Por Walter Moore
La estela del 19 de diciembre de 2001 en la ciudad de Buenos Aires, se ha extendido al planeta entero.
Los piqueteros españoles, autodesignados como “Los Indignados”, han obtenido repercusiones en otros países europeos y los norteamericanos parecen estar despertando de un ensoñamiento de un confort ininterrumpido desde la guerra de Vietnam.
Los piqueteros neoyorkinos se han designado como “Ocupá Wall Street” es un nombre, con una fuerte reminiscencia a nuestros “Okupas”, que han merecido hasta una miniserie televisiva que lleva este título y fuera difundida por nuestro Canal 13.
El paroxismo de este movimiento de protesta contra el Sistema en general y contra los bancos y los políticos en particular, no puede sino referirse a ese slogan que el Pueblo argentino lanzara en esa histórica fecha “Que se vayan Todos”. En otras palabras, todos los que han tenido poder y dejaron que la Humanidad se encuentre en esta situación loca, donde la riqueza de todos los que la crean pasa a manos de los parásitos financieros y sus amanuenses políticos.
Esta conciencia universal, de que esta gente nos está dejando sin futuro, alcanza una dimensión planetaria, las redes sociales han invitando a los piqueteros de 719 ciudades de 71 países[1][1] a salir a la calle bajo el lema “United for globalchange”.
Nosotros lo gestamos, y los españoles, como siempre, se aprovecharon de nosotros, endilgándose la autoría, y el mundo nos imitó por medio de esas “interpósitas” personas.
Recordemos algunas de las cosas extraordinarias que pasaron en esos, meses: el despliegue de creatividad que desplegamos los argentinos:
· Expulsamos a Domingo Cavallo, embajador imperial de cuatro gobiernos.
· Declaramos el no pago de la deuda externa.
· Creamos un nuevo sistema de intercambio: Las Redes de Trueque, a las que se plegaron casi 9 millones de personas, que intercambiaban con monedas que inventaron sus miembros.
· Creamos un sistema de monedas provinciales, primero “El Patacón” y luego todas las otras monedas llamadas despectivamente por el sistema financiero “Cuasi monedas”, que permitió sobrevivir durante la brutal crisis generada.
· Creamos las Asambleas Populares en muchísimos barrios.
· Salimos a la calle hasta que encontramos a los políticos que interpretaron el sentir de los argentinos y disponían del coraje necesario para enfrentar a los asesinos de la patria sublevada, y les damos 12 años de gobierno.
Ocho años después, de esa soberbia liberal que, durante décadas, destruyó y saqueó a la Argentina a su antojo, sólo ha quedado una revolución fracasada: LA REVOLUCION DEL NO.
Un NO a los cambios, porque esta gente vive en un mundo que ya no comprenden, un mundo en cambio, un mundo con futuro, que ellos no pueden entender porque se han quedado anclados en el pasado.
Pero no es el pasado el que constituye el presente, sino lo que está gestándose para el futuro.
Y si faltara alguna demostración de lo que sucede hoy es lo que nos depara el futuro, tenemos esta extraordinaria difusión popular, donde el planeta entero se pliega a una iniciativa en contra del sistema “globalizado”.
Ahora es muy clara la diferenciación que hacía Perón entre Globalización y Universalismo.
En realidad, el Año 2.000 nos ha encontrado unidos y liberándonos.
Buenos Aires, octubre de 2011
Walter Alberto Moore ecodemocracia@gmail.com
La estela del 19 de diciembre de 2001 en la ciudad de Buenos Aires, se ha extendido al planeta entero.
Los piqueteros españoles, autodesignados como “Los Indignados”, han obtenido repercusiones en otros países europeos y los norteamericanos parecen estar despertando de un ensoñamiento de un confort ininterrumpido desde la guerra de Vietnam.
Los piqueteros neoyorkinos se han designado como “Ocupá Wall Street” es un nombre, con una fuerte reminiscencia a nuestros “Okupas”, que han merecido hasta una miniserie televisiva que lleva este título y fuera difundida por nuestro Canal 13.
El paroxismo de este movimiento de protesta contra el Sistema en general y contra los bancos y los políticos en particular, no puede sino referirse a ese slogan que el Pueblo argentino lanzara en esa histórica fecha “Que se vayan Todos”. En otras palabras, todos los que han tenido poder y dejaron que la Humanidad se encuentre en esta situación loca, donde la riqueza de todos los que la crean pasa a manos de los parásitos financieros y sus amanuenses políticos.
Esta conciencia universal, de que esta gente nos está dejando sin futuro, alcanza una dimensión planetaria, las redes sociales han invitando a los piqueteros de 719 ciudades de 71 países[1][1] a salir a la calle bajo el lema “United for globalchange”.
Nosotros lo gestamos, y los españoles, como siempre, se aprovecharon de nosotros, endilgándose la autoría, y el mundo nos imitó por medio de esas “interpósitas” personas.
Recordemos algunas de las cosas extraordinarias que pasaron en esos, meses: el despliegue de creatividad que desplegamos los argentinos:
· Expulsamos a Domingo Cavallo, embajador imperial de cuatro gobiernos.
· Declaramos el no pago de la deuda externa.
· Creamos un nuevo sistema de intercambio: Las Redes de Trueque, a las que se plegaron casi 9 millones de personas, que intercambiaban con monedas que inventaron sus miembros.
· Creamos un sistema de monedas provinciales, primero “El Patacón” y luego todas las otras monedas llamadas despectivamente por el sistema financiero “Cuasi monedas”, que permitió sobrevivir durante la brutal crisis generada.
· Creamos las Asambleas Populares en muchísimos barrios.
· Salimos a la calle hasta que encontramos a los políticos que interpretaron el sentir de los argentinos y disponían del coraje necesario para enfrentar a los asesinos de la patria sublevada, y les damos 12 años de gobierno.
Ocho años después, de esa soberbia liberal que, durante décadas, destruyó y saqueó a la Argentina a su antojo, sólo ha quedado una revolución fracasada: LA REVOLUCION DEL NO.
Un NO a los cambios, porque esta gente vive en un mundo que ya no comprenden, un mundo en cambio, un mundo con futuro, que ellos no pueden entender porque se han quedado anclados en el pasado.
Pero no es el pasado el que constituye el presente, sino lo que está gestándose para el futuro.
Y si faltara alguna demostración de lo que sucede hoy es lo que nos depara el futuro, tenemos esta extraordinaria difusión popular, donde el planeta entero se pliega a una iniciativa en contra del sistema “globalizado”.
Ahora es muy clara la diferenciación que hacía Perón entre Globalización y Universalismo.
En realidad, el Año 2.000 nos ha encontrado unidos y liberándonos.
Buenos Aires, octubre de 2011
Walter Alberto Moore ecodemocracia@gmail.com
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