Por Carlos Rodríguez
Desde Mar del Plata
“Que vergüenza, mirá lo que es esto.” Con la espalda sobre el cerco que separa de la ruta pública a uno de los balnearios privados de Playa Grande, un chico de apenas 19 años estaba indignado por la presencia de los militantes de La Cámpora y del Movimiento Evita.
–¿Por qué te da vergüenza, si nadie está haciendo nada malo?
–Esto es una playa, no tienen que venir a hacer política con nosotros. Quiénes se creen que son estos tipos, que los vamos a votar porque vienen y nos llenan la playa de ruido.
–¿No te parece que ellos tienen el mismo derecho que vos de estar en la playa y de expresar lo que tienen ganas de expresar, y que eso no significa que vos tengas que votarlos o militar con ellos?
–Y a mí qué me importa lo que ellos quieran. Se tienen que ir de la playa, estos negros de mierda no pueden estar acá.
–¿No te parece que estás exagerando y que la tuya sí es una actitud que puede generar vergüenza?
–Por qué no te vas a la mierda.
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