Las cosas de
mal en peor
Una encuesta
exclusiva indica que siete de diez argentinos ven mal la economía y creen que
los aumentos de tarifas son imposibles de pagar. Casi el 60 por ciento opina
que la Justicia tiene que impedirlos y retrotraer los valores a febrero.
Por Raúl
Kollmann
Siete de
cada diez argentinos dicen que la economía está mal o muy mal. También siete de
cada diez sostienen que es imposible pagar la tarifas de acuerdo al aumento
dispuesto por el Gobierno, mientras que una nítida mayoría afirma que el
ministro Juan José Aranguren debería renunciar. Nada menos que seis de cada
diez argentinos sostienen que está de acuerdo con las protestas por los
tarifazos, algo inhabitual porque, en general, suele suceder que los ciudadanos
pueden estar en contra de tal o cual medida, pero tienden a ser reacios a las
protestas.
En este
clima, la imagen de Mauricio Macri y del Gobierno perdió entre 15 y 20 puntos
desde diciembre, pero se sostiene en valores que considera aceptables (46 por
ciento) porque todavía hay una franja de la población con una expectativa de
que las cosas mejoren. Aún así, los opositores superan hoy en día con holgura a
los oficialistas (47 a 33 por ciento), cuando hace unos meses los oficialistas
eran mayoría.
Las
conclusiones surgen de una amplia encuesta realizada por la consultora Centro
de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que dirige el sociólogo Roberto Bacman.
El estudio hecho en todo el país, especial para Página/12, abarcó a 1200
personas, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social.
Las entrevistas fueron telefónicas.
Economía
“No existe
duda alguna que la economía está sumergida en una crisis”, señala Bacman.
“Existen diferentes datos de la realidad que la explican: inflación por encima
de las expectativas del propio gobierno y por debajo de los aumentos
salariales, incremento de la pobreza según mediciones privadas, caída de la
actividad económica, descenso de las exportaciones incluso a pesar de los
beneficios impositivos para los sectores agropecuarios, son algunos de los aspectos
que en la actualidad más preocupan. Lo cierto es que al tope de las
preocupaciones de los argentinos está la marcha de la economía y la inflación,
pero cerquita nomás aparece la desocupación, con un porcentaje altísimo, el
treinta por ciento”.
La metodología
del CEOP permite dar más de una respuesta cuando se pregunta por las
preocupaciones del momento, pero en otros estudios, en los que se admite una
sola respuesta, es decir señalar la principal preocupación, la pérdida del
empleo ya figura arriba de todo.
Para Bacman,
“el desafío de la economía es sustancial para el futuro de la gestión de
Mauricio Macri. Y lo es a tal punto que, cuando los argentinos tienen que
evaluar la situación económica actual de nuestro país, el 72 por ciento afirma
que es abiertamente negativa. ¿Por qué tanta diferencia con la aprobación de
gestión? La respuesta es simple y sencilla: la realidad frente a la economía es
más fuerte que el deseo y ante tal situación la esperanza, al menos, se pone en
tela de juicio. Y esta explicación surge de los propios resultados de esta
encuesta: la economía es negativa para el 66 por ciento del segmento de los
independientes. Lo actuado por el gobierno solo recibe la aprobación del Núcleo
Duro Macrista –los que respaldan en forma casi incondicional al Presidente– y
como puede verse con claridad, a esta altura del partido eso solo no alcanza”.
Ajuste
“No
sorprende que ocho de cada diez argentinos hayan señalado que han tenido que
recortar gastos de su presupuesto familiar –apunta el titular del CEOP–,
incluso con un incremento de 4,4 puntos con respecto al mes anterior. Es decir
que son cada vez más los que tienen que recortar. En cuanto a los recortes
propiamente dichos la estructura observada fue similar al mes anterior: 37,7
por ciento tuvieron que resignar en alimentos y bebidas (menos consumos de
carnes y lácteos, más de harinas y polentas, pases a segundas y terceras
marcas); el 27,2 por ciento recorta en servicios; 14,8 en ocio y
entretenimiento; 9,7 en vestimenta y calzado y hasta un 2,6 por ciento en salud
y medicamentos”.
