Uno de los epicentros de la crisis de la 125 de Lustó fue el interior de las provincias de producción agropecuaria dominante. Tal el caso de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, entre otras. Los segmentos medios ligados al sector no acompañaron al FPV en las elecciones de medio mandato de junio de 2009, sí lo habían hecho en 2007.
Sobre estos segmentos medios y medios altos, el Gobierno debió redoblar esfuerzos, no con tele ni bancando a jóvenes oficialistas de 40 años -que ante la primera dificultad "despegan", eso sí, sin abandonar la pauta oficial del Gobierno 'asesino' (pauta con la que trafican)-, sino mediante gestión y resolución específica de los problemas que afectan a los pueblos y regiones de residencia de esos sectores de gente trabajadora, que, eso sí, debería extender sus beneficios al conjunto de los trabajadores rurales blanqueando su actividad, de paso.
Al respecto, tómese como ejemplo de recuperación de segmentos medios ligados a la producción agropecuaria, la excelente gestión de Julián Dominguez al frente del Ministerio de Agricultura. Domínguez, junto a un muy buen equipo técnico despliega, con marchas y contra marchas, obviamente, como en toda gestión -salvo la progresista que directamente no se realiza-, una política sectorial adecuada basada en el consenso con esos sectores.
Los efectos de esta decisión de gestión para con el sector agropecuario por parte de Cristina se observan también ya en el terreno electoral. En ese sentido, nos informa el licenciado Horacio Robustelli sobre un anticipo acerca de lo que ocurre en el interior provincial, muy importante para observar la magnitud del cambio de escenario electoral.
Cambio logrado a pesar de Gildo Insfran, quien, junto a los funcionarios del gabinete por Cristina,
designados, no electos, y siempre a tiro de renuncia, deberían preservar a la Presidenta de un hecho sobre el que nada tiene que ver, e inducir el juicio a los responsables del asesinato de ciudadanos formoseños, como en el caso del militante Mariano Ferreyra, y tal como se lo manifestó, entre otras agrupaciones el CELS y el gubernamental INADI, recientemente. No necesita Cristina nariguetazos de humor menemista para investigar ese tema. Dice Robustelli en su informe:
"En una muestra de una encuesta grande de Santa Fe provincia, terminada el lunes con las encuestas de Rosario y Venado Tuerto, Cristina, en los pueblos de 300 a 8 mil habitantes -que son casi 200 y constituyen el 30 % del electorado-, la mayoría de ellos ligados al campo, alcanza los 47,5 puntos de intención de voto. Le sigue Cobos con un 20%, y el resto, muy abajo. La imagen de Cristina también es alta, llegando casi al 50% -no es un dato para no tener en cuenta.
Entre nosotros, Rossi alcanza 11 puntos, pero, algo negativo es que tiene más del 50% de quienes nunca lo votarían. El candidato que mejor se perfila es Obeid, quien podría ser el próximo Gobernador: tiene buena imagen y buena intencion de voto."
Sobre estos segmentos medios y medios altos, el Gobierno debió redoblar esfuerzos, no con tele ni bancando a jóvenes oficialistas de 40 años -que ante la primera dificultad "despegan", eso sí, sin abandonar la pauta oficial del Gobierno 'asesino' (pauta con la que trafican)-, sino mediante gestión y resolución específica de los problemas que afectan a los pueblos y regiones de residencia de esos sectores de gente trabajadora, que, eso sí, debería extender sus beneficios al conjunto de los trabajadores rurales blanqueando su actividad, de paso.
Al respecto, tómese como ejemplo de recuperación de segmentos medios ligados a la producción agropecuaria, la excelente gestión de Julián Dominguez al frente del Ministerio de Agricultura. Domínguez, junto a un muy buen equipo técnico despliega, con marchas y contra marchas, obviamente, como en toda gestión -salvo la progresista que directamente no se realiza-, una política sectorial adecuada basada en el consenso con esos sectores.
Los efectos de esta decisión de gestión para con el sector agropecuario por parte de Cristina se observan también ya en el terreno electoral. En ese sentido, nos informa el licenciado Horacio Robustelli sobre un anticipo acerca de lo que ocurre en el interior provincial, muy importante para observar la magnitud del cambio de escenario electoral.
Cambio logrado a pesar de Gildo Insfran, quien, junto a los funcionarios del gabinete por Cristina,
designados, no electos, y siempre a tiro de renuncia, deberían preservar a la Presidenta de un hecho sobre el que nada tiene que ver, e inducir el juicio a los responsables del asesinato de ciudadanos formoseños, como en el caso del militante Mariano Ferreyra, y tal como se lo manifestó, entre otras agrupaciones el CELS y el gubernamental INADI, recientemente. No necesita Cristina nariguetazos de humor menemista para investigar ese tema. Dice Robustelli en su informe:
"En una muestra de una encuesta grande de Santa Fe provincia, terminada el lunes con las encuestas de Rosario y Venado Tuerto, Cristina, en los pueblos de 300 a 8 mil habitantes -que son casi 200 y constituyen el 30 % del electorado-, la mayoría de ellos ligados al campo, alcanza los 47,5 puntos de intención de voto. Le sigue Cobos con un 20%, y el resto, muy abajo. La imagen de Cristina también es alta, llegando casi al 50% -no es un dato para no tener en cuenta.
Entre nosotros, Rossi alcanza 11 puntos, pero, algo negativo es que tiene más del 50% de quienes nunca lo votarían. El candidato que mejor se perfila es Obeid, quien podría ser el próximo Gobernador: tiene buena imagen y buena intencion de voto."
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