En el primer juicio oral y público que se realiza en la capital de Mendoza por delitos de lesa humanidad, ayer declaró un testigo del operativo en el que murió Francisco “Paco” Urondo. Se trata de Horacio Canela, quien en 1976, junto a su hermano Miguel, presenció lo sucedido desde su negocio de corralón en Guaymallén. El testigo declaró que mientras Urondo era fuertemente golpeado, su mujer, Alicia Raboy, ingresó corriendo al corralón y les entregó la beba (Angela, luego recuperada por sus familiares). El abogado de la querella, Pablo Salinas, recordó que respecto de la versión de que Urondo se suicidó allí con una pastilla de cianuro, “consta en la causa que según la necropsia realizada por el doctor Pinga las causas de la muerte fueron las graves contusiones craneanas”. El testigo brindó una declaración domiciliaria debido a su edad avanzada. Durante la jornada, los integrantes del Tribunal Oral Federal 1 se trasladaron a la casa de un segundo testigo, Hugo Enrique Talquenca, padre de dos desaparecidos. Los jóvenes Hugo Alfredo y Julio Félix, de 21 y 24 años, fueron secuestrados en mayo de 1976 en la casa familiar. Por la causa Urondo están imputados los ex policías Juan Agustín Oyarzábal, Eduardo Smaha, Luis Rodríguez y Celustiano Lucero, acusado de haber sido quien golpeó a Urondo en la cabeza. Por la desaparición de los hermanos Talquenca el único imputado es el ex coronel Tames Yapur, de 87 años, internado en el Hospital Español.
Fuente: Página 12
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