miércoles, 15 de mayo de 2013
Clarín puso en marcha un golpe de estado - Por Alfredo Silletta
A veces es difícil comprender que, a 30 años de democracia, estamos frente a un intento de golpe de estado por parte de una corporación económica y mediática como es el grupo Clarín conducido por Héctor Magnetto.
El Decreto de necesidad y urgencia (DNU) “para la protección de la libertad de prensa y expresión” que firmó ayer Mauricio Macri, redactada por los abogados de Clarín, significa ni más ni menos que romper con la Constitución nacional y las leyes federales. Es retrotraernos a mediados del siglo XIX cuando los hacendados de Buenos Aires, junto a Bartolomé Mitre, no aceptaron el Acuerdo de San Nicolás y la Constitución Nacional de 1853, planteando la independencia de Buenos Aires del resto de la confederación Argentina.
Macri, que nombra tanto la Constitución nacional, debería conocer el fallo de la Corte Suprema de Justicia del año pasado sobre una ley del gobierno de San Luis, que intentó negar la nueva ley de Medios al entender que los servicios de radiodifusión y TV abierta y cerrada son competencia de la autoridad federal, como lo establece la constitución nacional y los tratados internacionales.
Según el jefe de gobierno porteño, en las ultimas semanas la presidenta Cristina Fernández de Kirchner “no quiere que haya más prensa libre” en la Argentina y denunció al gobierno por intentar “silenciar a los periodistas y a los medios de comunicación”. En realidad, el rumor de una intervención al Grupo Clarín fue lanzada por el mismo multimedio y su periodista estrella, Jorge Lanata, se despidió de su programa el domingo pasado señalando que “quizás no saliera el próximo domingo”. Lanata, cada día más parecido a Bernando Neustadt (la voz que taladró el oído de la clase media para convencerla de las bondades de la privatización de las empresas publicas en los noventa), ahora se presenta como el cruzado de Magnetto pidiéndole a la gente que salga a la calle.
El decreto de Macri es tan vergonzante que, no sólo protege los bienes del grupo Clarín, sino también el de su socio La Nación al señalar que “las deudas con organismos públicos sólo podrán ser ejecutadas judicialmente contra activos que no resulten(…) imprescindibles para el ejercicio de tal actividad”. Como se recordará, el diario de los Mitre tiene una deuda millonaria con el Estado Nacional desde hace una década por no pagarle a la AFIP.
Macri, junto a Magnetto, sueña quizás con aquel coronel Mitre que planteaba “la separación definitiva de La República del Río de la Plata como Nación independiente”. En fin, Macri debería leer –aunque sabemos que nunca lo hará- a Carlos Marx y El 18 de Brumario de Luis Bonaparte, donde afirmaba que los grandes hechos de la historia aparecen dos veces, una vez como tragedia y otra vez, como farsa.
La presidenta afirmó ayer en el Congreso Nacional sobre la Democratización de la Justicia, realizado en el partido de La Matanza, que es necesario comprender “la necesidad de la participación popular” para velar por los instrumentos que defienden al pueblo. El próximo 25 de mayo es fundamental que las mujeres y los hombres del movimiento nacional y popular que nació allá lejos por 1945, vuelvan a ocupar la histórica plaza de Mayo para recordar y defender los diez años de este proyecto de desarrollo con inclusión social.
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