–¿Qué cosas se van a poner en juego en las elecciones internas y abiertas del 14 de agosto?
–Es importante destacar que, al haber el mismo día una elección obligatoria para todos los partidos con un padrón electoral único, se genera un pequeño salto de calidad para fortalecer el sistema democrático argentino. Lo que se pone en juego es la participación ciudadana que apostará y elegirá cuáles van a ser los candidatos en la elección final de octubre. Es muy significativo que participen tanto los simpatizantes del peronismo como cualquier ciudadano con cualquier inclinación política.
–¿Y desde el punto de vista del FpV?
–Considero que es muy bueno que en el Frente para la Victoria haya una sola fórmula presidencial, pero que a gobernador e intendentes haya distintos candidatos. Ahí es donde realmente las internas se convierten en un acto interesante. Por parte de los partidos políticos, es una forma de abrir la puerta a la participación del conjunto y no sólo de los afiliados, que muchas veces no representaban a la mayoría. Además de lo valioso que es que la participación sea obligatoria y cuente con la intervención de la Justicia Electoral del Estado y no la partidaria, de esta forma también se acaba con las dudas en torno de los votos conseguidos, denuncias y diversos problemas que generalmente sucedían en las internas partidarias.
–Después de las primarias, ¿hasta dónde cree que seguirá vigente el concepto de “barones del conurbano”?
–Yo no comparto esa concepción. Además, la elección es tanto para el Frente para la Victoria como para el Partido Obrero, el socialismo, el radicalismo y para las distintas alianzas que se han conformado. Esta es una interna para todas las fuerzas políticas de la provincia de Buenos Aires. Si los intendentes y dirigentes del Frente para la Victoria y otros partidos actúan mancomunadamente para su comunidad, fortalecerán su rol. En caso de no representar a las mayorías, se van a debilitar. Esto quedará demostrado el día de la elección.
–¿Pero cree que del resultado final se pueda generar un nuevo mapa del Frente para la Victoria o del Partido Justicialista?
–No creo que vaya a haber sorpresas. Puede haber alguna excepción, pero en líneas generales se van a resignificar casi todos los nombres que hoy tienen vigencia. Más allá del proceso electoral, creo que lo que aún está en falta en los partidos políticos es un profundo debate respecto a qué es ser peronista en el siglo XXI, qué es ser radical o socialista en términos políticos e ideológicos. Hoy cualquiera dice ser peronista pero va y se sienta con Hugo Biolcati en la Sociedad Rural o hay un pronunciamiento en la embajada de Estados Unidos y es el primero que está aplaudiendo.
–¿Cuáles considera que son los candidatos locales que mejor representarían al proyecto del Frente para la Victoria?
–La fórmula que mejor representa al proyecto de los compañeros Cristina Kirchner y Amado Boudou es la encabezada por Daniel Scioli y Gabriel Mariotto. A nivel municipal, soy de Lomas de Zamora y allí voy a votar a Martín Insaurralde. En Quilmes votaría a Francisco Barba Gutiérrez, a Darío Díaz Pérez en Lanús, en Avellaneda votaría a Alberto Ferraresi, en Almirante Brown a Darío Giustozzi, a Julio Pereyra en Florencio Varela y en La Plata a Guido Carlotto. La mayoría de ellos tienen altas posibilidades de ganar. Lo veo un tanto complejo en La Plata, pero confío en la militancia.
–Es importante destacar que, al haber el mismo día una elección obligatoria para todos los partidos con un padrón electoral único, se genera un pequeño salto de calidad para fortalecer el sistema democrático argentino. Lo que se pone en juego es la participación ciudadana que apostará y elegirá cuáles van a ser los candidatos en la elección final de octubre. Es muy significativo que participen tanto los simpatizantes del peronismo como cualquier ciudadano con cualquier inclinación política.
–¿Y desde el punto de vista del FpV?
–Considero que es muy bueno que en el Frente para la Victoria haya una sola fórmula presidencial, pero que a gobernador e intendentes haya distintos candidatos. Ahí es donde realmente las internas se convierten en un acto interesante. Por parte de los partidos políticos, es una forma de abrir la puerta a la participación del conjunto y no sólo de los afiliados, que muchas veces no representaban a la mayoría. Además de lo valioso que es que la participación sea obligatoria y cuente con la intervención de la Justicia Electoral del Estado y no la partidaria, de esta forma también se acaba con las dudas en torno de los votos conseguidos, denuncias y diversos problemas que generalmente sucedían en las internas partidarias.
–Después de las primarias, ¿hasta dónde cree que seguirá vigente el concepto de “barones del conurbano”?
–Yo no comparto esa concepción. Además, la elección es tanto para el Frente para la Victoria como para el Partido Obrero, el socialismo, el radicalismo y para las distintas alianzas que se han conformado. Esta es una interna para todas las fuerzas políticas de la provincia de Buenos Aires. Si los intendentes y dirigentes del Frente para la Victoria y otros partidos actúan mancomunadamente para su comunidad, fortalecerán su rol. En caso de no representar a las mayorías, se van a debilitar. Esto quedará demostrado el día de la elección.
–¿Pero cree que del resultado final se pueda generar un nuevo mapa del Frente para la Victoria o del Partido Justicialista?
–No creo que vaya a haber sorpresas. Puede haber alguna excepción, pero en líneas generales se van a resignificar casi todos los nombres que hoy tienen vigencia. Más allá del proceso electoral, creo que lo que aún está en falta en los partidos políticos es un profundo debate respecto a qué es ser peronista en el siglo XXI, qué es ser radical o socialista en términos políticos e ideológicos. Hoy cualquiera dice ser peronista pero va y se sienta con Hugo Biolcati en la Sociedad Rural o hay un pronunciamiento en la embajada de Estados Unidos y es el primero que está aplaudiendo.
–¿Cuáles considera que son los candidatos locales que mejor representarían al proyecto del Frente para la Victoria?
–La fórmula que mejor representa al proyecto de los compañeros Cristina Kirchner y Amado Boudou es la encabezada por Daniel Scioli y Gabriel Mariotto. A nivel municipal, soy de Lomas de Zamora y allí voy a votar a Martín Insaurralde. En Quilmes votaría a Francisco Barba Gutiérrez, a Darío Díaz Pérez en Lanús, en Avellaneda votaría a Alberto Ferraresi, en Almirante Brown a Darío Giustozzi, a Julio Pereyra en Florencio Varela y en La Plata a Guido Carlotto. La mayoría de ellos tienen altas posibilidades de ganar. Lo veo un tanto complejo en La Plata, pero confío en la militancia.
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