Una sociedad “crispada” por la falta de combustible, luz y billetes se volvió el caballito de batalla del matutino para promover el malestar social y en el medio –por supuesto– seguir culpando al gobierno hasta por el calor.
Falta plata, falta nafta, falta luz”, pareciera ser el latiguillo más usado en el discurso agorero del momento, una consigna fácil, pegadiza y capaz de hacer mella en una población más que saturada por el interminable calor. De esa manera, problemas habituales vinculados a la coyuntura o a cuestiones climáticas se unen para crear un explosivo cóctel de negatividad y mala onda (algo de eso hablamos cada vez que tratamos de explicar el formidable poder de los medios para manipular los estados de ánimo de la opinión pública). ¿Esto quiere decir que los problemas para cargar nafta o conseguir billetes no debieran ser tratados por los matutinos? No, nada que ver. Pero existen diferentes formas de presentarlos. Por ejemplo, mientras ayer casi todos los diarios informaron en notas regulares o pequeños espacios sobre la dificultad para conseguir combustibles, Clarín editó el tema en las tres páginas que abrieron su edición, encabezándolas con un título que por lo demás resultó un tanto engañoso: “Se agravó la falta de naftas y hubo largas colas para cargar”. ¿Por qué resulta engañoso ese título? Porque desde la volanta ya se reconoce que el abastecimiento se normalizará en los próximos días, y porque la nota se centró más que nada en las colas y en las comprensibles quejas de los consumidores, aunque tras la lectura del artículo completo queda claro a todas luces que se trata de un problema estacional y aparentemente próximo a resolverse. “En la escasez de combustible que se hizo evidente ayer se concentraron distintos factores –marcó la nota–. Por un lado, los faltantes estuvieron vinculados a la necesidad de los consumidores, quienes aumentaron la demanda de naftas con motivo de las fiestas de fin de año y el período de vacaciones. Por otro, hubo inconvenientes porque los días de ‘las fiestas cayeron mal para la distribución de combustibles’, explicó una fuente de las petroleras. ‘El viernes 24 se trabajó a media máquina, el sábado 25 fue feriado y el domingo no se hace habitualmente la distribución. Con lo cual, todo lo que se distribuyó el jueves pasado tuvo que durar para todo el fin de semana. Pero supuestamente a partir de hoy o mañana la situación se va a normalizar. Porque combustible hay. El problema fue la distribución’, insistió la fuente.” Ahora bien, si este es el panorama, ¿por qué, entonces, acentuó el diario desde la bajada que “muchos automovilistas tenían miedo de llegar al fin de semana largo con el tanque vacío”?Pero hay todavía más, porque en un recuadro de opinión, el matutino aprovechó para servir una extraña ensalada en la que vinculó a Eduardo Duhalde, Mauricio Macri, el Partido Obrero, la violencia en Constitución, y “otros problemas que están crispando por estas horas a la sociedad”, como lo es en este caso la escasez de naftas. “Falta plata, falta nafta y falta luz. De eso, el Gobierno no habla”, concluyó el breve texto. De nuevo: nadie está proponiendo el no informar sobre un tema tan candente como puede ser la escasez de combustibles. Pero agrandarlo a golpe de títulos altisonantes y apelaciones al “miedo” pareciera mostrar –una vez más– que las ganas de desparramar el mal humor están superando el interés por mantener a los lectores informados.
Falta plata, falta nafta, falta luz”, pareciera ser el latiguillo más usado en el discurso agorero del momento, una consigna fácil, pegadiza y capaz de hacer mella en una población más que saturada por el interminable calor. De esa manera, problemas habituales vinculados a la coyuntura o a cuestiones climáticas se unen para crear un explosivo cóctel de negatividad y mala onda (algo de eso hablamos cada vez que tratamos de explicar el formidable poder de los medios para manipular los estados de ánimo de la opinión pública). ¿Esto quiere decir que los problemas para cargar nafta o conseguir billetes no debieran ser tratados por los matutinos? No, nada que ver. Pero existen diferentes formas de presentarlos. Por ejemplo, mientras ayer casi todos los diarios informaron en notas regulares o pequeños espacios sobre la dificultad para conseguir combustibles, Clarín editó el tema en las tres páginas que abrieron su edición, encabezándolas con un título que por lo demás resultó un tanto engañoso: “Se agravó la falta de naftas y hubo largas colas para cargar”. ¿Por qué resulta engañoso ese título? Porque desde la volanta ya se reconoce que el abastecimiento se normalizará en los próximos días, y porque la nota se centró más que nada en las colas y en las comprensibles quejas de los consumidores, aunque tras la lectura del artículo completo queda claro a todas luces que se trata de un problema estacional y aparentemente próximo a resolverse. “En la escasez de combustible que se hizo evidente ayer se concentraron distintos factores –marcó la nota–. Por un lado, los faltantes estuvieron vinculados a la necesidad de los consumidores, quienes aumentaron la demanda de naftas con motivo de las fiestas de fin de año y el período de vacaciones. Por otro, hubo inconvenientes porque los días de ‘las fiestas cayeron mal para la distribución de combustibles’, explicó una fuente de las petroleras. ‘El viernes 24 se trabajó a media máquina, el sábado 25 fue feriado y el domingo no se hace habitualmente la distribución. Con lo cual, todo lo que se distribuyó el jueves pasado tuvo que durar para todo el fin de semana. Pero supuestamente a partir de hoy o mañana la situación se va a normalizar. Porque combustible hay. El problema fue la distribución’, insistió la fuente.” Ahora bien, si este es el panorama, ¿por qué, entonces, acentuó el diario desde la bajada que “muchos automovilistas tenían miedo de llegar al fin de semana largo con el tanque vacío”?Pero hay todavía más, porque en un recuadro de opinión, el matutino aprovechó para servir una extraña ensalada en la que vinculó a Eduardo Duhalde, Mauricio Macri, el Partido Obrero, la violencia en Constitución, y “otros problemas que están crispando por estas horas a la sociedad”, como lo es en este caso la escasez de naftas. “Falta plata, falta nafta y falta luz. De eso, el Gobierno no habla”, concluyó el breve texto. De nuevo: nadie está proponiendo el no informar sobre un tema tan candente como puede ser la escasez de combustibles. Pero agrandarlo a golpe de títulos altisonantes y apelaciones al “miedo” pareciera mostrar –una vez más– que las ganas de desparramar el mal humor están superando el interés por mantener a los lectores informados.
Por mi trabajo estoy con gente permanentemente y te puedo asegurar que nada de eso pasa, "la gente" ya no le da pelota al pasquin pedorro ese
ResponderEliminarlo de golpe de títulos altisonantes y apelaciones al “miedo” va por Clarín, no? digo, no sea cosa que nos confundamos con el gobierno kirchnerista...
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