Cristina aseguró que el hecho de que "las Malvinas haya dejado de ser una causa de los argentinos para convertirse en una causa latinoamericana y global es uno de nuestros mayores logros".
Rodeada de dirigentes de casi todo el arco político opositor, del Consejo Directivo de la CGT, encabezado por el camionero Hugo Moyano, de excombatientes de las Islas Malvinas, de los organismos de derechos humanos y de referentes sociales, la presidenta Cristina Kirchner anunció que el Informe Rattenbach, calificado como "secreto político y militar" por la dictadura militar, será de dominio público. En el mismo acto anticipó que una comisión integrada por un representante de los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, a la que se incorporará el coronel Augusto Rattenbach, hijo del teniente general Benjamín Rattenbach, autor del informe -que exhortó a analizar "sin chauvinismo"-, en el plazo de 30 días corridos deberá determinar si algunos de sus elementos ponen en riesgo o no la soberanía nacional. Cristina aseguró que "ningún acto de la dictadura puede ser legitimado por el apoyo recibido por algunos habitantes de la Nación", calificó de ancrónicos los 16 enclaves coloniales que subsisten en el mundo, de los cuales 10 pertenecen al Reino Unido, y denunció que Gran Bretaña "está militarizando una vez más el Atlántico Sur, como lo demuestra el envío de un destructor para acompañar la visita del príncipe William, que pone en riesgo la seguridad internacional". Por último, luego de recordar que se habían suicidado 439 excombatientes, adelantó la próxima inauguración de un hospital dedicado al tratamiento de las secuelas que ha generado la guerra, ratificó el rumbo de la política exterior del país y anticipó que denunciará la militarización de la región en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La Presidenta aseguró que "instruí al Canciller (Héctor Timerman) a que formalmente señale ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea de la ONU que la militarización del Atlántico Sur implica un grave riesgo para la seguridad internacional, en momentos en que vemos que en otros países se viven situaciones inmanejables". "Que nadie espere de nosotros gestos por fuera de la política y por fuera de la diplomacia, que no se hagan ninguna ilusión porque sufrimos mucho la violencia en nuestro país", agregó.
El Informe Rattenbach
El gobierno dictatorial de Bignone inició a fines de 1982 una investigación sobre lo acontecido durante la guerra de Malvinas. El voluminoso informe surgido fue muy crítico de la estrategia militar y puntualizó culpas y responsabilidades de las fuerzas que intervinieron en el conflicto.
El 2 de diciembre de 1982, casi seis meses después de finalizada la guerra de Malvinas, la dictadura militar, en ese momento a cargo de Reynaldo Bignone, decidió la creación de una denominada "Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur".
El objetivo principal era investigar "el desempeño en el ejercicio de las funciones y las responsabilidades emergentes respecto de la conducción política y estratégico-militar" en la guerra de Malvinas. También, determinar "las responsabilidades de cualquier persona, sean de carácter penal, disciplinario y/o del honor que surjan de lo actuado y que, a su juicio, deban ser investigadas y juzgadas por la jurisdicción común o militar respectiva".
La comisión estuvo integrada por representantes del Ejército (General (R) Benjamín Rattenbach y el General de División (R) Tomás Armando Sánchez de Bustamante), la Armada (el Almirante (R) Alberto Pedro Vago y el Vicealmirante (R) Jorge Alberto Boffi) y la Fuerza Aérea (Brigadier General (R) Carlos Alberto Rey y el Brigadier Mayor (R) Francisco Cabrera).
Asimismo, los integrantes de este grupo de investigación recibieron derechos para solicitar todo tipo de información a cualquier organismo público y personas físicas o jurídicas públicas o privadas, quienes estaban obligados a proporcionar la información bajo apercibimiento por ley de no hacerlo.
Según se había comunicado, la comisión entregó un voluminoso y completo informe dividido en cinco puntos. A saber:
Una descripción de los fundamentos legales y las razones de la investigación, sus fuentes, su nomenclatura y la estructura del informe.
