Vueltos paulatina pero inexorablemente a la gris normalidad, en un contexto de cerca del 30% de aumento de precios de Canasta Básica con compensación vía ingresos del hogar que permiten amortiguar su impacto, sin embargo es necesario reflexionar acerca de los mecanismos utilizados hasta hoy para detener este fenómeno. Declaraciones ligeras en los medios y fuerte polémica ya instalada al interior del oficialismo.
Esas reacciones muestran que la etapa de negar el tema, culminó . Este nivel de precios de alimentos ya pone en riesgo fundamentalmente la eficacia de la AUH , un instrumento central de gestión, pero fundamentalmente también en orden a resolver el escenario electoral del año 2011.
El atraso anual de actualización, dado el 22,2% que recibió tras un año de su lanzamiento muestra que, de no compensarse, a fin de año la AUH perderá un 10% de poder adquisitivo sobre Canasta Básica respecto a su momento inicial.
Recordemos que la ausencia de políticas sociales eficaces fue la responsable central de la performnce electoral de 2009, donde fueron los sectores vulnerables y no la clase media la que no acompaño el proyecto oficialista y explica el 80% de la mengua electoral, con la excepción de los segmentos medios vinculados al sector agropecuario, cuya problematica sectorial, que los llevo a distanciarse del oficialismo al que votaron en 2007 debe analizarce segmentada y regionalmente.
Estos segmentos medios articulados directa o indirectamente al sector agropecuario con epicentro en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Interior Bonaerense, merecen un tratamiento específico en la gestión sectorial para la resolución de problemáticas concretas por parte del estado, mucho más que discursos encendidos, más o menos conmovedores que, en política finalmente no le interesan demasiado a nadie, salvo a la mass media urbana que no votará FPV siempre en líneas generales, el gran número, que es lo que efectivamente interesa.
Este error conceptual de no enfocar correctamente que tipo de electorado debe recuperar el oficialismo, está atenuado en su impacto negativo en el caso de la AUH, por la compensación existente vía mejoras en los ingresos del hogar y no dislocaron aún definitivamente el discurso y práctica que parte del oficialismo promueve sobre la inflación de alimentos que, sin embargo, es muy desiciva de cara a 2011, aunque aún poco espectacular.
Ya lo señalamos, el 30% de votos de Francisco de Narváez en el segundo Cordón Bonaerense expresan, ellos solitos, 4 puntos nacionales, el equivalente a cuatro veces todos los votos de Palermo Soho, donde la clase media recuperada por el FPV aportaría, grosso modo, el 0,1% de votos nacionales.
Una relación de uno a cuarenta en el aporte electoral, que a la hora de comunicar se invierte y por una extraña circunstancia, que aún no desentrañamos, el oficialismo decide comunicar a los sectores medios las bondades de su gestión y no por ejemplo, quién corno asigna la AUH en los barrios humildes del Conurbano, el Gran Rosario, etc. , y encima, este diparate se hace como piedra filosofal de la "recuperación electoral".
No parece una estrategia adecuada, debiera corregirse o con el tiempo, finalmente, como lo señalara el poco romántico león herbívoro , se impondrá que la única verdad es la realidad.
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