“El primer
dato expresa una realidad: quienes más tuvieron que recortar son los de clase
baja y los residentes del conurbano bonaerense. Sin lugar a dudas afecta a los
sectores más desprotegidos de la sociedad donde la falta de trabajo y el
constante aumento de la inflación los está castigando. Asimismo, el ajuste en
alimentos y bebidas inquieta más a los pragmáticos independientes, a los que no
son ni oficialistas ni opositores. Este dato deja al descubierto que los
sectores de la típica clase media también han tenido que adaptarse a estos
nuevos tiempos, cambiando hábitos de compra y consumo. El ajuste en los
servicios afecta más a los de nivel bajo. Es indudable que no pueden pagar los
aumentos que reciben y los que hasta el momento lo han hecho, es por el temor a
que les corten los servicios. No existen dudas: estamos en el ojo de la
tormenta de una verdadera crisis”.
Tarifazo
Bacman
analiza que “para el 73 por ciento los aumentos son excesivos y tan solo un
20,4 por ciento entiende que son razonables. Para expresarlo con contundencia y
en palabras sencillas: una cosa son los aumentos necesarios y razonables, y
otra muy distinta es este aumento realmente feroz. Pero al mismo tiempo otro
dato de esta misma encuesta ejemplifica crudamente la sensación actitudinal que
hoy impera: para siete de cada diez argentinos ‘las boletas son imposibles de
pagar’ y con el agregado de una percepción que para la mayoría ‘este es un
gobierno que no posee sensibilidad social’. ¿Qué espera, entonces, la gente?
Que la justicia actúe y retrotraiga los valores de las tarifas a febrero de
este año. Para mayor precisión, así lo expresa un 56,9 por ciento”.
“¿Juan José
Aranguren un chivo expiatorio? Algunos podrán decir que sí. Lo cierto es que la
actuación del Ministro de Energía y especialmente sus declaraciones públicas lo
han convertido en la ‘cara visible’ de los aumentos. Dicho de otro modo es la
figura del gobierno que representa simbólicamente al tarifazo y por ende al
ajuste. Y los argentinos así lo entienden: para casi la mitad de los
entrevistados Juan José Aranguren debería renunciar”.
Grieta
Desde hace
años, el CEOP viene preguntando al encuestado si se considera oficialista u
opositor. Por supuesto que también hay siempre una franja intermedia de los que
no se consideran ni oficialistas ni opositores. Hasta febrero, los
oficialistas, es decir los adherentes al gobierno de Cambiemos, superaban a los
opositores, 41 a 37 por ciento. Ya en marzo los opositores empezaban a ser más que
los oficialistas, lo que llegó a un tope en mayo, cuando se anunció el
tarifazo. Hoy por hoy, los opositores suman el 47 por ciento y los oficialistas
el 33, es decir que hay 14 puntos de diferencia.
La imagen
del presidente Macri se mantiene en lo que en el gobierno consideran aceptable,
el 46 por ciento. Se sostiene especialmente en su núcleo duro, o sea los que
son fuertes adherentes al macrismo y una porción de los independientes. De
acuerdo al diagnóstico de Bacman, la administración Macri “se basa en el
discurso de la pesada herencia y las denuncias de corrupción. Pero para que la
crisis económica no derive en una crisis política necesita –paradójicamente–
que sea la economía la que retome el camino del crecimiento. El desafío que
este gobierno debe asumir en tal contexto es importante: los tiempos se
acortan, el segundo semestre no será lo que prometieron y solo falta un año
para las elecciones legislativas de medio término, cuyos resultados posicionan
al oficialismo frente a un nuevo reto”.
Principales Preocupaciones
¿Debe renunciar el Ministro Aranguren?
Con el aumento, ¿las tarifas son impagables?
¿Tuvo que recortar gastos?
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