciudadano que iba a hacer una denuncia lo mandaban a la
comisaría. Entonces, policía judicial, un cuerpo especializado en
investigaciones, que tenga un alto nivel de capacitación, un alto nivel
de honestidad intelectual y ética, probada, con concursos muy bien
llevados a cabo, para que el personal que nutra esa nueva fuerza tenga
el respeto de la sociedad y la confianza de la sociedad. Es muy
importante, pero tiene que estar acompañado de estas otras medidas. Por
eso fue un año en donde laburamos muchísimo.
–Te quiero preguntar dos o tres cosas más sobre gestión. Una tiene
que ver con el tema de los juicios por jurado con participación popular.
Cualquiera que vea series norteamericanas, ha visto cómo funciona eso.
Me imagino que sobre esto habrás tenido que formarte una opinión...
–Sí, y tenemos un proyecto de ley que envió el Ejecutivo y que
seguramente el año que viene estaremos tratando. Yo creo que va a ser
ley el próximo año. Este período que se inicia el 1º de marzo, 2013,
seguramente vamos a tener la posibilidad de sancionar esa ley, de juicio
por jurados, lo mismo que la ley de ética pública. La provincia de
Buenos Aires no tiene el mismo compromiso que la Nación: ninguno de los
funcionarios de los tres poderes tenemos que hacer presentaciones
públicas de nuestros patrimonios. La ley de ética pública va a estar
considerada, y también el Ejecutivo mandó el proyecto de policía
comunal, que tenemos que seguir discutiéndolo con los intendentes.
–Eso es para los municipios que tienen una determinada cifra de habitantes.
–Sí, 300 mil habitantes.
–Es decir, que de los 135 municipios habrá un 20%.
–Pero hay proyectos que establecen que todos los municipios pueden
llegar a disponer la policía comunal, y ahí hay que discutir mucho con
todos los intendentes. Hay muchas inequidades en nuestra provincia, son
135 distritos, 135 realidades.
–El otro día me causó pena, porque no es gracia: estaba entrevistando al
intendente de Castelli, y le decía: “Cuáles son los principales
problemas?” Cualquiera que conozca Castelli sabe que es un pueblito muy
chiquito. Y me dice: “Uno de los principales problemas es la
inseguridad”. “Pero no me diga eso, un pueblito tan chiquitito...”, le
respondí. “Es que acá la gente ve TN”, me dijo. Es terrible, y no me lo
dijo tomándome el pelo.
– El compañero Francisco Echarren... Si, eso es sistemático en la
Provincia. Cuando abrimos el foro sobre la ley de medios en la
Universidad de Córdoba se demoró el avión y llegamos un poquito más
tarde. Entonces tuve oportunidad de leer una nota de Julio María
Sanguinetti, que planteaba que si en Uruguay llevaban adelante una
encuesta, iba a ganar la pena de muerte, porque veían los noticieros
argentinos.
–Me quedaron por hablar algunos temas, no referidos a la seguridad y
su normativa, sino a la ejecución. Las cárceles en la provincia reclaman
constantemente compromiso, porque hay una trama de destrato, de
maltrato, de violación de los derechos humanos, de comisarías con presos
que no tendría que haber, con menores en comisarías. Hay un Ministerio
que es Justicia y Seguridad. Cómo hace el vecino para poder confiar?
