Los ministros de Economía, Amado Boudou, y de Planificación, Julio De Vido, anunciaron la eliminación de los subsidios de agua, gas y electricidad que recibían bancos, financieras, casinos, aeropuertos internacionales, empresas de telefonía móvil, hidrocarburos y minería, lo que representará un ahorro fiscal de 600 millones de pesos. Una comisión conjunta revisará y adecuará el esquema general de subsidios y, cada 15 días, informará acerca de los sectores a los cuales se les aplicará una quita total o parcial de los mismos. También anunciaron la transferencia del Subte y el Premetro a la Ciudad de Buenos Aires.
El ministro de Economía y electo vicepresidente, advirtió que la decisión, al igual que las tomadas por "el Gobierno desde 2003", tendrá "un impacto positivo en el funcionamiento de la economía". Boudou contextualizó la medida con la crisis mundial e indicó que se analizará la quita o reducción parcial de los subsidio en base a dos criterios: "profundizar la distribución del ingreso y la industrialización. (...) Tenemos las herramientas y sabemos cómo hacer para que el costo no recaiga sobre los usuarios", confirmó Boudou.
En cuanto al primer punto, el funcionario indicó que "los subsidios deben estar guiados por un principio de equidad que siga mejorando la distribución del ingreso, como lo hicieron hasta ahora". Respecto del segundo objetivo, el ministro señaló que "los países que pueden avanzar, dentro del lento ritmo de la economía mundial, serán aquellos que amplíen su mercado interno. Las políticas de subsidio sirvieron para industrializar el país, para crear cinco millones de puestos de trabajo, e incluir a sectores de la población que estaban fuera del mercado laboral". El objetivo es que los subsidios "sigan siendo un instrumento de crecimiento y desarrollo de la Argentina", agregó el titular de la cartera de Economía.
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