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jueves, 15 de marzo de 2012

Jose Pablo Feinmann entrevistado por Hebe de Bonafini

“La oposición quiere volver a los ’90” En una entrevista concedida a la revista Sueños Compartidos de las Madres de Plaza de Mayo que acompañará la edición de mañana de Tiempo Argentino, el filósofo repasa desde el marxismo hasta el peronismo; pasando por el populismo y los años ’70. Ácido, reafirma sus críticas a Perón, elogia la figura de Evita, celebra los logros de Néstor Kirchner y se proclama cristinista. Además cuestiona el rol de la izquierda en la Argentina y devela las aspiraciones de la oposición.

Hebe: –¿Vos creés que la revolución es sinónimo de violencia, de agresividad? ¿O creés en las revoluciones sin armas? José Pablo Feinmann: –Me gustaría creer en las revoluciones sin armas, me gustaría creer en el ser humano sin armas, pero ya me estoy desilusionando. Porque la historia transcurre y transcurre y el hombre sigue matando. Mató, mata y matará. Me parece que la violencia es inescindible de la historia. Si nos fijamos en la historia, todo régimen revolucionario terminó instaurando una nueva forma de la injusticia.

H: –¿Como por ejemplo?

JPF: –Y... la Revolución Rusa, los guardias rojos de Mao matando millones de personas. ¿Por qué? Porque uno de los temas políticos más discutibles de Marx es el de la dictadura del proletariado, que aparece en la “Crítica al programa de Gotha”. Incluso en otra carta dice: “Lo único nuevo que yo descubrí es la dictadura del proletariado.” Y la dictadura del proletariado ha terminado fracasando y va a fracasar siempre porque no puede existir, siempre terminan adueñándose de la conducción dos, tres, quince tipos que terminan siendo dictatoriales, tiránicos. Yo creo que el socialismo en el siglo XX fracasó, que hay que inventar una nueva forma de socialismo. La violencia genera violencia y te acostumbra a matar. Cuando vos mataste una vez, sos otra persona. Y eso lo saben ustedes, el ejemplo de ustedes es el de la vida


H: –¿El peronismo rompió con el marxismo?

JPF: –El peronismo tiene mucho de marxismo, le guste o no. Es un movimiento que apoya al pueblo, que distribuyó el ingreso, que aumentó la renta popular del 20 al 53%. No hay en el mundo un gobierno que no sea capitalista en este momento. Pero igual a los regímenes populistas de América Latina, el imperialismo los odia. ¿Por qué La Nación, Clarín, odian tanto a este gobierno? Porque es un gobierno antineoliberal, populista, nacional, popular y democrático, como muy bien añadió Cristina.

H: –¿Popular y populista es lo mismo?

JPF: –No, no es lo mismo. La izquierda lo dice con desprecio. El populismo une a las clases en lugar de ir por la lucha de clases. El pueblo no expresa a la clase obrera, expresa las clases, hay una política de conciliación de clases que fue –dicen– la que hizo Perón. Lo que uno no entiende es por qué echaron a un tipo tan útil para la derecha según la izquierda. Le tienen miedo al populismo porque detrás está el pueblo. Y nunca se sabe lo que puede hacer, es imprevisible. A eso le tiene miedo la derecha, por eso fue antiperonista y antimarxista también. Porque del ’55 al ’73 y con Cámpora también, tenían terror a que del peronismo surgiera una fuerza marxista, una fuerza revolucionaria no conducida por nadie. Y Perón se encarga de conducirla y encauzarla hasta Ezeiza, donde ya no pudo manejar nada. Eso lo analizo en el segundo tomo de mi libro Peronismo, donde lo hago pelota a Perón, porque vino a hacer el trabajo sucio de los militares.

H: –¿Vos creés?

JPF: –Creo y lo demuestro. ¿Para qué lo tenía a López Rega al lado? ¿A Isabelita? ¿Cómo la deja tener el poder si sabía que esta idiota estaba conducida por este tipo que era un paranoico asesino? ¿Por qué lo pone al comisario Villar de jefe de la Policía? Era un tipo preparado por la organización de la Armée Secrète, paracaidistas franceses y en la Escuela de las Américas. ¿Por qué permite el Navarrazo en Córdoba? ¿Por qué cuando manda a su ministro del Interior no repone a Obregón Cano y a López en la gobernación? Es el Perón que le dice a la periodista Ana Guzetti: “¿Qué dice usted de parapoliciales? Tome los datos de la señorita.”

H: –¿No has pensado en escribir sobre Cristina como escribiste sobre Néstor?

JPF: –Lo que pasa es que yo no la conocí tanto a Cristina. Me gustaría, sí. Si le gustó El Flaco, quizás, no sé ni si le gustó.