–Comparto con vos que es una deuda, y que para solucionar los problemas
primero hay que advertirlos. De entrada fuimos con Horacio Verbitsky y
grupos de compañeros de Derechos Humanos a la Unidad 46 de San Martín,
una construcción que se hizo sobre terrenos del Ceamse. Son terrenos en
los que no hay agua potable, por ejemplo. Fuimos, golpeamos las manos e
ingresamos. Por supuesto que el director de la Unidad Penitenciaria me
quiso hacer pasar a su oficina. Pero yo le dije que quería ir a los
pabellones y estuvimos toda la tarde recorriéndolos. Y no podemos mirar
con ojos de Servicio Penitenciario lo que sucede dentro de las
Penitenciarias, porque sino estamos acostumbrados a ver un sufrimiento
que nos parece natural. Hay reclusos que están 23 horas encerrados, sin
ver la luza. Y en vez de 4 litros de agua como corresponde, le dan uno y
contaminada. Y ni hablar a veces de las raciones de comida, y ni hablar
de estudiar. Y ni hablar de las enfermedades, y ni hablar de la
documentación. Por ejemplo, muchos ciudadanos que están privados de su
libertad llegan sin documentos, muchos tienen hijos que tampoco tienen
documentos y que no saben que les asiste la asignación universal, o
papás que podrían tener la jubilación y no la tienen. Entonces, hay una
serie de resortes que el Estado tiene que abordar porque no estamos en
una posición alegremente garantista, como nos quieren descalificar. Ese
nivel de deterioro, que no cumple con lo que dice la constitución sobre
cárceles sanas y limpias para la recuperación, es el huevo de la
serpiente. Si la vida de un detenido vale diez pastillas adentro de una
unidad penitenciaria... Si ese detenido cumple con su condena y sale a
la calle, con tal de no volver a ese lugar tan trágico, la vida de
cualquier ciudadano vale diez pastillas. Entonces, tenemos que cambiar.
Por eso vamos a hacer aportes en materia de nuevas leyes, pero también
queremos reflexionar. Lo hacemos habitualmente con el Gobernador y con
el Ministro de Seguridad.
–Sé que tenés buena relación con Sergio Berni...
–Sergio es el vicepresidente de la Cámara, está en uso de licencia por el cargo.
–Es senador.
–Sí. Es un gran compañero de la Segunda Sección electoral.
–Cuando estaba Felipe Solá como gobernador, en alguna oportunidad fui
a unas villas en San Martín, cerca de la Ceamse. Justo había sido la
desaparición de Jorge Julio López, y Berni vino en esa comitiva de gente
que estábamos ahí. Yo había ido para ver si podíamos ayudar con los
temas de comunicación popular. Me acuerdo que charlé con él, que en ese
momento reportaba al ministro Arslanian. Y claro, Arslanian era mala
palabra para la Bonaerense. Pero no por Arslanian en sí mismo, sino
porque significaba golpear la puerta y decir “señores, acá voy a poner
autoridad”. Del mismo modo que sé que hace unos años el senador Román
era el jefe policial en las sombras, porque era el que repartía la caja.
[Mariotto asiente]. Entonces, todavía hay muchas cosas que hay que dar
vuelta, y lamentablemente cuando aparece el nombre Mariotto, aparece
manipulado. No aparece como el tipo que está tratando de llevar adelante
una patriada de un cambio cultural importante con los medios.
Desgraciadamente, esto lo digo así, apareces como el tipo raro, el que
lo quiere desbancar al gobernador...
–Y, sí, porque la mirada tradicional es caprichosa. Y yo creo que como
canta Alejandro del Prado en “Los locos de Buenos Aires”, “cuidado con
esa gente, no se sabe qué pretende”. A nosotros, dicen “claro, ponen
estos ejes porque quieren otra cosa, quieren un ministerio, quieren el
lugar del gobernador”. No, queremos discutir estos ejes. Y a lo largo de
este año quedó claro que nadie pidió nada del Ejecutivo. Nosotros somos
muy respetuosos del gobernador y cumplimos. Nuestra tarea es hacer
aportes y los estamos haciendo. Claro que la provincia de Buenos Aires
tiene una matriz conservadora en donde alguien que fue jefe de
narcotráfico después fue jefe de policía. Y que era la mejor policía del
mundo en el marco del duhaldismo. Así murió Cabezas, en esa connivencia
de barrabravas con policias. Que llevaban delincuentes a la Costa para
robar para ellos y que después se convirtieron en la mano de obra
desocupada. En la provincia tuvimos Cabezas, Luciano Arruga, por
supuesto, la Masacre de Ramallo, los pibes de la Cárcova, y tuvimos
Candela. Cuando sucedió el caso Candela y estábamos nosotros se hizo una
Comisión Investigadora, que también al principio decían “la van a usar
políticamente para cambiar un ministro”, y no. Fue muy seria, muy
profunda, y quedó como una comisión absolutamente clara, marcando el
detalle que la investigación judicial no consideró sobre el vínculo con
el narcotráfico.
–Te menciono un nombre, Marta Arriola. Estuvo en esa comisión, era
una colaboradora directa de Nilda Garré y ahora está trabajando en Río
Negro en área de seguridad.