Antecedentes del conflicto. Allí, según el texto de la comisión "se analiza detalladamente los pasos realizados por el gobierno para solucionar el conflicto así como el momento internacional y regional en que tuvo lugar el enfrentamiento".
Evaluación y análisis crítico. En él "se investiga el accionar de las fuerzas armadas argentinas durante la guerra en base a informes solicitados a los oficiales que cargaban responsabilidad en los hechos. Es un análisis crítico y hecho en un lenguaje objetivo que a veces puede parecer hiriente. Las fallas son nombradas y analizadas".
Determinación de las responsabilidades, donde "se listan las responsabilidades de los estamentos militares y civiles durante la guerra, entre otros de(l): la junta militar, poder ejecutivo y gabinete, cada uno de los comandantes de las fuerzas armadas, estado mayor conjunto, etc. Asimismo encuadra las responsabilidades en el marco jurídico argentino".
El objetivo era investigar "el desempeño en el ejercicio de las funciones" en la guerra de Malvinas.
Experiencias y enseñanzas. "Nombra concretamente las recomendaciones en: Organización de la Nación para la Guerra, Política Militar, Código de Justicia Militar, Servicio Exterior, Inteligencia Estratégica, Acción Psicológica, Doctrina Conjunta, Debilidades de las FF.AA. en el Conflicto"
Más allá de los aspectos formales y meramente descriptivos, el informe puntualizó culpas y responsabilidades de las circunstancias que finalizaron con la derrota estrepitosa en Malvinas. En gran parte, la investigación se especializó en dejar en claro quienes fueron los que "no cumplieron" con las tareas encomdendadas.
Además, se especifica en reiteradas ocasiones que "el enemigo" poseía "mayor poder de fuego" y, consecuentemente, más posibilidades de alcanzar la victoria en el conflicto armado.
Infonews y Página|12
Rodeada de dirigentes de casi todo el arco político opositor, del Consejo Directivo de la CGT, encabezado por el camionero Hugo Moyano, de excombatientes de las Islas Malvinas, de los organismos de derechos humanos y de referentes sociales, la presidenta Cristina Kirchner anunció que el Informe Rattenbach, calificado como "secreto político y militar" por la dictadura militar, será de dominio público. En el mismo acto anticipó que una comisión integrada por un representante de los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, a la que se incorporará el coronel Augusto Rattenbach, hijo del teniente general Benjamín Rattenbach, autor del informe -que exhortó a analizar "sin chauvinismo"-, en el plazo de 30 días corridos deberá determinar si algunos de sus elementos ponen en riesgo o no la soberanía nacional. Cristina aseguró que "ningún acto de la dictadura puede ser legitimado por el apoyo recibido por algunos habitantes de la Nación", calificó de ancrónicos los 16 enclaves coloniales que subsisten en el mundo, de los cuales 10 pertenecen al Reino Unido, y denunció que Gran Bretaña "está militarizando una vez más el Atlántico Sur, como lo demuestra el envío de un destructor para acompañar la visita del príncipe William, que pone en riesgo la seguridad internacional". Por último, luego de recordar que se habían suicidado 439 excombatientes, adelantó la próxima inauguración de un hospital dedicado al tratamiento de las secuelas que ha generado la guerra, ratificó el rumbo de la política exterior del país y anticipó que denunciará la militarización de la región en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La Presidenta aseguró que "instruí al Canciller (Héctor Timerman) a que formalmente señale ante el Consejo de Seguridad y la Asamblea de la ONU que la militarización del Atlántico Sur implica un grave riesgo para la seguridad internacional, en momentos en que vemos que en otros países se viven situaciones inmanejables". "Que nadie espere de nosotros gestos por fuera de la política y por fuera de la diplomacia, que no se hagan ninguna ilusión porque sufrimos mucho la violencia en nuestro país", agregó.
