Al cumplirse un mes del fallecimiento de Néstor Kirchner, queremos recordarlo no en su dimensión de continuador del liderazgo histórico del Movimiento Justicialista, dimensión reciente que merecerá reflexiones más elaboradas que las nuestras. Sí deseamos intentar una recordación en su memoria evaluando la gestión de gobierno que permitió a nuestro querido Néstor ser el mejor presidente desde la recuperación democrática y concluir su mandato con niveles de aceptación superiores al 65% de imagen positiva en la gestión y 70% en valoración positiva personal.
No fue ésta una casualidad: durante su período se produjeron transformaciones sustantivas llevadas adelante por un presidente que asumió con 24% de desempleo y apenas 22% de los votos y convivió inicialmente con la amenaza de desestabilización plasmada por los editorialistas del establishment, cuyo paradigma fue aquel panfleto de Claudio Escribano publicado en La Nación, donde le auguraba apenas un año de gobierno. Enumeramos quince logros de la gestión de Néstor Kirchner que nos parecen centrales:
- Se recompuso la autoridad presidencial deteriorada por la megacrisis del año 2001.
- Se consolidó el mayor ciclo de crecimiento económico de los últimos cien años, del orden del 52% del PBI, desde el piso de junio del año 2002.
- Con la aceptación del 76% de los acreedores, se consiguió la mayor quita de deuda externa de la historia, que pasó de 192 mil a 145 mil millones de dólares más beneficios adicionales como la proporción en pesos argentinos, que pasó del 3% en la situación inicial al 37% después del canje, en tanto la proporción en dólares de la deuda reestructurada bajó del 66% al 37% y los plazos de pago se extendieron notablemente, algunos a más de cuarenta años.
- La tasa de pobreza cayó 30 puntos y la de indigencia 19, por lo cual pudieron superar la situación de pobreza por ingresos 7.300 personas por día durante cada uno de los 1.640 días de su gobierno.
- Tras un lustro de destrucción de empleo, se generaron 1.520 puestos de trabajo cada 24 horas, todos y cada uno de los días de gobierno.
- Tras doce años de informalidad creciente, se inició el ciclo de formalización del mercado de trabajo haciendo caer la tasa de trabajo en negro a razón de un punto por año, pasando del 48% inicial al 40,2% actual. Se quebró así por primera vez el ritmo inédito de ascenso en la precarización laboral consolidado durante los años noventa con 0,5% de PEA asalariada informalizada por año y que, tras la devaluación, alcanzó los 5 puntos anuales promedio en el lapso diciembre de 2001/mayo de 2003.
- Se promovieron aumentos del 380% del salario mínimo, que pasó de $ 200 a $ 980, y nueve aumentos sobre la jubilación mínima, que aumentó desde $ 150 hasta $ 596,25 mensuales y el 11% para quienes cobran por sobre los montos mínimos, mejora ésta que no ocurría desde el año 1992. Estos aumentos del 297% del piso previsional disminuyeron la pobreza entre la población mayor de 65 años con jubilación o pensión del 28,9% en mayo de 2003 al 6,9% actual.
- Se extendió el derecho jubilatorio a 2,5 millones de beneficiarios en edad de jubilarse que estaban fuera del sistema y que mayoritariamente habían sido informalizados por las empresas donde prestaron servicio durante su trayectoria laboral.
- Recuperación heterogénea pero firme de la participación de los trabajadores en el ingreso total a punto que la información de la Encuesta Permanente de Hogares muestra que en el piso de la crisis el factor trabajo participaba con el 34,6% sobre el total del ingreso, en diciembre de 2006 con el 40,2%, último dato disponible.
- Consecuencia de lo anterior, las franjas medias y medias altas, grandes beneficiarias del modelo actual, segmentos con ingresos mensuales por hogar que van entre los $ 2.500 y $ 15 mil, que en mayo de 2003 representaban el 23% de la estructura social nacional, luego de cuatro años se ampliaron hasta abarcar el 58,7% de la población
- Se revocaron por primera vez luego de prolongados incumplimientos contractuales las concesiones del Correo Argentino, las de control del espacio radioeléctrico de Thales Spectrum y la de Aguas Argentinas, asignada para el suministro de agua potable y cloacas en Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
- La renovación de los miembros impulsada desde el Poder Ejecutivo mejoró sustancialmente la calidad técnica y la independencia de la Corte Suprema, quebrándose el mecanismo de mayoría automática que dominó al organismo en la década de los noventa.
- Se asignó respaldo político a la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
- Se clausuró la deuda con el FMI, lográndose mayores cuotas de autonomía en las decisiones de política doméstica.
- Inédita performance electoral para un oficialismo que, como consecuencia de la evaluación positiva creciente de su gestión, pasó de obtener el 22,0% de los votos en 2003, al 39,7% en 2005 y el 45,2% en 2007, consolidando al finalizar su mandato la mayor diferencia electoral respecto a la segunda minoría desde el año 1983.
*Director de Consultora Equis, asesora al Gobierno.
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