"Las audiencias de los pobres son mis descansos en la mitad de muchas jornadas agotadoras.
Dos veces a la semana, por lo menos, dedico la tarde a esta misión de
intermediaria entre los humildes y Perón, porque aunque la Fundación
soluciona en gran parte los problemas de esta gente, nada sería y nada
haría sin Perón, la causa y el alma de mi ayuda social.
¡Bueno, Perón es el alma de todo lo que yo he hecho, de lo que hago y de lo que haré de bueno y de bien en mi vida!
Lo que hago en mis audiencias con los más humildes descamisados de mi pueblo: los pobres, es muy sencillo.
Los recibo por lo general en la Secretaría, aunque a veces, cuando no
me alcanza el tiempo y hay muchas cuestiones urgentes que arreglarles,
les doy cita en la Residencia. Pero con preferencia los atiendo en la
Secretaría, como un homenaje a Perón que la creó y ¿por qué lo he de
ocultar? Con la secreta intención de que la "casa de los trabajadores"
como la llamó el Líder, tenga cada día todavía un poco más del cariño de
los descamisados. EVITA.
Lo que hago en mis audiencias con los más humildes descamisados de mi pueblo: los pobres, es muy sencillo.
Los recibo por lo general en la Secretaría, aunque a veces, cuando no me alcanza el tiempo y hay muchas cuestiones urgentes que arreglarles, les doy cita en la Residencia. Pero con preferencia los atiendo en la Secretaría, como un homenaje a Perón que la creó y ¿por qué lo he de ocultar? Con la secreta intención de que la "casa de los trabajadores" como la llamó el Líder, tenga cada día todavía un poco más del cariño de los descamisados. EVITA.
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