–Sí, y también con nosotros. Está en nuestro equipo, Marta y todo su equipo llevaron adelante la secretaría de esa comisión.
–Yo la conozco muy bien a Martha, fue la inspiradora de todos los
foros de seguridad de la provincia de Buenos Aires. Hay muchos policías
que a Marta Arriola no la quieren ni ver, precisamente porque es mujer y
porque metió la nariz.
–Bueno, pero esto es un camino. Este camino en la recuperación
democrática lo inició Luis Brunatti, Ministro de Gobierno de Antonio
Cafiero, aún sin el auxilio del gobernador, no quiso compartir cajas, y
le quitó la caja a la policía. Luis Brunatti hizo una tarea ciclópea,
maravillosa. Con un montón de errores, producto de un momento de
coyuntura donde él estaba absolutamente solo. Cometió errores pero
también tuvo un montón de aciertos. Después vino Arslanian, mucho tiempo
después, 15-20 años después, con un montón de aciertos, y otros tantos
errores, porque esto es un camino. Y después venimos nosotros,
modestamente, con un grupo de compañeros a plantarnos y a revisar con
mucho afecto las experiencias anteriores. Seguramente cometemos un
montón de errores y un montón de aciertos, y esto es un camino. Más
tarde o más temprano la democratización va a llegar a la Justicia y a la
policía.
–Te quiero hablar de algo, bien de abogado del diablo, bien de
maldito. Porque para eso es la tarea de periodista, y además uno
disfruta hacer la pregunta del maldito. Leo columnistas que no quiero
nombrar porque no quiero individualizar, pero que muchas veces, a mi
criterio con veneno y también como en una cierta jugarreta de ajedrez,
que razonan... “Bueno, la Presidenta lo mandó a Mariotto de alfil, juega
de vanguardia avanzada, y después, si tiene que hacer un acuerdo con
Scioli, lo va a dejar a Mariotto. Ahí, le dirá ‘bueno, Mariotto, ahora
sé embajador en tal lado, total donde estuviste te mataste, hiciste las
cosas bien. Ya me serviste para esto, lograste lo que quería’”... Esto
que yo te digo en un minuto y de una manera muy coloquial, lo dicen en
algunos diarios muy prestigiosos de manera muy seria. Ahora, lo que pasa
es que después nadie va y te pregunta “cuando dicen esas cosas, qué
pensás vos?”
–Vos sabés que no le doy mucha importancia. Porque cuando empiezo a leer
a veces las notas que me involucran me doy cuenta que como las premisas
son falsas, la conclusión es falsa. Acá hay que estar muy atento a
decodificar esas premisas, a ponerlas bajo cuestionamiento. Entonces, el
argumento puede ser sólido, pero si se apoya en premisas falsas, es
endeble, y es parte de una operación. Entonces, muy pocas veces termino
la nota que me involucra en la descalificación, porque digo “no, es
falso, esto es mentira, es una interpretación libre, producto de una
interpretación, que beneficia a alguien”. Por otra parte, yo no voy a
tener la simpatía de los escribas de los grandes medios de comunicación.
Yo creo que me he ganado su enemistad para el resto de mis días. Y,
entonces, creo que la resignificación está en el primer plano. Por otra
parte, que no estén preocupados por mí, porque yo tampoco lo estoy.
Cumplo un rol, estoy orgulloso de poder recibir instrucciones de la
Presidenta. En materia de la ley de comunicación yo recibí
permanentemente instrucciones, que aparte compartía. Quería recibir esas
instrucciones desde que era pibe, desde que era estudiante. Yo formo
parte de un Proyecto Nacional, trato de honrarlo, de interpretarlo. Me
equivoco mucho, acierto en otras cosas. Pero soy parte de un racimo,
entonces no estoy preocupado por dónde voy a ir el año que viene.
–Es un año de mucho cuidado del peso, del peso a peso. Entonces, como
el presupuesto se votó en la Provincia de Buenos Aires, lo votaron
ustedes y vos has mirado los números, te quiero preguntar si creés que
va a ser un año con muchas dificultades fiscales. O en realidad se va a
lograr? Y si es un año que, sin dudas, va a ser un año de dificultades
fiscales para la provincia, se va a recurrir a lo que habitualmente se
recurre, que es al teléfono con la casa de Gobierno. O también se puede
recurrir a volver a debatir algunas normas que le están haciendo muy
bien a la provincia, respecto de quiénes tienen que tributar y quiénes
tienen que recibir menos carga?
