El seguro constituye una de las más modernas instituciones destinadas a procurar la conservación de la riqueza de las naciones, mediante la protección de su patrimonio económico y humano.
Resulta lógico, entonces, que las mismas busquen el crecimiento y consolidación de su mercado asegurador como un medio para contar con una adecuada protección de su patrimonio nacional y evitar el drenaje de divisas que representa la contratación de seguros en el exterior.
Otro libro latinoamericano que trata la temática del Seguro.
En el año 1946, fruto de la creciente intervención del Estado en la economía, y en el marco de la amplia reforma financiera realizada poco antes del comienzo de la primera experiencia peronista, surgió la última política aseguradora concertada, estructurada y con objetivos a largo plazo que existió en la República Argentina.
Esa política se vio materializada en la Ley Nº 12.988, que sentaría las bases de un mercado nacional de seguros y reaseguros.
Su principal expresión fue la creación del Instituto Mixto Argentino de Reaseguros (IMAR), cuyo accionar se desarrolló entre los años 1948 y 1952, y en este último año, el 18 de septiembre, fue nacionalizado y convertido en el Instituto Nacional de Reaseguros (INDER).
El IMAR se convertiría, durante esos cinco años, en uno de los principales promotores de las llamadas "exportaciones invisibles", favoreciendo además, el proceso general de sustitución de importaciones en un área especialmente sensible de la Argentina de ese momento como era la contratación y el pago de servicios externos.
El funcionamiento del Instituto sirvió tanto para crear y consolidar el sistema nacional de seguros y reaseguros, como para expandirlo, generando compañías sólidas, haciendo crecer la oferta del seguro en la República Argentina, al mismo tiempo que se evitaba la salida de divisas al exterior en concepto de reaseguros.
DCH/
No hay comentarios:
Publicar un comentario