El Informe Rattenbach
El gobierno dictatorial de Bignone inició a fines de 1982 una investigación sobre lo acontecido durante la guerra de Malvinas. El voluminoso informe surgido fue muy crítico de la estrategia militar y puntualizó culpas y responsabilidades de las fuerzas que intervinieron en el conflicto.
El 2 de diciembre de 1982, casi seis meses después de finalizada la guerra de Malvinas, la dictadura militar, en ese momento a cargo de Reynaldo Bignone, decidió la creación de una denominada "Comisión de Análisis y Evaluación de las responsabilidades políticas y estratégico militares en el conflicto del Atlántico Sur".
El objetivo principal era investigar "el desempeño en el ejercicio de las funciones y las responsabilidades emergentes respecto de la conducción política y estratégico-militar" en la guerra de Malvinas. También, determinar "las responsabilidades de cualquier persona, sean de carácter penal, disciplinario y/o del honor que surjan de lo actuado y que, a su juicio, deban ser investigadas y juzgadas por la jurisdicción común o militar respectiva".
La comisión estuvo integrada por representantes del Ejército (General (R) Benjamín Rattenbach y el General de División (R) Tomás Armando Sánchez de Bustamante), la Armada (el Almirante (R) Alberto Pedro Vago y el Vicealmirante (R) Jorge Alberto Boffi) y la Fuerza Aérea (Brigadier General (R) Carlos Alberto Rey y el Brigadier Mayor (R) Francisco Cabrera).
Asimismo, los integrantes de este grupo de investigación recibieron derechos para solicitar todo tipo de información a cualquier organismo público y personas físicas o jurídicas públicas o privadas, quienes estaban obligados a proporcionar la información bajo apercibimiento por ley de no hacerlo.
Según se había comunicado, la comisión entregó un voluminoso y completo informe dividido en cinco puntos. A saber:
Una descripción de los fundamentos legales y las razones de la investigación, sus fuentes, su nomenclatura y la estructura del informe.
Antecedentes del conflicto. Allí, según el texto de la comisión "se analiza detalladamente los pasos realizados por el gobierno para solucionar el conflicto así como el momento internacional y regional en que tuvo lugar el enfrentamiento".
Evaluación y análisis crítico. En él "se investiga el accionar de las fuerzas armadas argentinas durante la guerra en base a informes solicitados a los oficiales que cargaban responsabilidad en los hechos. Es un análisis crítico y hecho en un lenguaje objetivo que a veces puede parecer hiriente. Las fallas son nombradas y analizadas".
Determinación de las responsabilidades, donde "se listan las responsabilidades de los estamentos militares y civiles durante la guerra, entre otros de(l): la junta militar, poder ejecutivo y gabinete, cada uno de los comandantes de las fuerzas armadas, estado mayor conjunto, etc. Asimismo encuadra las responsabilidades en el marco jurídico argentino".
El objetivo era investigar "el desempeño en el ejercicio de las funciones" en la guerra de Malvinas.
Experiencias y enseñanzas. "Nombra concretamente las recomendaciones en: Organización de la Nación para la Guerra, Política Militar, Código de Justicia Militar, Servicio Exterior, Inteligencia Estratégica, Acción Psicológica, Doctrina Conjunta, Debilidades de las FF.AA. en el Conflicto"
Más allá de los aspectos formales y meramente descriptivos, el informe puntualizó culpas y responsabilidades de las circunstancias que finalizaron con la derrota estrepitosa en Malvinas. En gran parte, la investigación se especializó en dejar en claro quienes fueron los que "no cumplieron" con las tareas encomdendadas.
Además, se especifica en reiteradas ocasiones que "el enemigo" poseía "mayor poder de fuego" y, consecuentemente, más posibilidades de alcanzar la victoria en el conflicto armado.
Infonews y Página|12
No hay comentarios:
Publicar un comentario