El que tiene plata hace lo que quiere, dice el dicho popular en un país donde no hace mucho, ciertamente, los poderosos jugaban impunemente con la vida y los bienes de la gente de a pie. Un país, la Argentina, donde la ostentación era moneda corriente y los pobres veían el festín ajeno por las pantallas de TV; por ejemplo, en los regados almuerzos de Mirtha.
Para algunos, eso parece no haber cambiado. Los Macri, adinerados si los hay, se dan los gustos que les apetecen y, a falta de militancia convencida, ahora contratan a promotoras con antecedentes... "artísticos".
Por ejemplo, María, quien cumple funciones como "militante" de Jorge Macri en localidades de la costa bonaerense, filmó videos condicionados, posó para Playboy y bailó en el programa televisivo bailantero Pasión de Sábado. O Bárbara: modelo de lencería y especialista en el baile del caño.
Ellas, junto a otras chicas despampanantes, están de campaña en Mar del Plata, San Bernardo, Necochea, Villa Gesell, Tandil y, según tienen entendido, seguirán de gira hasta que termine el verano. Es que el macrismo quiere dejar grabada la sigla de su partido en las retinas de millones de turistas que buscan descanso, más que propuestas electorales.
Remeras, frisbees, gorras, etc., forman parte de la parafernalia amarilla del macrismo. Pero a casi nadie le importa: si muchos, en la playa, recuerdan todavía los primeros planos que, hasta no hace mucho y bajo su pollera, tomó la tele de una María elástica y sensual.
"No me dedico a ésto. Lo agarré como una actividad extra mientras trabajo en el teatro”, contó a La Nación la chica que cobró fama como conejita de Playboy y luego en películas porno que aún pueden verse en internet.
Bárbara, mientras tanto, no se cansa de advertir desde la contratapa de Crónica: "Este verano daré que hablar". Y lo cumple.
Para algunos, eso parece no haber cambiado. Los Macri, adinerados si los hay, se dan los gustos que les apetecen y, a falta de militancia convencida, ahora contratan a promotoras con antecedentes... "artísticos".
Por ejemplo, María, quien cumple funciones como "militante" de Jorge Macri en localidades de la costa bonaerense, filmó videos condicionados, posó para Playboy y bailó en el programa televisivo bailantero Pasión de Sábado. O Bárbara: modelo de lencería y especialista en el baile del caño.
Ellas, junto a otras chicas despampanantes, están de campaña en Mar del Plata, San Bernardo, Necochea, Villa Gesell, Tandil y, según tienen entendido, seguirán de gira hasta que termine el verano. Es que el macrismo quiere dejar grabada la sigla de su partido en las retinas de millones de turistas que buscan descanso, más que propuestas electorales.
Remeras, frisbees, gorras, etc., forman parte de la parafernalia amarilla del macrismo. Pero a casi nadie le importa: si muchos, en la playa, recuerdan todavía los primeros planos que, hasta no hace mucho y bajo su pollera, tomó la tele de una María elástica y sensual.
"No me dedico a ésto. Lo agarré como una actividad extra mientras trabajo en el teatro”, contó a La Nación la chica que cobró fama como conejita de Playboy y luego en películas porno que aún pueden verse en internet.
Bárbara, mientras tanto, no se cansa de advertir desde la contratapa de Crónica: "Este verano daré que hablar". Y lo cumple.
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