H: –¿Qué pensás del momento político que estamos viviendo? De estas cosas sin sentido, como lo que hace Macri con el subte. La izquierda, Pino Solanas, Claudio Lozano que dicen cualquier disparate.

JPF: –Pero es que no son la izquierda. Lo que hace Pino es ubicarse verbalmente a la izquierda del gobierno. Es muy fácil, yo digo, por ejemplo, que habría que expropiar y ya estoy a la izquierda. Pero cuando subo hay que ver si puedo, ahí lo quisiera ver a Pino que, además, ya está cansado, debería descansar un poquito.

H: –¿Y lo que hace Macri? Parece de un tipo muy poderoso.

JPF: –Y lo es, el padre es muy poderoso. Macri es el perfecto hijo de un padre poderoso, es un niño mimado de un padre que se quiere dar el lujo de tener a su hijo en la presidencia. Aunque parece que están enojados Franco y Mauricio. El problema es que la oposición no tiene argumentos. El único argumento es económico, quieren volver a la economía del neoliberalismo de los años ’90, o sea que el Estado no intervenga y dejar al mercado librado a su propia dinámica. Cuando esto sucede se forman los monopolios, porque el tiburón se come los pequeños peces. Los más poderosos funden a los más débiles, porque pueden darse el gusto de vender abajo del costo todo el tiempo que quieran. O los cooptan, los compran. Entonces se forman los grandes grupos, como el Grupo Clarín que es inmenso. Y un monopolio cuantas más bocas de salida hacia la sociedad tenga, más puede convencer de sus intereses.

H: –Yo tenía ganas de preguntarle a Cristina quién le hace la prensa a ella. No puede ser que Macri esté en todos los canales diciendo cualquier disparate y no tengamos un solo canal que esté explicando lo contrario. JPF: –Es que Cristina no tiene canales, los principales no son de ella. Son el 13, el 11, el 9, el 7. No, tiene poca prensa. Los diarios son La Nación y Clarín. Ella es su prensa.

H: –Pero no podemos pedirle tanto.

JPF: –No podemos pedirle tanto o tenemos que pedirle que no asuma tanto y que delegue un poco. Esta es la cuestión con Cristina. Porque Cristina es brillante, inteligente, y ahí se cae en la tentación de poder hacerlo todo, y de considerar sobre todo que nadie puede hacer las cosas mejor que ella. Lo cual probablemente sea cierto, porque es una mina brillante, pero va a caer en un unicato y en un cristinismo total que la va a aislar. Tiene que formar cuadros, delegar, hacer un Instituto de Formación de cuadros políticos. Yo veo que los pibes de las nuevas organizaciones tienen una formación política peronista muy ortodoxa.

H: –¿Sos peronista vos?

JPF: –No, no, ya no soy peronista. Fui peronista en los ’70, pero de la izquierda, de la Juventud Universitaria Peronista. A mí me gusta decir que soy cristinista. La verdad, la quiero más a Cristina que a Perón. Mucho más, y a Néstor. Néstor era extraordinario. Perón era un tipo bastante jodido, era milico.

H: –Vos sabés que una vez estaba en una radio y me preguntaron si creía que Eva Perón hubiera ido a la Plaza. Yo dije que ella sí, pero que Perón no la iba a dejar porque era milico. Cuando salí me zurraron.

JPF: –Sería una patota sindical, que son los dueños de Perón. Cuando empezaron a meterse con la Triple A, apenas tiran de un hilito y sale Perón. Escuchame, ¿qué era, boludo, Perón? Estaba López Rega armando la Triple A al lado de él, era su secretario privado. Evidentemente, Perón era conciente. No hay que olvidar que las fuerzas sindicales peronistas son más bien de derecha. El sindicalismo es una creación del peronismo, pero con gran tendencia de ir a la derecha.

H: –Lo que hizo esa mujer tan jovencita en tan poco tiempo, 33 años tenía.

JPF: –Seis años estuvo en la política nacional. Y bueno, Néstor, guarda. En realidad como presidente, de 2003 a 2010, siete años. Pero a él lo liquidaron con Mariano Ferreyra. A mí los pibes del Partido Obrero me agreden porque yo a Altamira le digo Altamoria, porque en los ’90 fue al programa A la cama con Moria. Y yo eso lo puse en El Flaco y le dije que a Mariano Ferreyra no lo tendría que haber mandado a enfrentar una patota sindical.

H: –Te agradecemos mucho, para nosotras es muy importante lo que vos decís, y que estés en la revista de las Madres más todavía. Y siempre invitamos a que digan lo que tengan ganas para el final de la nota.

JPF: –Para mí es un honor estar aquí, Hebe. Vos no sabés lo que yo te quiero y admiro. Lo que ustedes hicieron salvó la moral de este pueblo mundialista, calvinista, del deme dos. Lo hicieron ustedes. Sin ustedes no tendríamos nada, la gente no se da cuenta.

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