–Sí, hay que discutir todo y charlar mucho. La provincia de Buenos Aires
en 2012 tuvo 113 mil millones de pesos. Hoy tenemos 139 mil millones de
pesos en el 2013, y hay un déficit aproximadamente de 16 mil millones
de pesos, que está previsto en el presupuesto en letras que se pueden
colocar en el mercado financiero internacional, que no es lo más
aconsejable pero está previsto. Echando mano a un resorte que a mí
particularmente no me gusta, porque este proyecto político no ha pedido
deuda... Entre las cosas patrióticas de Néstor y Cristina se puede
contar, precisamente, no endeudarse, desendeudarse, producto del ahorro
en el Banco Central. Pero ese déficit seguramente el gobernador y su
ministra de Economía lo charlan con el ministro de Economía de Nación, y
siempre la Nación ha salido en auxilio. Lo que sí, la Provincia de
Buenos Aires tiene que recaudar mucho más, es una provincia muy
productiva. Y los reclamos de coparticipación, que también hay que
discutirlos. El gobernador lo ha planteado, el jefe de Gabinete de la
Provincia también. Yo entiendo que se tiene que discutir, pero siempre
en el marco de la pertenencia a un proyecto de país, a 24 provincias, 40
millones de habitantes... La coparticipación hay que discutirla, pero
también hay que ver cómo nosotros recaudamos más. Porque no podemos
recaudar el 90% de nuestro presupuesto, tenemos que recaudar mucho más, y
nuestro presupuesto tiene que ser más abultado y los gastos en materia
de salarios tienen que llegar al 70-75%, para hacer otras cosas, para
empezar a charlar. Hoy venimos muy atrás. Entonces, hay que optimizar
esa recaudación, dar cuenta con mucha claridad a la sociedad dónde se
gastan esos recursos, y por qué tenemos el déficit que tenemos.
Entonces, nuestra propuesta es arrancar al revés: dar cuenta de lo que
estamos haciendo, para entonces reclamar lo que nos falta. Vamos a
transparentar bien los números de la Provincia para poder volcarlos en
acciones de gobierno, que son traccionadas por la Nación. No se puede
entender una provincia que construya lo que se está construyendo sin la
Nación. Los intendentes no pueden soñar con obras de infraestructura
básicas, como cloacas o nuevas viviendas, con lo que recaudan ellos
solos. Tiene que haber atrás una Provincia, y una Nación. Nación,
Provincia y Municipio es lo que se puede considerar como el elemento de
vanguardia, y que nos permite construir. Y que nos da la garantía de una
coparticipación estructual que aporta siempre la Nación.
–Te voy a hacer simplemente un comentario final. Cuando estuviste en
la Secretaría de Medios, en el Afsca, eras claramente un hombre de
gestión. Yo te conocí en la Universidad de Lomas y eras un hombre de
gestión, los cambios que ha tenido cuando vos estuviste al frente en la
Facultad de Ciencias Sociales, los cambios que se iban dando ahí eran
por esta capacidad de conseguir recursos, saber cómo utilizarlos, a
dónde direccionarlos. Y vos sabes que, lamentablemente, debo decirte que
es difícil encontrar una foto tuya, para hablar de gestión. A lo sumo,
es para salir a replicar... Lo consultan a Gabriel para que replique lo
que dijo otro medio porque suena tan ridículo. Gabriel tiene que decir
“no, yo no dije eso”... Bueno, la verdad, si hay otros colegas que lo
han escuchado tienen 30 mil cosas para seguirle... Fijense, 135
municipios, te mencioné uno de muy poca población, y enseguida dijiste
“bueno, el compañero Echarren”. Conoces hasta las últimas baldozas.
–Es así. La batalla por la ley de medios tiene esos costos. Pero el
pueblo profundo, la ciudadanía con sensibilidad lo sabe discernir. Por
eso lo que digan las letras de molde o las descalificaciones de los
grandes medios de comunicación son una cocarda que voy a llevar para
toda la vida.