El 22 de noviembre de 1949, Juan Domingo Perón firmó y
promulgó el decreto que elimina aranceles a la enseñanza superior y que permite
que miles de hijos de trabajadores accedan a la Universidad. Se trata de un
derecho humano basado en la justicia social que no pudo ser arrancado por los
continuos golpes de Estados y las políticas neoliberales que sufrió nuestro
país.
El Congreso
de la Nación declaró a través de la Ley 26320 la fecha del 22 de noviembre como
“Día Nacional de la Gratuidad Universitaria”. El día fue elegido en
conmemoración a la misma fecha del año 1949, cuando el entonces Presidente de
la Nación, Juan Domingo Perón, firmó y promulgó el decreto 29.337 de gratuidad
de la enseñanza universitaria, permitiendo el acceso a todos los sectores
sociales.
Pese a los
intentos de arancelar la educación perpetrados por las dictaduras cívico
militares que tuvieron lugar en este país a partir de 1955 - año en que se
llevó a cabo el golpe de Estado sobre el segundo gobierno peronista - ; y a las
tentativas de privatizar las universidades nacionales a cargo de los gobiernos
de corte neoliberal que asumieron ya en democracia, los argentinos supieron
defender durante más de 60 años este derecho humano que permite el desarrollo
integral de los ciudadanos y de la nación.
La gratuidad de la enseñanza universitaria pública en
Argentina sigue siendo hasta la fecha una política de avanzada en materia
educativa en Latinoamérica si se tiene en cuenta que históricamente los
movimientos estudiantiles de los países de la región mantiene vigente la lucha
por una educación gratuita y de calidad.
A
continuación NU Digital expone los argumentos que fundamentaron el Decreto 29.337
impulsado por Perón:
- Que el
engrandecimiento y auténtico progreso de un pueblo estriba en gran parte en el
grado de cultura que alcanza cada uno de los miembros que lo componen.
- Que por
ello debe ser primordial preocupación del Estado disponer de todos los medios a
su alcance para cimentar las bases del saber, fomentando las ciencias, las
artes y la técnica en todas sus manifestaciones.
- Que
atendiendo al espíritu y a la letra de la nueva Constitución es función social
del Estado amparar la enseñanza universitaria a fin de que los jóvenes capaces
y meritorios encaucen sus actividades siguiendo los impulsos de sus naturales
aptitudes, en su propio beneficio y en el de la Nación misma.
- Que como
medida de buen Gobierno, el Estado debe prestar todo su apoyo a los jóvenes
estudiantes que aspiren a contribuir al bienestar y prosperidad de la Nación,
suprimiendo todo obstáculo que les impida o trabe el cumplimiento de tan
notable como legítima vocación.
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